Los dos mejores equipos del momento en el fútbol femenino se enfrentaban en una final para la historia. Y a la tercera fue la vencida. De las dos derrotas anteriores el Barça sacó la lección más valiosa para hacerse con la tercera orejona de su historia. En una Catedral abarrotada por 5o mil personas que batían nuevo récord mientras teñían de elásticas azulgranas, el lema de “mueven el mundo” se hizo más realidad que nunca. “Quien diría que lo íbamos a vivir algún día” decía Virginia Torrecilla. Es la era del fútbol femenino y la era del Barca.
El ritmo intenso se impuso desde los primeros compases. En el minuto cuatro el Olympique ya avisaba con una ocasión el Barça respondía con un jugadón de Graham Hansen que no culminaba bien Salma Paralluelo. A partir de ahí el toma y daca fue la tónica de la primera parte. La más clara en el minuto 13 con un palo de las francesas que cortaba la respiración a la afición culé. En el minuto 27 Patri Guijarro la tenía en sus botas tras una pérdida de la defensa francesa mientras el Barça iba consolidándose como el equipo más sólido de la final.
Pedía penalti el Barça por caída de Salma en el área, aunque la colegiada no consideró la falta. Al filo del descanso un disparo cruzado se le iba por centímetros a Graham antes de marcharse las jugadoras al vestuario.
Ya en el segundo tiempo Renard podía haber puesto el 0-1 para desequilibrar la balanza en favor de las lyonesas. La Ministra Pilar Alegría, el máximo representante de la UEFA Alexander Ceferín y el presidente del FC Barcelona Joan Laporta no perdían detalle desde el palco de autoridades, donde destacó también la presencia del que fuese presidente de la RFEF, Angel María Villar.
Pero en el 62´ llegó el premio para el Barça, Mariona Caldentey convirtió un pase magnifico para encontrar la inspiración de Aitana Bonmatí convirtió su sexto gol en la competición europea hizo que se cayese San Mamés abajo. Desde el banquillo, suplentes y cuerpo técnico se fundían en un abrazo de euforia.
Había que mantener el resultado en los minutos más largos para el Barça, más desesperantes para el Olympique. Ona Batlle daba el susto que sufrió un golpe en la cara por el que tuvo que ser atendida a los pocos minutos de haber ingresado en el campo. Tendría que aguantar algún arreon más las culés que encontraron en las intervenciones impecables de Cata Coll el seguro necesario para respirar tranquilas y dejar la portería a cero.
Seis minutos de añadido se anunciaban en el luminoso, tiempo que daba lugar a que Alexia Putellas saliese para regalar unos minutos al respetable y un gol para hacer historia. 2-0 y póker para una final para enmarcar.