El baloncesto es uno de los deportes más seguidos y practicados en el mundo, además de que sus referentes son estrellas mundiales, especialmente en Estados Unidos, donde está la mejor liga. Y es que en la historia si pensamos en un deportista que haya traspasado fronteras hasta convertirse en un icono, es muy complicado que no se nos venga a la cabeza Michael Jordan. En la lucha por quién es el más grande de siempre está el mítico 23 de los Chicago Bulls, pero en este siglo hemos visto el alumbramiento como deidad de Lebron James, quien incluso ha roto sus marcas más míticas. Pero más allá de ellos dos y de muchos otros, el baloncesto también tiene mucha tradición en su versión femenina, donde no hay dudas de quien es la más grande, Diana Taurasi.
La escolta de 42 años ha anunciado este año su retirada del baloncesto profesional y tras toda una vida se va por todo lo alto, habiendolo ganado todo, tanto en la WNBA, como en la Euroliga, como con su selección, donde han mantenido una tiranía incontestable a nivel mundial, en gran parte gracias a ella y a su brutal desempeño siempre que saltaba a una pista. Hay unanimidad en que es la mejor que jamás ha pisado una pista de baloncesto y no son pocas las voces que la comparan con los grandes del deporte mundial, tanto en impacto como en nivel o por lo conseguido.
Diana Taurasi y Leo Messi en un ‘graffiti’
Un palmarés inabarcable
Catalogar los logros de Taurasi es casi imposible, pues haya donde ha estado, ha dejado huella de forma indeleble. Empezando por la liga americana, Diana fue seleccionada con el pick 1 del Draft de en 2004 por las Phoenix Mercury, equipo en el que ha jugado toda su carrera profesional en Estados Unidos y allí sus logros no tienen parangón. Ha sido 3 veces campeona de la WNBA, 2 veces MVP de las Finales, 10 veces All-Star, 5 veces máxima anotadora de la liga y se retira como la máxima anotadora histórica de la WNBA con 10646, más de 3000 más que su predecesora, Tina Thompson.
Pero no solo en equipos, pues Taurasi también ha sido fundamental en el éxito de la selección de EE.UU., con la que ha ganado múltiples títulos, en total 6 medallas de oro olímpicas, es decir, en todos los JJOO que ha participado, incluidos los del verano pasado en París; además de 4 títulos del Mundial FIBA.
Diana Taurasi disputando un partido con las Phoenix Mercury
Dejando huella en Europa
Además de jugar en la WNBA, Taurasi ha jugado en Europa, especialmente en Rusia y Turquía, donde ha dominado las competiciones de clubes, ganando 7 Euroligas femeninas con el Spartak Moscú y UMMC Ekaterimburgo, así como múltiples títulos de liga en Rusia y Turquía. Y es que en Europa, Taurasi disfrutó de contratos muy lucrativos, ya que los equipos le pagaban más que en la WNBA, al punto de que un año llegó a convencer al Ekaterimburgo de que le pagara un millón de euros por renunciar a una campaña con las mercury y poder descansar, aprovechando que en el baloncesto femenino las temporadas de Europa y Estados Unidos no se solapan y es posible doblar competiciones.
Un legado para el recuerdo
Pero no solo se la va a recordar por lo conseguido en la pista, ya que fuera de ella ha sido un símbolo. Es un icono LGTBI, y está casado desde 2017 con otra estrella del baloncesto como Penny Taylor-Gil. Además fue la primera baloncestista que protagonizó un desnudo integral; y a todo eso hay que sumar su tenido siempre una posición muy beligerante y reivindicativa para defender sus derechos y los de sus compañeras de deporte. Se negó a jugar con la ropa ajustada que en su momento se intentaron implantar a nivel FIBA y en la Euroliga y peleó para rebajar la diferencia de salarios entre la NBA y la WNBA.