El Rally Dakar sigue avanzando y apenas quedan dos etapas para que llegue a su fin. No ha sido esta la mejor edición para los españoles, que lo han pasado soberanamente mal y apenas quedan en carrera. La principal opción era el ganador del año pasado, Carlos Sainz, que se quedó fuera a las primeras de cambio tras volcar y dañar su Ford, hasta el punto de que la FIA no le permitió salir. Una situación similar a la de Laia Sanz, que soñaba con triunfar en su categoría de dos ruedas motrices. Por otro lado, Cristina Gutiérrez y Nani Roma tuvieron que acabar antes de tiempo por problemas mecánicos, aunque siguen en carrera optando a ganar etapas pero no a la general.
De hecho, el triunfo está muy abierto pues a falta de solo dos jornadas los Toyota de Lategan y Al-Rahji, el Ford de Ekstrom y el Dacia de Al-Attiyah siguen con opciones. Mientras que en motos tenemos a un español, Tosha Schareina, peleando por su primer ‘Touareg’, aunque eso sí, se ha encontrado con la tremenda oposición de Daniels Sanders, que comanda la clasificación con casi 17 minutos de ventaja, por lo que haría falta una gran sorpresa para que acabara en manos de piloto valenciano.
Tosha Schareina, el español que opta a ganar la categoría de motos en el Dakar
Sin premio
Todos ellos quieren ganar, pero no solo por la gloria, si no porque se corre también por dinero, aunque hay una categoría que no recibe nada por el triunfo, y es la más importante. Y es que los ganadores de Ultimate, la categoría principal de coches que acapara la mayoría de los focos de la carrera y en la que corren los grandes nombres, son los únicos que no optan a conseguir un premio más allá del trofeo. Y es que estos suelen tener contratos brutales con las marcas que hacen que las cifras que se manejen sean muy escasas.
Una carrera a pérdidas
Para quien sí que hay recompensas es para el resto de triunfadores sobre cuatro ruedas, que se llevan premios de 5.000, 3.000 y 2.000 euros para los tres que pisen el podio en Stock, Challenger, SSV y camiones, y algo menos, 3.000, 2.000 y 1.000 se llevarán el top-3 de 4×2 y de la clasificación de mujeres, que también compiten en una clase independiente para ellas.
En cambio, si pasamos a las dos ruedas, vemos que hay premios económicos para todas sus clases, incluida la principal. Además, tanto en RallyGP como en Rally2 son cinco las posiciones que recibirán un extra. Los primeros, se repartirán 50.000, 25.000, 15.000, 10.000 y 5.000 euros; mientras que los segundos optan a 15.000, 10.000, 8.000, 7.000 y 6.000. Para el resto, sí serán tres los premiados con 6.000, 4.000 y 2.000 euros para la categoría júnior y 3.000, 2.000 y 1.000 para las mujeres, los rookies y los pilotos de Original.
Lo que está claro es que correr el Dakar no compensa a nivel económico, y quienes lo hacen es lógicamente con otros objetivos, y es que los gastos que conlleva son brutales. Y es que participar puede costar un mínimo de 100.000 euros si se corre en la categoría de motos Original by Motul, que es la más barata, mientras que la cifra se dispara en la categoría Ultimate, donde la factura se puede disparar fácilmente hasta más de un millón para particulares. Todo ello sin contar mecánicos, inscripciones y piezas de repuesto.