Con 17 años de trayectoria profesional como piloto María de Villota (Madrid 1979 -2013) fue todo un ejemplo a seguir , consiguió ser pionera en distintas categorías del automovilismo, como la primera española en pilotar un Fórmula 1 y piloto de pruebas en la categoría reina. El accidente que sufrió le provocaron una serie de lesiones que terminaron con su vida tras un largo año de lucha. Su historia es hoy imprescindible para en el mundo del motor español. Este fin de semana en Barcelona se celebra el Festival de la Velocidad en su memoria.
La trayectoria
Pero María de Villota no solo llegó a lo más alto en la F1, sino que fue también la primera mujer en el Mundial de Turismos (WTCC), en la Superleague Fórmula y en conseguir una pole position en el campeonato Ferrari Challenge. También podemos destacar su participación en la Formula 3000, 24horas de Daytona, y en el Campeonato Alemán de Turismos ADAC Procar, donde consiguió una meritoria tercera posición.
Hija de Emilio de Villota (ex-piloto de F1), María siguió el camino en las cuatro ruedas y además de piloto estuvo también ligada a la parte directiva del mundo del motor. Fue designada miembro de la Comisión de Pilotos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), embajadora de la Women in Motorsport Commission de la FIA y miembro de la Junta Directiva de la Real Federación Española de automovilismo.
Aprovechó además para colaborar con distintos medios de comunicación y a ser conferenciante contando su experiencia y compartiendo con el mundo sus conocimientos, ideas, intereses, vivencias.
El accidente
Tras sufrir un grave accidente en el año 2012 en el que salvó la vida de milagro, María demostró ser una gran luchadora, nunca se rindió. Pues después de 3 intervenciones quirúrgicas (en la que sumó más de 30 horas en quirófano) y estar cinco días en coma su estado de María de Villota. El camino acababa de empezar.
María se adentró en la F1 de la mano del equipo Renault F1 Team, colaborando con ellos para representarlos en algunos eventos deportivos, aunque solo llegó a realizar un test en el circuito Paul Ricard con un coche del 2009. Pero su destino la hizo llegar a la escudería Marussia como piloto de pruebas, en el año 2012.
Su primer test, al carecer de la super licencia necesaria, iba a ser el de jóvenes pilotos que estaba previsto a final de año, pero por desgracia, la piloto no llegó al Yas Marina, circuito donde se iba a disputar.
Pues en un test aerodinámico, en el aeródromo de Doxford (Cambridgeshire, Reino Unido), tras pasar favorablemente las pruebas medicas en Mclaren y ser considerada totalmente apta para salir a pista con su Formula, María de Villota tuvo su fatal accidente.
Al volver de pista y dirigirse a su Box, el monoplaza de María no se frenó, por lo que fue directa hacia una rampa de camión que estaba desplegada, quedando justamente a la altura de la cabeza de la piloto madrileña.
Las secuelas
Tras varias semanas en el hospital, operaciones y muchas pruebas, el diagnóstico de María de Villota no era nada alentador.
Se confirmó la pérdida de su ojo derecho y la pérdida total del olfato, aunque no sufrió lesiones neurológicas. Pero el hecho de que se vio disminuida su capacidad de percibir distancias, María tuvo que decir adiós a la competición, los circuitos, el monoplaza… a la F1.
En ese momento es cuando vio su vida profesional truncada, sus sueños desvanecerse, y todos los proyectos a nivel competitivo desaparecer.
La piloto española, además, tuvo que “pelear” con la escudería Marussia ya que negaron cualquier fallo en el monoplaza haciendo alusión a las capacidades de María, poniendo en duda su conducción en el momento de frenar el vehículo.
Y es que tras años de litigios en 2017 y muchos dolores de cabeza además de rabia y dolor, la familia de Villota pudo respirar tranquila al llegar a un acuerdo para exculpar a María como causa directa del accidente.
La vida es un regalo
La piloto española en 2013 lanzó su libro “La vida es un regalo”, un relato sincero, cariñoso y estremecedor.
María de Villota abre su corazón y cuenta su historia desde la perspectiva más intima. Hablando de sus sentimientos, de lo ocurrido, de los obstáculos que ha tenido que sortear, de los sueños que cumplió y los que quedaron por cumplir, de su vida familiar, de como su padre no quería que su hija se dedicara al mundo del automovilismo, precisamente por miedo a que le pasase algo, de su marido Rodrigo García Millán el cual quedo viudo tan solo 3 meses después de casarse con María.
En “La vida es un regalo” podemos además leer mensajes que le lanzaron compañeros como Fernando Alonso, el cual decía “Te levantaste mucho más deprisa de lo que caíste” o la increíble Michèle Mouton que decía de María “Es un ejemplo maravilloso para todos nosotros y realmente es un privilegio para mí conocerla”.
Encontramos en el libro también una carta de Emilio de Villota, padre de María, donde deseaba que su hija se dedicase a cualquier otro deporte que no fuese el automovilismo. Era totalmente licito. Siendo ex piloto de F1 era conocedor absoluto de los riesgos que conlleva este deporte, y los que no quería para su hija.
En su familia se respiraba gasolina, y ella tenia que demostrarlo. Era su vida.
María puso en marcha diversas acciones benéficas, las cuales siguen su curso y siguen trabajando por y para el automovilismo además de colaborar y ser embajadora de la Fundacion Ana Carolina Díez Mahou.
El Legado de María lo encabezan sus seres más allegados, como su padre Emilio de Villota, su madre Isabel Comba Nebot, sus hermanos Isabel y Emilio, entre otros. Y cuenta además con embajadores como el piloto Pedro De la Rosa, Carlos Sainz o Marc Gené que compartió volante con María en la Copa Masserati.
Entre tantas iniciativas que lleva a cabo el legado, se encuentra la colaboración con el Circuito de Barcelona-Catalunya que todos los años celebra su Festival de la Velocidad (Legado María de Villota) donde se concentran algunas de las mejores competiciones a nivel automovilístico como por ejemplo la FANATEC GT World Challenge powered by AWS , la GT1 SPORTS CLUB POWERED BY CURBSTONE o la MCLAREN TROPHY, EUROPE entre otras.
Lo que hace que sea una jornada espectacular en relación al motorsport y sirva además para poder ayudar al Legado, dado que por cada compra de una entrada hay la posibilidad de hacer un donativo a partir de 1€ que irá destinado única y exclusivamente al legado de la piloto madrileña, María de Villota.
Cita más que obligada para poder disfrutar de la mayor pasión de la piloto y sobre todo estar mas cerca que nunca de su legado.