EN LA VILLA

De aprender a meditar en un monasterio a la foto con Nadal, así son las horas previas en la Villa para las nuestras

A pocas horas de debutar en sus respectivos deportes conocemos cómo están viviendo nuestras atletas la previa a la inauguración de los Juegos desde la Villa Olímpica

Un miembro de la delegación española circula en bici por la Villa Olímpica. EFE/EPA/Mohammed Badra

El grueso de la delegación española ya está en París. Nervios, ganas, ambición e ilusión se mezclan entre entrenos y últimas sesiones de fisioterapia y tratamientos. Todo para estar a punto para unos Juegos que llevan preparándose en este caso tres años. El ciclo olímpico ha sido el más corto de la historia por la pandemia que se vivió en 2020, pero no parece que eso afectará a las nuestras a la hora de poner toda la carne en el asador. En las horas previas a la inauguración ya hemos podido testar como es el ánimo de las nuestras.

Desde la Villa Olímpica hemos conocido sus primeras impresiones. “Me esperaba algo así pero la realidad está por encima de todo lo que te imaginas” confesaba la esgrimista Lucía Martín Portugués, quien coincidía con el buen amiente de la Villa que narraba la tiradora Elia Canales, “es todo precioso, tanto la villa como las instalaciones del campo de tiro, está todo muy cuidado” reconocía en la rueda de prensa previa al debut organizada por el COE. Para la capitana de las Guerreras, Lara González, el poder compartir momentos con algunos de sus ídolos como Rafa Nadal o Pau Gasol, es una de las mejores cosas de la experiencia olímpica, “son deportistas que llevo admirando desde que soy pequeña” revelaba la jugadora.

Para nuestra boxeadora Laura Fuertes, la fuerza de voluntad también es clave en estos días previos. “En la Villa tienes variedad de comida y creo que hay que tener fuerza de voluntad para no dejarte llevar y caer en los dulces y cosas de esas”, destacó la boxeadora.

Técnicas de relajación

El trabajo de relajación, meditación y visualización ha sido clave en estas jornadas previas sobre todo en deportes como el tiro con arco. “Nuestro deporte es muy mental” tanto así que el equipo español acudió al monasterio de Santa María de Bellpuig de les Avellanes para aprender a meditar. Allí pasaron cuatro días en silencio además de ser capaces de meditar durante horas sin necesidad de ser guiados. En estas semanas previas tanto Elia Canales como Pablo Acha han reconocido haber trabajado “con todas las distracciones posibles, hasta el entrenador nos echaba agua para intentar desconcentrarnos, hemos tirado hasta con los ojos cerrados”, reconocían.

La española Elia Canales durante la fase clasificatoria de tiro con arco de los Juegos Olímpicos de París 2024, este jueves, en la capital francesa. EFE/ Sashenka Gutiérrez

Les vendrá bien haber pasado por estos curiosos entrenamientos porque se enfrentarán a ser el primer deporte individual en arrancar y a la presencia de mucho más público del que están acostumbrados, con 8000 personas presentes en las gradas.

Para Lucía Martín Portugués las gradas de su competición de esgrima serán como el salón de casa, ya que estará arropada por muchos familiares. “Nos ha tocado tres veces el sorteo y tendré un gran apoyo. Se oirá mucho el nombre de Martín Portugués“.

“No estamos acostumbrados a tener tanta atención” comentaba nuestra abanderada Támara Echegoyen, quien confesó que estos días previos está haciendo poco uso del móvil y de redes sociales para no desviarse del foco. Y es que lidiar con toda esa cobertura mediática será uno de los grandes retos de estos Juegos, especialmente para los que acuden por primera vez. Es el caso de Tania Moreno, jugadora de vóley playa quien asegura afrontar estos JJOO “con muchísima ilusión siendo además la pareja femenina más joven de París”. Serán también los primeros de Gisela Pulido, quien ha confesado que “esto no tiene nada que ver con los torneos freestyle a los que iba hace años con mi padre, los dos solos. Aquí tenemos muchos inputs de fuera porque todo es mucho más grande de lo que acostumbramos”.

Gestionar la presión

“Es una pregunta que me están haciendo mucho”, comentaba la regatista Nora Brugman. Ella siente que llevar la etiqueta de favoritos “es un privilegio, hace tres años no hubiese podido imaginarlo, esa presión significa que el trabajo está hecho”, la compañera de Jordi Xammar en el 470.

Para la tiradora Elia Canales, sin embargo trata de tomarse esta experiencia olímpica sin añadir más presión que a otros torneos internacionales. “Tengo que estar igual de enfocada que para otros torneos, no sentir más presión por el hecho de que sean unos Juegos”. Para la windsurfista Gisela Pulido, saber manejar las expectativas y la autoexigencia será clave en el resultado, “va a depender de nuestra cabeza, de como afrontemos la presión, son cuatro años preparándonos” Gisela Pulido.

Para la sablista Martín Portugués, su generación destaca por ser capaces de sobrellevar la presión, “Somos de una generación en medio de grandes crisis, con reducciones de presupuesto. Son los grandes juegos del esfuerzo. Tengo más motivación que presión”, reconocía.

Lejos de la Villa

Hay deportes como el fútbol que hasta no disputar una hipotética final no vivirán en la Villa. “Es una de las cosas que más rabia me da” nos confesaba Cata Coll antes de viajar a Nantes, ciudad en la que afrontan su primer partido, “habrá que llegar a la final”. Tampoco estarán en la ceremonia inaugural. Así lo confirmaba con cierta pena la capitana, Irene Paredes. “No es viable que podamos acudir a parís para la inauguración, hay muy poco tiempo entre partidos y (París) está muy lejos. Tenemos claro a lo que venimos, la competición es lo primero. Veremos la ceremonia todas juntas, con ilusión” comentaba la jugadora vasca.

Lo que para las futbolistas es una desilusión, para otras atletas olímpicas, como Tamara Echegoyen es un punto a favor “yo estoy encantada de estar en Marsella. Siempre ha sido así en los últimos Juegos que he disputado, en Río también estábamos en un hotel, y la verdad que nos ayuda para hacer exactamente la misma rutina que en todas las competiciones”. Eso sí, una vez acabado el trabajo su idea es ir allí. “Cuando acabe la competición siempre podemos ir a la Villa que es un ambiente único”.

 

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