El escándalo del primer Laureus femenino: las trampas de Marion Jones

La historia de los llamados Óscar del deporte premió a una deportista años antes de conocerse sus trampas

Los llamados Óscar de los deportes cumplen 25 ediciones. Este 21 de abril en el Palacio de Cibeles de Madrid, Aitana Bonmatí puede hacerse con su segundo Laureus. Repetir galardón sólo está al alcance de muy pocas como Serena Williams o Simone Biles. De hecho, Bonmatí es la primera española en tenerlo.

Pero, ¿quién fue la primera mujer en lograr el Laureus?, ese logro está reservado para la atleta norteamericana Marion Lois Jones (Los Ángeles, 1975).

La californiana se destacó en su trayectoria deportiva primero en el baloncesto, aunque donde marcó un antes y un después fue en el atletismo. Destacaba por su impresionante zancada, velocidad y fortaleza. Marion Jones quería se propuso emular a su ídolo Carl Lewis. Y lo consiguió.

En 1999, en Sevilla deslumbró al planeta en el mundial ganando la prueba estrella de los 100m, que corrió en 10,7 segundos. Un preludio de lo que serían los JJOO de Sídney 2000, donde consiguió cinco medallas olímpicas, tres oros en la mítica prueba de los 100 metros. Coronó también los 200 m y el relevo 4x400m. Además, se llevo de la capital australiana dos bronces en la prueba de 4×100 y en el salto de longitud.

A partir de ahí, el salto a la fama de Marion Jones fue meteórico. Portada de la revista Vogue, de Time, todos querían contar con la deportista del momento. “Brilla más que el oro” o “la nueva ídolo del momento” fueron algunos de los titulares que se le brindaron en aquel último trimestre del año 2000.

El Laureus de Marion

Era muy lógico por tanto, que en los recién creados premios Laureus, Marion Jones fuese la primera mujer del deporte en recibirlo. La iniciativa de estos galardones nació en 1999. Estaba patrocinada por las firmas DaimlerChrysler (automoción, transporte y servicios) y Richemont (grupo suizo de productos de lujo como Cartier).

Su homólogo masculino, Tiger Woods. El mejor equipo con el que compartió premio, el Manchester United, la revelación era para Sergio García apodado “el niño” en el mundo del golf y el premio honorífico por toda una carrera era para Pelé. Todo, en una lujosa ceremonia celebrada en Montecarlo.

La atleta estadounidense estuvo nominada además en la siguiente edición y también en el año 2003.

Dopaje y cárcel

Sin embargo, años después, concretamente en octubre de 2007, le fueron retiradas dichas condecoraciones olímpicas debido a que se demostró que había incurrido en dopaje.

Tras años de investigaciones abiertas por el COI y haber negado haber consumido sustancias prohibidas, Jones confesó.

Afirmó haber mentido (y cometido perjurio en el juicio de 2003). La sustancia en cuestión era THG, tetrahidrogestrinona, un esteroide suministrado por el laboratorio BALCO, el epicentro de un escándalo de dopaje que involucró a varios atletas, incluido el que fue su marido en aquellos años, el lanzador de peso C.J. Hunter.

Marion Jones pasó de ser la novia de América a la tramposa de América. Fue suspendida de toda competición y sus marcas fueron eliminadas de los registros oficiales. La peor parte fue por haber cometido perjurio, por lo que en enero de 2008 fue condenada a ingresar en una prisión federal de Texas durante seis meses, también, por haber intentar modificar las pruebas de su dopaje.

Era madre de dos hijos de uno y cinco años. Recientemente Marion Jones ha confesado que esa fue la parte más dura de su paso por prisión. “Que mis hijos supieran la verdad” era lo que atormentaba a la californiana, quien hace unos meses volvió a la vida pública de la mano de un reality americano.

Uno de los mayores escándalos del mundo del deporte lo es también de la primera ganadora de los Laureus: Marion Jones.

 

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