La jornada 8 de la Liga F brindó un duelo intenso y disputado entre el Espanyol y el Atlético de Madrid, en un partido donde las diferencias en la tabla no fueron impedimento para que ambos equipos demostraran una gran fortaleza competitiva. Antes del inicio, el estadio guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas de la DANA en Valencia, lo que añadió un aire solemne al ambiente antes de la batalla.
En los primeros compases, el Atlético de Madrid mostró por qué ocupa los primeros puestos en la clasificación, con un inicio de juego dominante y un claro control de la posesión. Desde el primer minuto, las rojiblancas buscaron imponer su estilo, con rápidas combinaciones en ataque y una fuerte presión que obligaba al Espanyol a replegarse en defensa.
Sin embargo, el equipo de Sara Monforte mostró una disposición táctica sólida, presentando una línea defensiva de cinco jugadoras que resultaría fundamental para frustrar cada intento del Atlético de abrir el marcador.
Primer tiempo: monólogo rojiblanco sin final feliz
El Atlético de Madrid dominó en todo momento, con nombres como Marta Cardona, Synne Jensen y Fiamma Benítez generando peligro en el área rival. Cardona, en particular, fue una amenaza constante, teniendo el primer disparo al minuto 12, aunque Romane Salvador, la portera blanquiazul, se mostró segura y detuvo el balón sin dificultades. Pese a las constantes llegadas, al Atleti le faltaba precisión en los últimos metros, encontrando una férrea defensa en el Espanyol.
Laia Ballesté se convirtió en la gran heroína de la primera mitad, cortando cada balón que llegaba al área y posicionándose como una líder indiscutible en la defensa. Sus intervenciones fueron clave para mantener el empate, deteniendo los intentos de Paula Perea y Tatiana Pinto, quienes probaron suerte con disparos que, si bien claros, nunca lograron concretarse.
El Espanyol, por su parte, apenas pudo encontrar espacios para contragolpear. La única ocasión peligrosa llegó en el minuto 25, cuando Ainoa Campo intentó conectar con Lice Chamorro, pero el balón se fue largo. Fue una primera mitad donde las blanquiazules apostaron claramente por el aguante y la resistencia, manteniendo una posesión del 26% frente al aplastante 74% del Atlético, que cerró la primera parte con siete remates, tres de ellos dirigidos a puerta. Sin embargo, ninguno de estos intentos fue lo suficientemente preciso como para batir a Salvador.
Segundo tiempo: cambios estratégicos y tensión en aumento
En la segunda mitad, el equipo de Victor Martín decidió dar un giro a su estrategia con cambios importantes, introduciendo a Luany y Rasheedat Ajibade en el minuto 56. El entrenador rojiblanco optó por una táctica más ofensiva al sustituir a una defensa por una atacante, confiando en que la presencia de Luany, en su primer partido de Liga con el Atleti, aportara el toque de frescura y velocidad que necesitaban para desatascar el marcador.
El Espanyol, por su parte, no bajó la guardia. El equipo de Monforte se mostró compacto y siguió resistiendo los embates rivales. A medida que avanzaban los minutos, el Espanyol empezó a ganar confianza y, aunque sus llegadas eran esporádicas, generaron ocasiones de peligro, especialmente con un cabezazo de Ángeles del Álamo al minuto 77 que salió rozando la portería rojiblanca.
La defensa del Espanyol, liderada por una implacable Laia Ballesté, fue clave para resistir la presión. Ballesté, fichaje de esta temporada, fue sin duda la MVP del partido, bloqueando disparos, interceptando pases y salvando a su equipo en momentos críticos, especialmente cuando Ajibade y Luany intentaron colarse por las bandas con su velocidad.
La expulsión de Gio cambia el panorama
El momento crucial del partido llegó al minuto 83, cuando Gio, del Atlético de Madrid, fue expulsada tras recibir dos tarjetas amarillas en una breve sucesión. La primera amonestación fue por una falta dura sobre Amaia Martínez, y la segunda, por supuestamente replicar a la árbitra. Esta expulsión dejó al equipo madrileño con una jugadora menos en los minutos finales y condicionó sus opciones de llevarse la victoria.
Con la ventaja numérica, el Espanyol intentó mantener el resultado y aprovechar cualquier oportunidad al contragolpe. A pesar de la desventaja, el Atlético de Madrid no se dio por vencido. Sheila Guijarro tuvo una ocasión clara al minuto 89, pero, en un último acto heroico, Laia Ballesté desvió el balón con un efectivo corte, evitando el que hubiera sido el gol de la victoria para las rojiblancas.
La resistencia final
El árbitro añadió siete minutos al tiempo reglamentario, lo que permitió al Atlético de Madrid agotar sus esfuerzos en los instantes finales. A pesar de un último intento a balón parado y un córner que generó tensión en el área del Espanyol, el equipo blanquiazul logró resistir hasta el final. Romane Salvador, la portera local, recibió una tarjeta amarilla por pérdida de tiempo en el minuto 97, reflejo de la intensidad y dramatismo que caracterizaron los últimos minutos del encuentro.
Víctor 🎙️ pic.twitter.com/yEDEcIq658
— Atlético de Madrid Femenino (@AtletiFemenino) November 2, 2024
Finalmente, tras diez minutos de tiempo añadido, el árbitro pitó el final, sellando el 0-0 definitivo. El Espanyol, gracias a su solidez defensiva y la incansable labor de Ballesté, celebró un punto crucial que le permite situarse fuera de la zona de descenso con seis puntos. En cambio, el Atlético de Madrid se marcha con un resultado agridulce, que le permite sumar un punto más, contando con 21 en la clasificatoria general, pero le aleja momentáneamente de su objetivo de alcanzar al Barcelona en la cima de la clasificación.