El escándalo sacude a la rítmica italiana: vejaciones, humillaciones y malos tratos

El nuevo presidente de la Federación Italiana de Gimnasia Rítmica ha decidido despedir a la seleccionadora nacional Enmanuela Maccarani imputada tras una serie denuncias por parte de las gimnastas que salpican también a la ex entrenadora, Julieta Cantaluppi

El nuevo presidente de la Federación Italiana de Gimnasia Andrea Facci ha comenzado la limpia de la institución. La primera medida tras haber asumido su cargo, ha sido destituir a Enmanuela Macaroni, que llevaba en la institución 29 años, debido a las acusaciones de malos tratos por parte de las gimnastas Nina Corradini y Anna Basta por el juez de instrucción de Monza, quien hace apenas tres semanas rechazó la solicitud de archivo y ordenó a la Fiscalía proceder con la imputación forzosa. La seleccionadora niega los hechos.

La que fuera seleccionadora del conjunto nacional transalpino afirma que todas las denunciantes fueron deportistas que se quedaron fuera de los JJOO. “En treinta años he podido cometer algún error pero no he maltratado a nadie, todo el mundo me dice que me quede”, aseguraba Macaroni en una entrevista a la agencia de noticias ANSA.

Los polémicos audios

Pero tras conocerse esta destitución, la cosa ha ido a más. El propio Facci se ha visto envuelto en la polémica tras haberse filtrado unos audios, cuando era director deportivo de la masculina, en los que calificaba a una de las gimnastas Ginevra Parrini en la que en una conversación con otro presidente regional como “un coño precioso”.

La propia Parrini se ha pronunciado a través de Instagram con una historia en donde se puede leer “Quien olvida es cómplice”

Dos tramas entrelazadas

Se entrelazan aquí dos tramas. La de los malos tratos y vejaciones a las gimnastas. Para intentar esclarecer el primero, se intervinieron algunos teléfonos y las escuchas de los mismos han sacado a relucir dichas conversaciones.

También en esa línea de investigación se han destapado nuevos escándalos. Más graves incluso que de los que se le acusan a Enmanuela Macaroni. En estas escuchas telefónicas, se han filtrado conversaciones entre Olga Tishina (la adjunta de Macaroni) y Natalia Nesvetova (responsable regional). En esa charla de noviembre de 2022 se apunta directamente a una serie de vejaciones y humillaciones muy graves hacia gimnastas menores de edad por parte de Julieta Cantaluppi. 

Lo que sucede con ella (Cantaluppi) es mucho peor… Allí hay maltratos. Cuando hacía que Raffaeli y Serena Ottaviani se lanzaran el aro… cada vez que no lograban el lanzamiento, tenían que quitarse una prenda de ropa. Al final, se quedaban en ropa interior”.
Tishina también menciona prácticas ilegales a modo de castigo: “Las encerraba en una habitación pequeña, fría, sin teléfonos ni nada, porque habían entrenado mal. Era un castigo. Se quedaban sentadas en el suelo”.

Además en nuevas conversaciones entre una gimnasta y su madre, se añaden nuevas prácticas vejatorias en las que Sofia Raffaeli, medalla de bronce en los pasados Juegos de París, debía ponerse de rodillas para pedir perdón a Cantaluppi cada vez que erraba en un ejercicio. Pero a pesar de la dureza de estos episodios, no han prosperado ninguna de estas denuncias, aunque sí han salido a la luz conmocionando a la opinión pública.

Cantaluppi, tras salir del cargo en Italia, recaló en la Selección israelí y en la actualidad es entrenadora nacional.

Con el mundo de la gimnasia italiana en jaque, el Comité Olímpico Italiano ha tenido que pronunciarse. Así Giovanni Malago ha declarado que “Facci me aseguró haber hablado con la gimnasta y haberle pedido disculpas tras reconocer que se había equivocado”.

 

 

 

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