Blanca Manchón, ex deportista olímpica de Windsurf, nos ofrece una mirada nostálgica y enriquecedora sobre su experiencia en la Villa Olímpica. Con recuerdos de su primera participación en Atenas 2004, Manchón comparte detalles para Artículo 14 sobre la vida en el núcleo de los Juegos Olímpicos, la convivencia con otros atletas y la evolución de las instalaciones a lo largo de los años. Su experiencia refleja tanto los desafíos como las alegrías que definen la vida olímpica.
Conserva un recuerdo especial vivido en la Villa de los Juegos de Atenas 2004 cuando se encontró con Rafa Nadal y se sentaron en el bordillo de una de las calles para comer un paquete de pipas y hablar sobre el deporte en general.
Blanca Manchón en los JJ.OO de Tokio 2020
P: ¿Cómo fue tu experiencia en la Villa Olímpica durante tus Juegos Olímpicos? ¿Qué te sorprendió en particular?
R: Mi primera experiencia fue inolvidable. Veía gente muy variada de todos los deportes y el ambiente era increíble. Lo que más me sorprendió fue la gran cantidad de comida que consumían algunos atletas; en Atenas, había un McDonald’s y los estadounidenses solían comer allí.
P: ¿Cómo fue la convivencia? ¿Tienes alguna anécdota memorable que te gustaría compartir?
R: Fue muy buena. Te invitaban a su apartamento y te presentaban a deportistas de otras disciplinas, lo que facilitaba hacer muchas amistades. Recuerdo especialmente estar en Atenas 2004, con 17 años, comiendo pipas con Rafa Nadal. Nos conocimos cuando él iba de suplente de Juan Carlos Ferrero, y después de aquello, se convirtió en la estrella que es hoy.
P: ¿Cómo se organizaban tus rutinas diarias y entrenamientos dentro de la Villa Olímpica? ¿Encontraste algún desafío particular relacionado con el entorno?
R: Me levantaba por la mañana, iba al comedor a desayunar y luego al gimnasio de la villa para hacer rutina de fuerza y bicicleta. Después me iba a la Marina Olímpica a entrenar y, al regresar, hacía mis estiramientos o volvía al gimnasio. Los desafíos incluían ajustar mis rutinas a las instalaciones disponibles y a los horarios.
P: ¿Hay alguna experiencia específica que todavía te impacte hoy en día de tu participación en los Juegos?
R: Los Juegos Olímpicos son el sueño de cualquier deportista. Participar en ellos me impactó profundamente; estar en ese club de élite te da una adrenalina y una sensación de logro que pocas experiencias pueden ofrecer. La vivencia en sí misma es una gran motivación y una fuente constante de orgullo.
P: ¿Cómo crees que ha evolucionado la experiencia para los deportistas en términos de instalaciones, apoyo y tecnología?
R: La tecnología y las instalaciones han evolucionado considerablemente. Lo comprobé en Tokio 2020, donde la villa era prácticamente una ciudad por sí misma. Aunque las habitaciones siguen siendo bastante básicas y no lujosas, las instalaciones en general son muy bonitas y funcionales. Espero que en París 2024 hayan mejorado en cuanto a tecnología y accesos, ofreciendo a los deportistas un entorno aún más avanzado y cómodo.
Blanca Manchón en los Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018