El secreto del éxito en Italia: cuando la inversión se traduce en medallas

Desde Londres 2012 el país transalpino ha mejorado sus resultados, obteniendo siempre más medallas olímpicas, pero la infraestructura es vieja y la inversión reducida y de nicho

Italia ha obtenido en toda su historia un total de 741 medallas, entre olimpiadas de verano y de invierno. Se encuentra en la séptima posición en el mundo por la cantidad de victorias. Si lo comparamos con España, en el que el número de medallas ha sido 143, el país transalpino ha obtenido siete veces más. Desde Londres 2012 ha ganado 96 podios, 28 ese mismo año, la misma cifra en Río 2016 y, mejorando mucho y alcanzando su récord histórico, obtuvo 40 en Tokio 2020. Hasta el momento habían llegado a 36 en Los Ángeles 1932 y en Roma 1960. Hace cuatro años obtuvieron el mejor resultado de su historia, ya que lograron tocar esa cifra redonda con 10 oros, 10 platas y 30 bronces, señal inequívoca de que la inversión de la última década ha conseguido dar sus frutos.

Entre los nombres propios de aquellas victorias está el del hombre más rápido del mundo, el atleta Marcell Jacobs que ganó los 100 metros en 9’’80 o Gianmarco Tamberi que ganó el oro en salto en alto o también Antonella Palmisano al llegar primera en la prueba femenina de 20 km marcha. Destinados, a su vez, a hacer historia también en la cita olímpica de este verano en París.

Los abanderados italianos este 2024 serán el propio Gianmarco Tamberi, que acaba de ganar el campeonato Europeo saltando 2 metros con 37 centímetros, junto a la campeona de esgrima Arianna Errigo, con un oro, un bronce y una plata en las últimas citas olímpicas. En las previsiones de los grandes favoritos para París están el número 1 de la clasificación ATP de tenis, el jovencísimo Jannik Sinner, el atleta Marcell Jacobs, también Tamberi, Irma Testa, bronce en Tokio 2020 en boxeo femenino (peso ligero) o el nadador Gregorio Paltrinieri. Pero a pesar de que el deporte italiano femenino y masculino brilla a nivel internacional, la situación a nivel interno en cuanto a recursos, financiación y apuesta por un sector en constante crecimiento es mucho más baja que la media de otros países europeos o, a nivel global, que son directos competidores.

El estudio más importante realizado recientemente sobre la inversión en el deporte lo ha realizado el Observatorio Valore Sport, de la think tank The European House Ambrosetti, con la colaboración del Comité Olímpico Nacional Italiano. La conclusión más destacable de este estudio dice que Italia, aunque es líder a nivel de campeonatos internacionales, no da el mismo peso a la difusión de la práctica deportiva entre niños y adultos en el territorio, lo cual, supone, a largo plazo, dejar de invertir en los ganadores olímpicos del futuro. El sector vale en Italia un 1,4% del total del PIB. El deporte interesa a 60 millones de italianos, pero presenta una serie de problemas a la hora de acceder a pabellones, gimnasios o espacios donde entrenar.

Italia está en el puesto número 16 de la UE en el gasto público dedicado al deporte, según este mismo informe, con poco más de 73 euros, cuando la media es de 119,5. Se encuentra tercera por la cola en la incidencia del gasto en el deporte sobre el total, un 0,46% del presupuesto total del país. Este estudio revela, además, un bajo nivel de inversiones dedicadas al sector, unido a una infraestructura antigua, que sitúa a Italia por debajo de la media en recursos de otros países europeos. Aun así, Italia fue en 2021 el segundo país del mundo, tras EE.UU y antes de China, en el número de podios en competiciones deportivas oficiales, 283, y el primer país de Europa con récord absoluto de medallas en Tokio 2020, como ya hemos explicado.

Otro de los problemas que revela este estudio es la oportunidad perdida con los fondos Recovery Fund, que traerán a Italia un total de 209 mil millones de euros, pero que destinan al deporte solo mil millones, el 0,5% del total. De esa cifra, 300 millones se destinaron a las instalaciones deportivas, los otros 700 millones al sistema. Las instalaciones deportivas y su estado de envejecimiento son de hecho una de las grandes preocupaciones, el 60% de las estructuras italianas tienen más de 40 años y 6 escuelas de cada 10 no tienen un gimnasio.

Le hemos preguntado a Mirko Depinto, uno de los coordinadores de este estudio, por una conclusión de todos los datos sobre los que han trabajado y él lo tiene claro. “Las medallas, el paso final y más difícil, están, lo que pasa es que vemos una población italiana que, en general, realiza poco deporte y una estructura vieja y que ofrece pocos servicios”, dice. “En este momento, además del Comité Olímpico Nacional Italiano, que lo hace desde siempre, tenemos otras dos entidades que financian el deporte a nivel nacional, una es la llamada Deporte y Salud, la sociedad del Estado que se ocupa de esta materia en Italia y también el Instituto de Crédito Deportivo, que prepara convocatorias y fondos para las diferentes disciplinas”, añade Depinto. La idea es que esa financiación a tres bandas mejore a largo plazo una carencia que se muestra bastante latente.

Otro problema que se presenta es que en Italia, como ya explicó para Artículo14, la dos veces campeona olímpica italiana, Antonella Bellutti, en el país existen solo dos deportes considerados profesionales: el fútbol y el baloncesto. Esto genera un gran impacto negativo para la financiación de todas las otras disciplinas, que no obtienen el mismo reconocimiento oficial, aspecto que las aleja en muchos casos también de unos fondos que suponen, al final, menos recursos también para entrenar, mejorar o competir. Tal y como confirman desde la oficina de prensa del CONI (Comité Olímpico Nacional Italiano) los fondos destinados por esta institución son 280 millones de euros al año a modo global para todas las disciplinas federadas.

 

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