Emma Hayes (Londres 1976) cruza el charco para su regreso más especial: volver a casa. Después de 12 años como una de las entrenadoras más relevantes y respetadas del fútbol femenino a los mandos del Chelsea, tomó el rumbo de entrenar a la Selección de EEUU. Este fin de semana, el destino ha querido que las norteamericanas se enfrentan a Inglaterra en un amistoso de esta ventana de compromisos de los combinados nacionales. Hayes, acaba de recoger el Trofeo de Mejor Entrenadora de Fútbol Femenino en la pasada gala del Balón de Oro del pasado 28 de octubre. Se lo arrebató a otro de los favoritos, Jonatan Giráldez, el que fuera entrenador del Barça y uno de los artífices del póker de títulos.
Un palmarés impresionante
A nivel de clubes con el Chelsea, tras más de una década, Emma Hayes llegó a cosechar nueve títulos de Woman FA Super League, cinco FA Cup y dos copas del la liga (FA League Cup). Una etapa que hace justo un año, vio ya como superada, reconociendo que “en la última etapa en Chelsea me sentía bastante mal”, aseguraba para The Guardian.
La entrenadora inglesa ha querido alzar también la voz en aspectos, muchas veces tan silenciados en el deporte, como es el de la menopausia, que le complicó aún más su última etapa en la que se sentía muy estresada. “Hacer todas esas cosas durante la menopausia fue aún más difícil. Entonces, poder ponerme al día con todo eso, siento que he recuperado mi mojo, mi sonrisa y mi alegría”, explica a su vuelta a su Candem natal. Como seleccionadora de EEUU las cosas han cambiado mucho, ha recuperado mucho del tiempo perdido, “ahora puedo llevar a mi hijo al colegio”, explica con una gran sonrisa mientras confiesa: “ahora amo el fútbol más que nunca”.
Su título más especial
Pero sin lugar a dudas, de sus más de veinte años de profesión, haber hecho a EEUU campeona olímpica tan sólo un mes después de haber asumido el cargo de seleccionadora, es su título más valorado. “Es el mejor momento de mi carrera” confesaba Emma Hayes aún desde París. La seleccionadora de 47 años devolvía la gloria olímpica a Estados Unidos doce años después. Había conseguido sacar el mejor rendimiento de una generación de jugadoras que está llamada a marcar una etapa.
Aún con la euforia de haberse subido a lo más alto del podio francés, también quiso acordarse en esos momentos de su familia, de su padre recién fallecido, quien le ha determinado su camino para ser la mujer que es hoy.
Su éxito se lo ha labrado a base de trabajo. Una infancia en una familia sin excesivos recursos confiesa que le curtió mucho. “Crecí en un hogar donde mi padre ponía dinero sobre la mesa al final de la semana y había lo suficiente o no lo había, y teníamos que solucionarlo. Esa fue la vida de un niño en el centro de Londres. Eso me formó”, asegura.
Este fin de semana, como seleccionadora estadounidense se reencontrará con jugadoras inglesas a las que ha dirigido y con las que ha establecido un vínculo que va mucho más allá del fútbol, como Millie Bright o Hannah Hampton. Ahora por lógica, la suerte espera que haya cambiado de bando.
Cuando le preguntan por su siguiente objetivo al frente de la Selección, lo tiene claro “Quiero ganar la Copa del Mundo de 2027″, confiesa rotunda. El primer test para alzar el Mundial en Brasil, comienza en sólo unas horas en el mítico estadio de Wembley, ese por cierto que se reserva para las grandes citas: el sábado a las 18:30h de la tarde el Inglaterra – EEUU sin duda, no será un partido más para Hayes.