El deporte siempre ha sido algo caracterizado por ser para todos los públicos, y dependiendo de los casos casos, barato, pero eso al nivel más básico, pues según va ascendiendo el nivel, todo se encarece. Y este es el caso del ciclismo, ya que prácticamente todos hemos tenido en algún momento de nuestra vida una bicicleta, algunas más caras, otras más baratas, pero en general, una, sin embargo, si miramos entre los profesionales, podemos comprobar que las máquinas que llevan son eso, unas auténticas obras de la ciencia que tienen precios descomunales. Y el mejor ejemplo para comprobar eso es sin duda en la competición por excelencia, el Tour de Francia, donde todos los equipos llevan lo mejor de mejor, ya sea en corredores, o como no, material.
Las bicicletas de estos grandes deportistas son auténticas máquinas perfectas, con algunas piezas creadas en laboratorios, y todo eso probado hasta la saciedad. En estos niveles cualquier gramo puede significar algún segundo de ganancia, y un segundo puede dar una carrera como el Tour de Francia, donde la diferencia es mínima. En el ciclismo destaca que pese a que haya unos que se dediquen a escalar puertos de montaña y otros a luchar en sprints apretadísimos, todos llevan la misma montura. Y esto es porque están hechas de manera exacta para que permitan el máximo rendimiento y pesen lo menos posible, pero aguanten la velocidad como si nada.
Es tan importante subir como bajar, y con una bici de cinco kilogramos se puede subir, pero bajar a más de 120 kilómetros por hora es casi como volar, y por eso deben resistir, y claro está ser seguras para que marchando sobre cubiertas de milímetros no se conviertan en trampas mortales sobre ruedas.
Fórmulas 1 a pedales
Ya ha quedado claro que prácticamente vuelan, y para eso se investiga para hacerlas lo más rápidas posible, de hecho, no son pocos los equipos que tienen colaboración directa con equipos de Fórmula 1, de los que usan sus túneles de viento para poder conseguir unas ganancias marginales que les hagan ganar carreras.
También hay que diferenciar sobre otro tipo de bici, las de contrarreloj, que son más caras y diferentes, ya que estas sí son perfectamente aerodinámicas, puesto que solo tienen un objetivo, volar. Ver por ejemplo a Filippo Ganna, el que fuera campeón del mundo de la lucha contra el reloj, pero es un morlaco de 90 kilos, generando potencia, es un espectáculo en sí mismo, y por eso, la máquina sobre la que lo haga debe ser totalmente perfecta.
¿Cuánto cuesta una bicicleta del Tour de Francia?
Pese a que varía según la marca y el equipo, más o menos, si hacemos una media entre las más caras y las más baratas, cada bici de la carrera francesa cuesta en torno 11.500 euros, por lo que si se suma el precio a las 60 que cada escuadra lleva para el evento, se puede calcular que la inversión gira en torno a los 700.000 euros por equipo participante, ya que las de contrarreloj son siempre son mucho más caras.
Si nos vamos a la venta al público, podemos ir directamente a un ejemplo de este año en el que se ve la diferencia. Este es el caso de la Specialized del Bora Red Bull, que cuesta exactamente 17000 euros, lo que contrasta con la Van Rysel del Decathlon AG2R, que está en 9000 euros. Casi el doble por dos bicicletas que realmente no se diferencian demasiado entre ellas.