Ninguna selección había ganado jamás seis partidos consecutivos en la fase final de un gran torneo, y eso es lo que hizo la española de Luis de la Fuente. En un encuentro sólido y serio en el que España controló el partido en todo momento.
La primera clara para la Roja llegaba a los cuatro minutos tras un pase magnífico de Lamine, brindándole un balón fantástico que Fabián erró en el remate, pero avisaba lo que vendría.
El plan de la Selección Española pasaba por Navas parando al jugador más rápido del torneo, Kylian Mbappé, sustituyendo a Dani Carvajal sancionado. Con récord de longevidad incluido, el de ser el jugador más veterano en jugar una semifinal de Eurocopa, con 38 años y 228 días. “No me impone” reconocía al micro de TVE en los días previos tirando de galones y experiencia. Y en el primer desafío, al corte en el minuto 6, contuvo a la tortuga más rápida de la Euro.
Pero el buen hacer de Kylian en la asistencia (que el VAR confirmó que era posición legal) y de cabeza Kolo Muani ponía el 0-1 para Francia (min 8) en el que era el segundo gol en cinco partidos para los de Deschamps.
La amarilla tempranera a Navas le condicionaba también al de Los Palacios, mientras Cucurella era pitado y abucheado en cada balón, se ve que los 30.000 alemanes que poblaban las gradas no le perdonaban la polémica jugada de la mano de los cuartos, el escenario se iba complicando por momentos, aunque no cundió el pánico.
Pero apareció la genialidad de Lamine Yamal, con un golazo por la escuadra imposible para Maignan, en el que era el primer gol del de Rocafonda en esta Euro, con 16 años y 362 días que registraba además el récord de precocidad. El empate en el marcador daba alas, ilusión y moral a la Roja.
Se aprovechó esa euforia y en sólo cinco minutos, en el 24´ aparecía Dani Olmo, tocado por la varita en este campeonato, para marcar poner el 2-1 y revolucionar el banquillo y las gradas del Allianz Arena de Múnich. Empezaba España a disfrutar y desplegar su mejor fútbol.
Tras el descanso, la Roja siguió divirtiéndose. En el 49´ Cucurella internó un balón que no cazaba Morata, en la que fue la primera de la segunda mitad. Asustaba Tchouameni tratando el remate de cabeza tras córner a favor de los de Deschamps pero quedaba en las manos de Unai Simón.
En el 57´las molestias de Navas le impedían seguir al sevillano, que se llevaba la ovación de la hinchada. El lateral derecho lo asumía Vivian, en el primer cambio obligado para España.
Los de Francia, sin embargo, eran buscando los goles, salían Griezmann, Camavinga y Barcola debilitando el centro del campo, por Kolo Muani, Rabiot y Kanté cuando quedaban veinte minutos de semis.
En un nuevo córner lo intentaba Upamecano que sacaba Dembelé pero no era el día de los franceses, a quienes tampoco les salieron los planes a balón parado. El disparo fuera de Theo Hernández que aprovechaba un balón suelto pero se iba por alto.
Mikel Merino y Mikel Oyarzábal daban el relevo al trabajo y buen hacer de Álvaro Morata y la calidad goleadora de Dani Olmo. Quince minutos para soñar con una nueva final, mientras Deschamps quemaba ya su última bala sacando a su máximo artillero, Giroud.
Lamine volvía a intentarlo con un disparo que se iba por alto, pero que reactivaba a la marea roja al filo del 80. Mbappé encaraba y trataba de hacer su gol marca de la casa, pero no quería la suerte caer del lado francés.
Los oles sonaban desde la grada que ya era una fiesta española. Decía Pedro Rocha, presidente de la RFEF antes del partido que “hay que confiar en el grupo que tenemos, tenemos que salir a ganar, es un grupo maravilloso fuera y dentro del campo” con mensaje para los que no tengan quehaceres el domingo “los españoles se tienen que animar a venir a la final”.
Olmo al término del encuentro se quitaba mérito goleador cuando le preguntaban por su racha anotadora, “Gol es gol, da igual Kounde o mío, lo importante es el pase”, para dárselo todo al grupo “A pesar del gol en contra, hemos seguido jugando a lo nuestro, ha sido un partidazo de todos”. Cuando le preguntaban a quien prefiere en la final si Holanda o Inglaterra, ese “que venga quien quiera” nos llenaba de confianza.
“Queda el título” decía el MVP del partido, Lamine Yamal. “Mi objetivo era llegar a mi cumpleaños aquí en Alemania”, reconocía el joven futbolista.
El estadio Olímpico de Berlín espera, cuatro finales jugadas y tres ganadas para España. El domingo será una fiesta.