Daniela Guillén, la reina española del barro

La subcampeona española del Mundial de Motocross charla con Artículo14

Daniela Guillén durante la última carrera del Mundial de Motocross en Turquía @danielaguillen_255

Con el segundo puesto de forma consecutiva en el Mundial y recién llegada de Rumanía tras revalidar el título de las Naciones Europeas como campeona absoluta, Daniela Guillén ya se encuentra entre las mejores del mundo en Motocross. Ninguna mujer del mundo lo había logrado antes. Ella sólo tiene 18 años. “Lo he petado un poco”, nos dice riendo.

La reina del barro

De todas las disciplinas que tiene el motor, quizá el motocross sea la que más resistencia y físico exija al piloto. Eso hace que cuando las mujeres compiten de tú a tú contra los hombres se generen, por pura lógica, desigualdades más evidentes que en otras disciplinas, como es por ejemplo, la velocidad. “Es un deporte más agresivo, más exigente“, explica la piloto.

Daniela Guillén lo sabe, y por ello, el campeonato femenino es el lugar donde lucirse. Y esta temporada lo ha hecho, repitiendo la hazaña del año pasado. “Que te salgan las cosas hace que quieras seguir luchando por tus sueños”.

Un subcampeonato agridulce

Este año se quedó a sólo cuatro puntos de la corona, después de una serie de infortunios en el Mundial que le fueron haciendo perder la posibilidad de hacerse con el título. “He perdido puntos por circunstancias ajenas, eso ha sido lo más duro”.

Una carrera en la que iba primera fuese detenida por la lluvia a 20 segundos de acabarse, o una descalificación que premiaba en puntos a sus rivales directas le dejaron con posibilidades remotas de hacerse con la corona. De cara a la carrera definitiva no bajó los brazos, peleó hasta la última vuelta de la última carrera en Turquía. “Si no llego a haber ganado en Turquía mentalmente hubiese sido muy complicado”, confiesa.

Hizo lo que tenía que hacer: ganar y esperar a que ocurriese un milagro. La primera parte se cumplió, la segunda no y fue subcampeona. “Me jodió bastante pero yo di todo de mí, un piloto sólo quiere ganar, el segundo le sabe a poco”.

La cabeza, sin embargo, no le jugó malas pasadas y a pesar de asumir no llevarse el Mundial acepta que el segundo puesto es muy meritorio “ninguna mujer española lo ha conseguido nunca”, nos recuerda, con una sencillez aplastante. “El día más feliz de mi vida será cuando al fin consiga el Mundial”.

Sobre quedarse a cuatro puntos del Mundial: “El segundo sabe a poco. Me jodió bastante”

Ella es el referente de muchas niñas aunque cuando empezó casi no había en quien fijarse. “Yo lo noto cuando las niñas pequeñas me piden fotos o me paran por el paddock y me preguntan qué tienen que hacer para llegar a dónde estoy yo, ahí me doy cuenta de que para ellas soy alguien especial”.

Las rivales son en la mayoría de los casos, amigas y compañeras. Por ello, para Daniela, el mensaje más emocionante que recibió fue el de su rival en pista. “Duncan me felicitó, somos rivales pero amigas fuera de la pista, como con casi todas salvo con Lotte, que es alguien más especial”.

La vida en el motocross

Más de veinte viajes al año, entrenos y competiciones le hicieron decidir en dedicarse al motocross en su totalidad. “Cuando acabé la ESO en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat decidí dejar los estudios”, pero esta apuesta no le da miedo. “Yo intento pensar en el presente. Aunque deje de ser piloto hay otras salidas como el enduro o el Dakar, no me da vértigo, porque toda mi vida ha sido moto, moto, moto y eso va a ser así siempre”, reconoce.

Esa vida que ahora le llena no estaba planeada. Una moto llegó a casa por un regalo casual y desde que la probó con tres años ya no quiso bajarse de ahí. “Empecé por un parking dando vueltas y con seis años hice mi primera carrera y ya empecé a entrenar con Xevi Colomer“, recuerda Guillén. Ahí también empezó a ver el barro como su propio habitat, hoy ya lo tiene completamente asumido “hay veces que hasta nos limpian con la karcher de todo el barro que tenemos”, comenta divertida.

“He tenido que oír muchas veces eso de te ha ganado la niña”

El equipo y la apuesta de Last Lap le dieron la oportunidad de hacer un equipo profesional pensado para ella “cuesta mucho encontrar patrocinios y que apuesten cien por cien por ti“, reconoce de un mundo en el que todavía no hay plena igualdad, “también es muy llamativo que no haya mujeres en ningún equipo factory”, explica. “De hecho al principio he tenido que escuchar mucho eso de, te ha ganado la niña”.

Su vida ahora transcurre en Zaragoza, donde el equipo tiene la base de operaciones y donde entrena cada día con un calendario y mapa mental para saber donde y cuando es la siguiente competición.

Dicen que de los segundos no se acuerda nadie, sin embargo su subcampeonato es más de lo que ha conseguido ninguna mujer hasta ahora. Daniela Guillén promete seguir volando sobre el barro dando muchas alegrías al motor español.

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