Los Juegos Olímpicos de París dejaron muchas grandes historias en forma de hitos para el deporte español, ya que muchos deportistas que llevaban años buscando que to les saliera bien el día D a la hora H, conquistaron su sueño en forma de medalla. O no solo ganando, si no con una actuación digna de estar en el recuerdo. Y es que los JJOO son eso, el mejor escaparate posible para darse a conocer. Pero si hay una disciplina que haya logrado dar un salto de popularidad, esa es sin duda el baloncesto 3×3. En la capital gala solo llegaron ocho equipos, y la selección femenina española consiguió un hito al quedar en segunda posición, manteniendo a toda España pegada a la televisión en la final ante Alemania, y ese ha sido solo el principio de su camino.
En el partido por el oro perdieron de forma agónica en la prórroga, pero ya en el recuerdo están los partidos ante Estados Unidos o las exhibiciones en fase de grupos ante Canadá o Azerbaiyán. Pero eso forma parte del pasado, porque este mismo verano tenían un nuevo objetivo, la Copa de Europa, que iba a tener lugar en Viena, en la que se les presentaba la oportunidad de conseguir el cetro continental, y no han fallado.
Arrasando en cada partido
Las españolas han conquistado el torneo tras vencer con mucha solvencia en cada uno de los partidos disputados, además, de dándose el gustazo de arrasar en la final a Francia, la gran favorita antes de empezar, por 19 a 11, en un duelo que dominaron de principio a fin. Y es que justo veinte días después de ganar la plata olímpica, Gracia Alonso de Armiño, Juana Camilión, Vega Gimeno y Sandra Ygueravide se han proclamado campeonas de Europa en un evento en el que sobresalieron desde el primer día y del que han salido invictas.
En el cruce por el trofeo, España no dio opción a su rival, al que machacó a puntos dobles y ante la que desarrolló el mejor juego en una competición que ya había sido bueno hasta ahora; y es que antes de batir a las galas en la final, las jugadoras españolas habían dejado atrás con mucha suficiencia a Azerbaiyán, Austria, Ucrania y Polonia para acabar sumando su segundo título europeo, tras el logrado en París en el año 2021.
Un verano para el recuerdo, que puede mejorar
Las propias jugadoras saben que ha sido un verano “increíble”, aunque como reconoce Juana Camilión, la más joven del grupo y que logró recuperarse de una lesión que sufrió en el partido contra Austria, en la fase de grupos, también ha habido “mucho trabajo” por detrás para conseguir el hito logrado. “Al final hemos logrado buenos resultados y estamos encantadas, la verdad”.
Pero como en todo, las jugadoras españolas admiten que aún hay margen de mejora. “Siempre se puede mejorar, eso es un hecho. Hemos cometido errores. Hay que mirarlos y corregirlos“, explico la veterano Vega Gimeno, la jugadora que más partidos ha jugado con la selección, 314. La misma que reconoce que apenas han tenido aún tiempo de “digerir” la plata lograda en los Juegos de París y que ahora es el momento de disfrutar del éxito.
Un deporte en auge
Lo que han logrado estos meses es un tremendo expoleo para su deporte, que les va a servir para hacerlo crecer en gran medida, y lo saben y quieren que siga siendo así. “Larga vida al 3×3. Esperemos que esto dure muchísimos años. Es muy divertido. Para hacer disfrutar a la gente“, declaró Camilión.
Y futuro tienen, pues España ha terminado el torneo con una estadísticas envidiables: cinco victorias en cinco partidos, 19,6 puntos por encuentro, más que ninguna otra de las doce selecciones que competían. Aunque la mejor ha sido la más veterana, con sus casi 40 años, Sandra Ygueravide, quien tuvo el récord anotador con 48 puntos, y fue nombrada MVP del torneo.