El deporte a veces tiene momentos insólitos, y el Olímpico de Roma hoy nos ha brindado uno de ellos en el Europeo de Atletismo. En la carrera de 20km la española Laura García-Caro se veía en el podio como tercera clasificada a muy pocos metros de la meta. cuando ya estaba sonriendo, brazo arriba celebrando que el bronce era suyo, la atleta ucraniana que venía cuarta le adelantó su posición por centímetros dejando a García-Caro con el cuarto puesto y una clarísima decepción que aún le tocará digerir. “Ahora tengo que asimilarlo, me tengo que curar el corazón” comentaba en zona mixta la onubense.
La atleta, que en los primeros kilómetros no tuvo buenas sensaciones debido al calor de Roma, consiguió ir encontrando su mejor versión a partir del 15km y marcar su propio ritmo. La última mirada hacia atrás “cuando quedaban ya unos cien metros, he visto que venía muy lejos y yo creía que ya no me iba a coger” Pero Lyudmila Olyanovska que vio como la española bajaba el ritmo para celebrarlo consiguió darle caza y arrebatarle el tercer cajón de un podio que no se le va a olvidar nunca a la atleta de marcha andaluza. Antonella Palmisano y Valentina Trapletti primera y segunda respectivamente, celebraban el triunfo en casa.
Cuando le preguntaban a Laura García-Caro porque no había optado por esprintar antes explicó “los sprints son peligrosos, y en marcha nos pueden descalificar”. Finalmente su 1:28:48 le ha valido para quedar en cuarto lugar, la conocida entre el mundo del deporte como medalla de chocolate.
Otro momento insólito
El Europeo en el Olímpico nos ha dejado también otro momento casi nunca visto. En esta ocasión la protagonista en cuestión era la atleta polaca Wojtunik “esto no lo habíamos visto nunca” comentaban desde la retransmisión de TVE.
La descalificación llegaba por una “false start” por la que veía la tarjeta roja. La delegación polaca reclamaba dicha decisión y horas después, la organización le daba la razón en forma de recompensa. Repetir la carrera, esta vez ella sola. Su único enemigo el cronómetro. En su segunda oportunidad y completamente sola Wojtunik corría en 13.22 batiendo el 13.23 para conseguir, por una centésima, la última plaza para clasificarse para la final de mañana.
Los segundos antes de confirmar su tiempo, se hacían eternos para la polaca que celebraba agachándose y rompiendo a llorar. Ha atacado la primera con la derecha, la segunda con la izquierda y todas las demás con la izquierda, algo también extrañísimo en una prueba de 100 metros vallas.
Dos momentos que entraran en la historia en esta primera jornada del Europeo, donde una de las mejores noticias ha sido la clasificación comodísima (14,10m) para la final de Ana Peleteiro. El domingo a las 21h de la noche y a través de Teledeporte, tratará de luchar por las medallas en una jornada que ha empañado su alegría con el episodio de racismo que ha vivido a través de sus redes sociales.