El juicio oral que ha empezado hoy ha esclarecido cómo fueron las horas posteriores a la ceremonia de medallas y el beso no consentido. Jenni Hermoso en su declaración de más de dos horas, relató como ya desde el primer momento tanto el que era presidente de la RFEF, Rubiales como el director de comunicación Pablo García Cuervo trataron de convencerla para que firmase una declaración en su nombre e hiciese un vídeo “quitándole hierro al asunto”.
En el propio estadio Hermoso cuenta como Luis Rubiales le pidió que saliese al pasillo “me están llamando acosador” a lo que la futbolista se negó “le dije que no, que yo no había propiciado nada”, aseguraba la madrileña.
Una vez en el avión camino a España el entonces presidente volvió a pedírselo “me lo pidió por sus hijas, me decía que estaban detrás llorando, que lo estaban pasando muy mal. Yo le dije que lo sentía pero que no iba a hacerlo”, asegura Hermoso.
En el avión “Jorge Vilda estaba buscando a mi hermano y él me comentó que Vilda le había pedido que hiciese el video. Que le compensaría de alguna manera” si lo grababa.
Una vez aterrizado el avión, llegó el turno de Rubén Rivera en Ibiza y de Albert Luque quienes insistieron una y otra vez en que tenía que ayudar a Rubiales “en el peor marrón de su vida”, mientras que la jugadora instaba a “que por favor parasen, que como estaban viendo que yo no daba mi brazo a torcer, que parasen de intentar hablar con mi familia con mis amigas”, recordaba. “Les repetía que me dejasen en paz, dejó de molestarme a mí”, y es cuando aparece en escena Albert Luque.
Jenni Hermoso: “Si no le quitaba el peor marrón de su vida a Rubiales, Albert Luque me deseaba lo peor en la vida”
Ya en Ibiza se relataron así los hechos. “Primero me felicitó y luego me pidió hablar dos minutos. Estuve mucha parte de la tarde sin contestarle, y le dije que no iba a hablar”. A partir los mensajes fueron dirigidos hacia Ana Ecube, a quien le dijeron que “por no quitarle el peor marrón de su vida a Rubiales, me deseaban lo peor en la vida”, aseguraba Hermoso.
Tras la declaración de Jennifer Hermoso, más de dos horas en las que la jugadora respondió las preguntas de la Fiscalía y de la defensa de Albert Luque, Luis Rubiales, Jorge Vilda y Rubén Rivera, le llegó al turno a Ana Álvarez, la que en el Mundial de Australia era el enlace entre el equipo femenino y la directiva de la RFEF.
Las versiones de Álvarez y Pérez
“Noté agitada a Jenni (Hermoso) porque había estado con el presidente y le había pedido realizar un video. Me dijo que no quería hacerlo. Le dije que se tranquilizase, que era campeona del mundo”, mantiene Álvarez. “Yo no estaba en la toma de decisión de todo lo que estaba pasando”, recuerda de ese vuelo. “Le dije que no hiciera nada que no quisiera hacer y que no me extrañaba que se lo pidieran”, mantuvo. “Recibo la orden del presidente de que había que hablar con Jenni para que firmase un comunicado”, recordaba Álvarez. Quien mantiene que Rubiales le dio una “fuerte reprimenda” por no contactar con Jenni tal como le había solicitado el presidente.
En el turno de declaración de Patricia Pérez, la actual jefa de prensa de la Selección Española Femenina Pérez remitió a la responsabilidad del que era su jefe Pablo García Cuervo. “Creo recordar que el comunicado rebajaba la intensidad del incidente, pero querían poner que el beso era anecdótico”, manifestaba.
La “encerrona”
Pérez rememoró como ya en Madrid tuvo que ir a la RFEF a declarar para el departamento de Integridad. “Me dijeron que me iban a enviar las preguntas y respuestas que tenía que firmar, edité un poco ese texto. Al llegar a Las Rozas me dice Yunta que tenía que subir al despacho de presidencia “donde no había estado nunca previamente y dónde había ocho personas”. “Allí me piden que tengo que llamar a Jenni y empiezo a ver que a lo que yo iba no era lo que yo tenía en la cabeza. Rubiales me dijo que estuviese tranquila que estábamos en familia y que le tenía que ayudar”. Entre las ocho personas, además de García Cuervo y del psicólogo de la RFEF, se encontraba el padre de Luis Rubiales y el actual seleccionador nacional Luis de la Fuente.
Una de las cosas que le pidieron a Patricia Pérez fue por ejemplo que era la propia Jenni quien había dado “dos cachetadas al presidente intentando ella levantarle a él”. Allí estuvo durante 3 horas. “Para mí fue una encerrona”, declaró Pérez.