Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido esta semana escenario de una nueva controversia significativa, en este caso, en el boxeo femenino. Las boxeadoras Imane Khelif de Argelia (-66 kg) y Lin Yu-ting de Taiwán (-57 kg) fueron descalificadas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) debido a la detección de cromosomas XY y niveles inusuales de testosterona. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha permitido su participación en los Juegos, generando un debate sobre la equidad y la inclusión en el deporte.
La IBA descalificó a Khelif y Lin en el último Mundial de Boxeo debido a su intersexualidad (cualidad por la que el individuo muestra, en grados variables, caracteres sexuales de ambos sexos), argumentando que la presencia de cromosomas XY y altos niveles de testosterona podrían otorgarles una ventaja injusta. Esta decisión se fundamenta en la normativa de la IBA sobre la elegibilidad en las categorías femeninas, la cual busca mantener la equidad en la competición.
El COI, sin embargo, ha tomado una postura diferente al permitir que ambas boxeadoras compitan en París 2024, al igual que hicieron en Tokio 2020. Esta decisión se basa en directrices más inclusivas respecto a los atletas intersexuales, reconociendo la complejidad de su situación. El COI aboga por un enfoque individualizado, considerando múltiples factores para asegurar una competición justa.
Se ha podido relacionar con el Síndrome de Swyer
Consultadas fuentes científicas por este diario, se ha podido relacionar esta situación con el “Síndrome de Swyer”, una afección genética rara por la que una persona presenta rasgos femeninos a pesar de tener un cromosoma X y un cromosoma Y (patrón del sexo masculino)”.
“La persona tiene órganos genitales femeninos, entre ellos, útero, trompas de Falopio y vagina. Sin embargo, los ovarios no se desarrollan y en su lugar hay masas de tejido”. A menudo, el síndrome de Swyer “se diagnostica durante la pubertad”. Esta condición “no tiene relación con otro síndrome con componente genético como es el de Klinefelter”, que es una “afección genética que se produce cuando un niño nace con una copia adicional del cromosoma X (XXY) y que afecta a los hombres, a menudo sin ser diagnosticada hasta la edad adulta.
La boxeadora italiana, abandonó el ring tras un golpe de Khelif
La controversia alcanzó un nuevo nivel cuando la boxeadora italiana Ángela Carini se retiró de los octavos de final de los Juegos Olímpicos a los 46 segundos, tras recibir dos fuertes golpes de Imane Khelif. Este acto reflejó la tensión y el desacuerdo dentro de la comunidad del boxeo, subrayando la necesidad de una mayor claridad y coherencia en las políticas de elegibilidad.
Ayer viernes, en el centro de prensa de París 2024, el exjugador de baloncesto Pau Gasol, miembro de la Comisión de Atletas del COI, ofreció su perspectiva sobre el tema. Gasol expresó que es crucial pensar a largo plazo, más allá de la polémica inmediata en el boxeo, y regular para que no haya “ventajas desproporcionadas” con los deportistas que pasan por un cambio de sexo. Gasol afirmó que “la situación del boxeo es una situación compleja, que tiene muchas vertientes, más allá de la clara y evidente, de que un hombre que cambia de sexo en algún momento de su vida y ahora es una mujer y compite en un deporte concreto, puede tener una ventaja sobre sus competidoras. Eso es lo que obviamente tenemos que evitar desde el COI”, dijo, para “promover una competición en igualdad de condiciones“.
Reuniones entre la primera ministra italiana y el presidente del COI
Con motivo de informar al presidente del Comité Olímpico Internacional, el belga Thomas Bach, sobre el progreso de los Juegos Olímpicos de invierno de Milán-Cortina 2026, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se reunieron ayer viernes en París.
En el centro de las conversaciones, explicó el Gobierno italiano en una nota, estuvo “el intercambio de opiniones sobre el progreso de los Juegos y el estado de preparación de los Juegos Olímpicos de Invierno Milán-Cortina 2026″. Asimismo, durante el encuentro presencial también se trató el caso de la deportista Imane Khelif y el tema de las reglas para garantizar la equidad en las competiciones deportivas. Ambos acordaron “que el Gobierno y el COI seguirán en contacto para evaluar cómo abordar la cuestión en el futuro”.
El caso español de Jennifer Fernández
Por su parte, Felipe Martínez, presidente de la Real Federación Española de Boxeo, también aportó su perspectiva en declaraciones a Artículo 14. Martínez confirmó que “ambas púgiles fueron descalificadas del Mundial de Boxeo disputado el año pasado tras no superar las pruebas de elegibilidad de género”. Sin embargo señala que, “el COI sí les ha permitido formar parte de sus respectivas categorías en París 2024”. Martínez destacó un caso concreto del equipo español: “una integrante del equipo nacional de boxeo español, Jennifer Fernández, se cruzó con la taiwanesa Lin Yu-ting en los Mundiales de 2023 y perdió la beca del CSD al perder en semifinales cuando estaba luchando por los primeros puestos del mundial”.
Martínez concluyó que “la Federación Internacional tiene un criterio y el COI, otro. El mundo del boxeo está pendiente ahora de este caso.”
La boxeadora y actriz Jennifer Miranda contundente: “no se meten goles, son golpes”
También, la boxeadora profesional Jennifer Miranda, ex olímpica y campeona AMB Gold del peso pluma, se ha pronunciado sobre la controversia para este diario. Miranda ha subrayado que el mundo del boxeo “lleva tiempo debatiendo sobre los géneros” y ha llamado a la “cautela” en estos temas. “Nadie va en contra de las deportistas sino de las reglas, que no están completamente definidas. Cada organismo internacional -refiriéndose a la IBA y al COI- es dispar y entiendo que intentan mejorar el deporte con las normas, pero que se pongan de acuerdo”.
Miranda añadió que en el boxeo “no se meten goles, son golpes” y “si no están las reglas bien definidas, se juega con la salud de los deportistas. No tiene nada que ver el golpe de un hombre con el de una mujer, por muy fuerte que sea. El mundo cambia y hay que desarrollar nuevas reglas y crear divisiones nuevas para que todo sea lo más justo posible. Si queremos igualdad y lo queremos en el boxeo, que hagan baremos”.
Reconocimiento del COI y la IBA
El COI no reconoce oficialmente a la IBA desde 2019 debido a problemas de gobernanza y finanzas dentro de la asociación. Esta falta de reconocimiento ha llevado a una divergencia en las decisiones sobre la elegibilidad de los atletas. Mientras que otras federaciones internacionales aplican sus propios parámetros bajo la delegación del COI, la IBA se encuentra en una posición precaria, lo que complica la implementación uniforme de las directrices.
Imane Khelif y Lin Yu-ting ya habían competido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sin incidentes notorios relacionados con su elegibilidad. La situación actual ha reavivado el debate sobre cómo gestionar la participación de atletas con condiciones intersexuales en competiciones de élite.
El estatus internacional de las personas intersexuales
El estatus legal y social de las personas intersexuales varía considerablemente en todo el mundo, y Argelia y Taiwán no son excepciones. En Argelia, las leyes y la sociedad tienden a ser estrictamente conservadoras respecto a temas de género y sexualidad. La intersexualidad no está explícitamente penada, pero la falta de reconocimiento legal y el estigma social pueden llevar a la discriminación. Las personas intersexuales pueden enfrentar desafíos significativos en términos de derechos humanos, acceso a atención médica adecuada y aceptación social.
En cambio, a Taiwán se le considera como uno de los países progresistas en Asia respecto a los derechos LGBTQ+. Aunque no hay leyes específicas que penalicen la intersexualidad, la sociedad taiwanesa es más abierta y acepta la diversidad de género. Taiwán ha avanzado en la protección de los derechos de las personas LGBTQ+, aunque aún hay desafíos y barreras culturales que superar.
La controversia en torno a Imane Khelif y Lin Yu-ting en los Juegos de París 2024 subraya los desafíos en la gestión de la elegibilidad de los atletas intersexuales. La diferencia en las decisiones de la IBA y el COI resalta la necesidad de un diálogo más profundo y una mayor coherencia entre las organizaciones deportivas internacionales. Con los Juegos Olímpicos de París 2024 en curso, está la polémica en grado 1.