Finalmente y pese a todos los rumores alrededor que había tras su retirada por lesión en Mérida, Paula Badosa sí que va a estar en Indian Wells, o al menos sí que ha estado en el sorteo. Parece ser que el paso a un lado que dio en el torneo mexicano fue más por precaución que otras cosa, algo totalmente entendible teniendo en cuenta todo lo que ha pasado con su espalda. La jugadora española se juega mucho en el desierto de Coachella, nada menos que mantener su estatus de ‘top ten’ de la WTA, el mismo que recuperó en México pese a todos los problemas, y aunque es complicado, sí que está en su mano.
Badosa no defiende puntos al no haber podido participar el curso pasado, puesto que fue en este evento cuando sus dolores fueron a más y no saltó a pista, así que solo con jugar la segunda ronda -está exenta de la primera al ser cabeza de serie- ganaría puntos. Aunque su perseguidora más cercana y 11ª de la tabla, Mirra Andreeva, está en una posición similar. Y la rusa a diferencia de ella, llega pletórica tras ganar en Dubai a sus 17 años. Pero la de Begur no se va a rendir y va a darlo todo, aunque eso sí, tiene un cuadro muy complicado.
Paula Badosa celebrando un punto
Duras piedras en el camino, pero sin su bestia negra
Ser la 9ª del mundo implica una cosa, que en los octavos de final le va a tocar sí o sí con una jugadora del top 8. Ya sucedió en Dubai, donde apareció Elena Rybakina, en un partido agónico que le escapó entre los dedos por muy poco tras desaprovechar seis pelotas de partido. Pero esta vez va a ser exactamente lo mismo, solo que en lugar de la kazaja enfrente va a tener a las 8ª clasificada, la china Qinwen Zheng. La asiática ha ido perdiendo posiciones y ha caído semana tras semana hasta estar ahí, aunque en este evento recupera a su entrenador, el español Pere Riba, que ha estado unos meses alejado del circuito para operarse la cadera, por lo que estará crecida.
No obstante, para llegar a ese momento antes tendrá que pasar por las primeras rondas, no por la inicial por lo antes mencionado, así que empezará directamente en la segunda. En ella su rival será la rusa Kamila Rakhimova o la jugadora local Caroline Dolehide y en caso de vencer el nivel subiría ostensiblemente con la ucraniana Marta Kostyuk, a la que sabe lo que es vencer hace muy poco, pues le ganó en el Open de Australia.
Sabalenka lejos hasta la final
La bestia negra de Paula es su gran amiga en el circuito es Aryna Sabalenka, pues han coincido innumerables ocasiones, pero esta vez se ha librado de ella. En caso de ganar a Zheng en octavos en los cuartos de final tendría a la número 2 del mundo, Iga Swiatek. La de Varsovia llega en buena forma y será una interesante piedra de toque en el supuesto de llegar a este duelo. Si es capaz de vencer a la estrella polaca, que en esta pista es muy difícil, ya que es la superficie dura que mejor se le adapta, en semifinales podría tener a Jessica Pegula, Mirra Andreeva o su verduga en Dubai, Rybakina. Y ya en una hipotética final si que sería el momento de Sabalenka, o quizá Coco Gauff o Madison Keys.