El Casino de Madrid se engalanaba para la tradicional entrega de premios de la Fundación Mapfre este martes. Special Olympics se llevó el de Mejor Entidad por su Trayectoria Social. En el año 1968 esta organización nació para que las personas con discapacidad intelectual tuviesen a través del deporte una oportunidad de competir, de reforzar su autoestima y mejorar su interacción con la sociedad. Hoy en día, han conseguido realizar más de 100.000 eventos deportivos pero con uno por encima del resto: Special Olympics World Games, una olimpiada que ha sido reconocida por el Comité Olímpico Internacional.
“Nosotros pedimos una cosa muy simple: danos una oportunidad”, nos explica su presidente de Europa y Asia, David Evangelista. “Lo que hoy recibimos es el fruto de décadas del ejemplo que están dando nuestros atletas en todo el mundo. Es un honor estar reconocido por la determinación y el esfuerzo de todos ellos”. “Que no prestes atención al estigma que los milenios me han dado, a la discriminación que es más fácil”.
“Nosotros pedimos una cosa muy simple, una oportunidad”
El origen vinculado a los Kennedy
Special Olympics basa sus raíces en la familia Kennedy, tal como nos narra Evangelista. “Es una historia muy bonita, que tiene mucho que ver con el sueño americano. Empezó porque Rosemary, la hermana del presidente John Kennedy tenía una discapacidad intelectual. Una familia con fiscales, con senadores, con presidentes, con tanta fama e influencia. ¿Cómo podían tener una hermana diferente?”.
A partir de este momento fue su hermana Eunice (1921-2009) quien se puso a trabajar para que su hermana pudiese estar integrada en la sociedad. “A ella realmente le enfadaba la situación de su hermana, con este enfado lo transformó en el movimiento Special Olympics“. El mensaje de Eunice para el mundo era muy claro “si tú no crees que mi hermana pueda hacer algo, intenta ganarla en la pista”, porque deporte, que era el único elemento social que no era politizado. Y así fue como nació
“Eunice Kennedy hizo la apuesta deportiva más arriesgada de la historia, dando a una población invisible, sin valor social, sin poder de compra y rechazada el título más emblemático y deseado: el de ser olímpico”. 56 años después y cinco millones de atletas después la historia les reconoce.
El bronce de Valentina
En su ultima edición de Berlín, 7000 deportistas de 190 países formaron parte de estas olimpiadas. Valentina García Lluch, una madrileña de 26 años fue una de ellas. Consiguió la medalla de bronce en fútbol unificado. Su pasión por el deporte le llevó a ingresar en el programa. Creció queriendo ser como Cristiano Ronaldo “es el futbolista al que más admiro”, nos comenta, sin sospechar que la vida le daría la oportunidad de colgarse una presea que el futbolista no ha tenido nunca. Minutos antes de participar en la ceremonia, a la que acudieron los Reyes de España, Valentina se sienta a charlar con nuestro medio. “No estoy nada nerviosa, hoy para mí es un día muy bonito“, nos dice con una sonrisa.
Para ella, participar en Los World Games del año pasado fue una experiencia única, “fue increíble, había mucha gente en las gradas animándonos” y recuerda con especial cariño la primera llamada tras colgarse la medalla “fue a mi madre que estaba como loca, lo pudo ver desde casa”, nos cuenta García Lluch, quien guarda su medalla como un gran tesoro, no es para menos. “Nos levantábamos todas cada día con la ilusión de ser campeonas”. Cuando le preguntamos qué le diría a quien esté en una situación similar, lo tiene claro “Que sepan que somos capaces, y que se animen a unirse a nosotros, así sigue creciendo la familia de Special Olympics”. Palabra de campeona.