La selección española femenina de hockey sobre patines, vigente campeona de Europa acaba de empezar en la ciudad italiana de Novara su participación en el mundial, donde llega con un sueño, el de arrebatar a Argentina el título. Y es que en 2022, en casa, las albicelestes se coronaron tras superar sin muchos problemas a las españolas en la final por 3 a 0. Por eso mismo, van a luchar para dar la vuelta a la situación, pero eso sí, con alguna que otra novedad respecto a la última edición.
España aspira a ganar el Mundial por octava vez, la cuarta en las cinco ediciones más recientes, y para ello contará con un nuevo seleccionador, Sergi Macià, pero con prácticamente el mismo equipo que ganó el Europeo el año pasado en Olot.
En palabras de Macià, “la intensidad” definirá a un equipo que quedó encuadrado en el Grupo B y que ya ha debutado, ante Chile, mientras que en el resto de partidos de fase de grupos se enfrentará a Gran Bretaña, este martes, a las 13:00 horas; e Italia, el miércoles a las 19:00 horas; mientras que en el Grupo A competirán Francia, Portugal, Colombia y la vigente campeona, Argentina.
Un debut complicado
Las españolas se vieron frenadas en su debut por Chile, que les rascó un sorprendente empate a 1. Las sudamericanas gracias a su sólida en defensa y con la baza de amenazar en cada contraataque, pusieron en muchos aprietos a las campeonas de Europa y subcampeonas del mundo en esta primera jornada mundialista.
Y es que España asumió el papel de favorita, llevó la iniciativa en el juego desde el pitido inicial y estrenó el marcador antes del descanso gracias a un gol de Sara Roces en el minuto 12, con un remate a la media vuelta. Pero las paradas de la portera chilena Fernanda Hidalgo y la falta de acierto en el remate impidieron ampliar la ventaja al combinado dirigido por Sergi Macià, que debutaba como seleccionador español en una competición oficial.
Tras el paso por vestuarios, España continuó dominando la bola, pero perdió velocidad en el juego y le entraron las dudas a medida que Chile daba muestras de su potencial ofensivo al contraataque. En una de estas acciones, tras un disparo lejano de Aina Florenza que fue bloqueado por Beatriz Gaete, y la chilena salió disparada al contraataque y cruzó un pase para que Celeste Sanz firmara el tanto del empate. Y aunque España reaccionó en busca de la victoria, nuevamente las paradas de Hidalgo y el desacierto en la definición lastraron al combinado patrio.
No se puede fallar
Lo que está claro es que ahora no se pueden permitir el más mínimo error, pues de lo contrario el sueño de tomarse la revancha con Argentina será un gran fracaso. Por lo pronto, deben ganar tanto a Gran Bretaña como a la anfitriona, Italia. Es cierto que sobre el papel deberían vencer sin muchos apuros, pero también se decía lo mismo con las chilenas y para nada ha sido así. Además, tendrán que estar con un ojo en los otros partidos del grupo, ya que en el caso de que Chile gane sus dos partidos, todo iría por diferencia de goles para conseguir la primera plaza, algo que no es baladí, puesto que significaría esquivar a Argentina en semifinales.