Si hay que destacar a alguien en el liderazgo actual del fútbol femenino mundial, una vez que Alexia Putellas se convirtió en el primer gran icono con sus balones de oro, es a quien ha cogido su relevo, la actual ganadora del trofeo, Aitana Bonmatí. La jugadora del Fútbol Club Barcelona lo ha ganado todo tanto con su club como con la Selección Española, siendo clave en los diversos títulos de Champions League, competición de la que ha sido nombrada MVP, y sobre todo del Mundial 2023, donde fue la mejor sin discusión y así lo acreditó la organización. Pero su figura va mucho más allá.
Con solo 26 años es la gran referencia del fútbol femenino mundial, de hecho, tiene muchas papeletas de lograr su segundo balón de oro, y tiene toda la carrera por delante para seguir creciendo. Tres WCL, un Mundial, multitud de ligas y el hecho de haberse convertido en un icono a tan corta edad la convierten ya sin discusión en una de las más grandes deportistas de la historia de España.
Un patrimonio sin igual en su deporte
Aitana se ha convertido en la futbolista mejor pagada del mundo tras renovar recientemente con el Barcelona hasta el 2028 con un sueldo que ronda el millón de euros por temporada. Y es que tras conseguirlo todo en el campo, tanto con su club como la Selección Española y a nivel individual, se lanzó a la conquista de un cada vez más creciente mercado publicitario, y lo ha conseguido.
Una vida más allá del fútbol
Además de ser una de las mejores jugadoras de fútbol de la historia, no ha dejado de lado su vida extra profesional, pues se ha formado, estudiando una carrera que además le viene muy bien para su desempeño deportivo, el Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Y es para ella es importante “crecer como persona en todos los aspectos, también en el académico, y tener una base sólida para afrontar el presente y el futuro“. Además de que desvela otras pasiones, como tocar la guitarra y viajar para conocer mundo durante las vacaciones. Algo que hace durante todo el año, pero con el estrés competitivo apenas puede disfrutar, aunque eso sí, con el crecimiento del fútbol femenino cada vez está más apretado el calendario y consecuentemente, hay menos periodos de descanso, lo que le complica conectar con aficiones