Opinión

Contra el acoso y por la conciliación

Los avances logrados en la Selección esperan ahora poderse trasladar a la LigaF con el nuevo convenio

El beso de Rubiales a Jennifer Hermoso - Deportes

El escándalo del beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso RTVE

Cuando vea la luz, que está cerca, el nuevo convenio colectivo para las mujeres futbolistas en España será la primera gran oportunidad para pulsar cuál es el interés real en avanzar en temas tan importantes como las mejoras salariales y en otros tan necesarios como los protocolos de acoso o la maternidad.

El pasado septiembre, pocos días después de que la selección se proclamase campeona del mundo, se vivió una situación dantesca en la Liga F, al paralizarse su inicio por una huelga por segundo año consecutivo. El año anterior fueron las árbitras, en esta ocasión eran las futbolistas, a través de sus sindicatos, quienes reclamaban así un convenio digno.

Con los ojos del mundo puestos en el país que acababa de colgarse la primera estrella en su camiseta, el presidente besucón campaba aún a sus anchas y sindicatos y patronal eran incapaces de alcanzar un acuerdo en el que llevaban meses de negociación. La importante inyección económica que el gobierno había diseñado para profesionalizar el fútbol femenino, financiando con más de 36 millones de euros , parecía convertirse en argumento arrojadizo por parte del entonces Secretario de estado Victor Francos contra la presidenta de la Liga F Beatriz Álvarez.

Se acabó alcanzando un acuerdo fijando los salarios mínimos en 21.000 , 22.500 y 23.500 para los tres años de vigencia, ni siquiera la mitad de lo que proponía FutPro, el sindicato que representó a las internacionales españolas en sus reivindicaciones tras el asunto Jenni Hermoso.Pero el acuerdo quedaba cojo porque no abordaba temas de tanto o más calado que el económico. Esas que se esperan para este texto que saldrá de manera inminente.

En vísperas de viajar al Mundial de Australia y Nueva Zelanda, el mismo sindicato logró cerrar un acuerdo de conciliación familiar para que las jugadoras dispusieran de una bolsa económica igual a la que disponen los futbolistas para el desplazamiento de familiares, y se logró otro hito especialmente relevante, al permitir que las jugadoras madres de hijos menores de 2 años pudieran estar con ellas en el hotel acompañados de sus parejas.

El plante de “las 15” había servido para algo, aunque el precio fuese demasiado alto.

Ese Mundial fue un punto de inflexión en cuanto a conciliación. Tras el anterior, el de Francia 2019, FIFA dio un gran paso adelante para favorecer que las futbolistas pudieran ser madres, instaurando una baja de maternidad obligatoria mínima de 14 semanas manteniendo al menos dos tercios del salario y estableciendo la obligatoriedad de facilitar ayuda médica y física a las madres para regresar a la actividad profesional tras dar a luz.

En ese marco de avances sobre la conciliación y medidas para favorecer la maternidad que ya se han logrado en el entorno de las selecciones, no parece razonable que el convenio que regula las condiciones laborales de las jugadoras de la Liga F no recojan, al menos , lo que sí se ha alcanzado a nivel internacional.

Que las futbolistas que son madres en la liga española se cuenten con los dedos de una mano, incluso sobren dedos, es una anomalía respecto a otros deportes que debe corregirse con carácter urgente.

El éxito del convenio estará en alcanzar el punto de equilibrio.Las condiciones laborales que regulen el fútbol profesional en España deben ser acordes con los avances que se vienen produciendo en otros países del mundo más avanzados en asuntos de igualdad y a la vez permitir la sostenibilidad de una Liga F que no ha crecido de manera proporcional al éxito deportivo de las futbolistas de la selección española.

Este viernes está citado el ex presidente Rubiales en la Audiencia Nacional, donde se le notificará la apertura de juicio oral por el beso no consentido a Jenni Hermoso, por el que la Fiscalía solicita 2 años y seis meses de cárcel por agresión sexual. Hace 2 meses se conoció que el Ministerio de Trabajo sancionó a la RFEF y a tres clubes femeninos, uno de ellos el FC Barcelona por ausencia de planes de igualdad ni de acoso. En el caso de la RFEF por no activar el protocolo de acoso, que sí recogen los reglamentos de la federación, para proteger a la jugadora.

Buen momento para establecer un marco que salvaguarde a las jugadoras profesionales que jueguen al fútbol en España y las libren de acosadores que, desgraciadamente, han campado a sus anchas y siguen brotando de vez en cuando en el territorio sin ley que hasta ahora parecía ser el fútbol femenino español. Esto sí debe ser el definitivo “se acabó”.

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