El Valencia no perdona a Rafa Mir

El jugador murciano acusado de agresión sexual ha sido multado por el club y apartado del grupo momentáneamente

Rafa Mir , en libertad con cargos, ha vuelto a la Ciudad deportiva Paterna para reunirse con la directiva del Valencia. La presidenta del club che Layhoon Chan junto con el director corporativo Javier Solís y el entrenador Rubén Baraja, explicaron las medidas disciplinarias. Rafa Mir entrenará, si, pero lo hará en solitario, además de recibir una multa económica por haber incumplido el régimen interno del club concretamente “por su modo de proceder en su tiempo de descanso”.

La reunión a la que Mir acudió acompañado de su padre, duró una hora y media, y en ella se dejó claro que el daño a la imagen del Valencia había sido evidente. Su reincorporación al equipo se produce tras haberse perdido toda la semana pasada de entrenos tras haber sido denunciado el pasado domingo por agresión sexual por parte de una joven de 21 años.

El club valenciano deja claro que respeta la presunción de inocencia y que “sólo la Justicia deberá marcar los tiempos y actuaciones al respecto”.

Multa y dos partidos

El Valencia ha decidido sancionar económicamente al jugador y apartarle durante dos partidos, pero sin rescindir su contrato mientras el proceso judicial sigue su curso. El delantero esta misma mañana emitía un comunicado en el que, además de volver a defender su inocencia tal como lo hizo su abogado la pasada semana, pedía perdón al club con el que tiene contrato por haberse saltado las normas y haber protagonizado una noche de fiesta (recalcando que estaba en su día libre) no acorde con lo que se espera de un futbolista de Primera División.

Tras dos días de permiso, el futbolista vuelve al trabajo pero en solitario mientras su equipo ya prepara el choque frente al Atlético de Madrid el próximo domingo. El jugador murciano se ha dirigido así a los valencianistas:

“Tras un periodo de reflexión, quiero dejar clara mi inocencia, reiterando el contenido del comunicado que emitió mi abogado Jaime Campaner. Tan pronto como pudo ponerse a trabajar en igualdad de condiciones con las acusaciones, el caso ha dado un giro importante que evidencia lo infundada que resulta la denuncia.

Confío plenamente en la Administración de Justicia de este país, con la que he colaborado desde el primer minuto para esclarecer los hechos.

Por todo ello, quiero expresar mis más sinceras y profundas disculpas a mi Club, el Valencia CF, al cuerpo técnico, a mis compañeros y principalmente a la afición valencianista, por incumplir, aunque fuera en un día libre, con el rigor de los horarios que se espera de un profesional y más si cabe tras un inicio de temporada alejado de nuestras expectativas. Desde ya, en mi condición de futbolista profesional, todas mis energías están puestas en ayudar a mi Club y a mis compañeros.

Nuevos datos sobre el caso

También se han podido conocer algunos datos que se extraen del sumario del caso. Rafa Mir confesó a la jueza en su declaración del pasado jueves que vio la sangre en una de las chicas pero que “era un arañazo nada más”. La reiteración del jugador y de la defensa es que fue “sexo consentido”. Algo que se contradice con la versión de una de las denunciantes quien ha declarado que el jugador “me encerró en un baño y me penetró”.

La defensa de Pablo Jara y de Rafa Mir mantienen que las lesiones de una de las jóvenes se la hizo su acompañante, la otra denunciante de 25 años tras haber mantenido una fuerte discusión antes de marcharse del domicilio del futbolista.

Además, los abogados de ambos acusados también tratan de ampararse en la declaración tomada por la Policía Local que se acercó en la mañana del domingo al chalet de Bétera tras haber sido avisados por un vecino. Las jóvenes no denunciaron en ese momento haber sufrido ningún tipo de agresión y fue después, cuando formalizaron ambas denuncias tras haber sido primero examinadas en un centro hospitalario.

Ambas denunciantes mantienen que no sintieron ningún tipo de empatía por parte de los agentes de la Policía Local. Algo que queda también constancia en el sumario de la jueza Ana Magraner.

 

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