Wimbledon

Se cumplen 30 años del Wimbledon de Conchita Martínez

Se cumplen 30 años del Wimbledon de Conchita Martínez, aquel en el que el tenis español obtuvo una victoria inédita hasta la fecha

Conchita Martínez ganó hace treinta años uno de los mayores logros para el tenis femenino español @conchita_martinez

Seguramente recuerden aquel verano de 1994, hace ya treinta años, en el que Conchita Martínez hizo más grande el tenis español. Hasta la fecha ninguna tenista española había conseguido levantar el trofeo de Wimbledon. Eso sí, su alter ego en aquellos años, Arancha Sánchez Vicario había conquistado Roland Garros en lo que desde luego era un gran hito para el deporte nacional.

El 2 de julio de ese mismo año, en Londres, Conchita Martínez, de 22, se ponía frente a frente a la mismísima Martina Navratilova, de 37. La tenista aragonesa había confesado que Martina era su ídolo de la infancia y la que le inspiró para ser tenista profesional, algo que sin duda ofrecía aún más emoción a la que ya por sí misma es una de las citas más importantes del tenis mundial. Para la checa además el All England Club era el jardín de su casa, porque para aquel partido en el que se enfrentaba a Conchita, Navratilova ya había ganado 9 veces Wimbledon. Había disputado en total 11 finales, habiendo perdido sólo dos, ambas frente a Steffi Graf.

Las apuestas, sin duda, no estaban del lado de la española, aunque desde luego llegaba a la central con un palmarés extraordinario. Partía como número 3 del ranking femenino, con dieciocho títulos y una plata olímpica obtenida en dobles en Barcelona´92, pero en el Gran Slam de hierba se estrenaba como finalista, un año antes se había quedado con la espinita cayendo en semis frente a la todopoderosa Graf.

La final respondió al espectáculo que se presuponía. Un partido de cinco horas y a tres sets (6-4, 3-6 y 6-3),  con los Príncipes de Gales, Carlos y Diana, como espectadores de excepción. Conchita empezó llevándose la primera manga y aunque se agarrotó en el segundo set, donde tuvo que precisar asistencia de los fisios con el 0-3 en contra, supo aguantar el vendaval Navratilova. Pero lo cedió y el duelo se resolvió en la manga definitiva. En el set decisivo, la española arrancó con 2-0; después con 4-2 y ya conservó su ventaja. El triunfo, el éxito de su vida, no se le escapó. Tenía en la mano el triunfo más legendario, el más deseado, el que no cambia por nada.

“Es una alegría inmensa. Solo respiras después del último punto. Mucha felicidad. Un éxito que no cambiaría por nada”.

A partir de ese logro histórico, que había cosechado solamente hasta la fecha otro español como Manolo Santana en 1966, (aunque Lilí Álvarez lo había rozado en tres ocasiones, en las finales de 1926, 1927 y 1928), la aragonesa disputó dos finales más de un major, en el 98 el Open de Australia frente a Martina Higgins y en el 2000 en la tierra batida de Roland Garros frente a Mary Pierce. Fue derrotada en ambas. No obstante, lo que seguro nadie esperaba en aquella tarde de julio de 1994, es que tras haber conquistado un logro inalcanzable, a Conchita sólo conseguiría emularle Garbiñe Muguruza. Lo hizo veintitrés años después y casualmente como pupila de su predecesora. Ellas han sido las dos únicas españolas en escribir su nombre en el All England Club.

Conchita Martínez asiste divertida a la entrevista de Mirra Andreeva tras ganar el partido de cuartos de final de Roland Garros

Treinta años después, Conchita Martínez vivirá desde dentro su torneo más especial. Volverá a pisar la hierba londinense, esta vez como entrenadora de Mirra Andreeva, una jovencísima tenista rusa que está deslumbrando a propios y a extraños. En Roland Garros Mirra ya nos enterneció con su inocencia y sus ocurrencias, como cuando confesó tras ganar los cuartos de final parisinos que no había seguido el plan que le había marcado su entrenadora porque lo había olvidado. Algo que arrancó la carcajada de toda la grada, incluida la propia Conchita. Detalles de espontaneidad propias de su edad fuera de las pistas, porque dentro de ellas, nadie podría decir que Mirra Andreeva es sólo una adolescente. Quizás, en esta edición de Wimblendon que acaba de arrancar, la historia nos tenga reservado un nuevo triunfo de Conchita Martínez aunque en esta ocasión la raqueta la empuñe otra mujer.