Carolina Marín ha puesto fecha a su regreso. Después del final tan amargo que vivió en los Juegos Olímpicos, cuando tuvo que retirarse lesionada a ocho puntos de pasar a la final olímpica, ha vuelto a comparecer ante los medios para explicar como se siente y también sus planes de futuro. A pesar de que el presente no es muy halagüeño, con una recuperación de una rotura de cruzado por medio (de la que ya ha sido intervenida), ella tiene en mente retirarse en una pista “no quiero que una lesión me retire, me daría mucha pena”. Aunque no quiere ponerle fecha, sí dio una pista de donde podría ser esa retirada.
Así lo expresó en la entrevista que ofreció para el Partidazo de Cope, en donde apuntó al Campeonato Europeo de 2026. Este podría además ser celebrado en Huelva y en el pabellón que lleva su nombre, lo que supondría una retirada soñada. Lo haría con 33 años y una medalla de oro olímpica en su haber, la que obtuvo en Río 2016. Aunque eso sí, “quiero tomarme esto con mucha paciencia”, no tiene prisa y ahora “en lo que menos pienso es en coger una raqueta de bádminton”.
Abrumada por tanto cariño
En la entrevista Carolina Marín también ha querido desarrollar cómo fueron las horas posteriores a la fatídica lesión. Una semana desconectada de todo, incluido el teléfono móvil y las redes sociales, que cuando volvió a conectar “hubo mensajes que escuché con la lagrima caída”. De hecho uno de los que ha destacado es un audio que recibió de Rafa Nadal. Tuvo, cuenta Carolina, que escucharlo de nuevo para cerciorarse de que era él.
Además, medallistas como Saúl Craviotto o Teresa Perales se acordaron de ella cuando consiguieron sus preseas. Gestos de cariño con los que Marín ha reconocido sentirse abrumada, y que le han ayudado enormemente para sobrellevar estos momentos tan duros vividos a partir del 4 de agosto.