Era el día para cumplir con las previsiones y Ana Peleteiro lo hizo en un Estadio de Francia que la aupó para hacerse con el objetivo. Era el momento de “hacer los deberes” como decía la gallega en zona mixta al acabar. La campeona de Europa de triple salto logró la clasificación para la final olímpica en su primer intento saltando 14,36 metros, un salto válido superior a 14,35 y rumbo a la final. Pero quizá lo más curioso fue la comparación que hizo al acabar, ” me he sentido como Taylor Swift en el Bernabéu”, admitía la gallega en relación al ambientazo que se vivió en las gradas.
“Me he sentido como Taylor Swift en el Bernabéu. En negro. Para mi un estadio lleno es como una performance. Vivo así. De hecho estaba un poco nerviosa y el ritmo de las palmas me ayudó a tranquilizar las pulsaciones y hacer los deberes. Ahora a continuar con el trabajo y hacer caso a Iván”, declaró, en alusión a su entrenador, el cubano Iván Pedroso.
A pesar de su paralelismo con la cantante norteamericana, Peleteiro no se siente una celebrity. “La palabra estrella me parece desmesurada, no lo creo ni mucho menos. Sí me considero una persona con mucha luz que trata de dar buenas energías a la gente que tiene al lado. Ojalá en unos años sea un referente para niños que serán el futuro el día de mañana”, señaló.
La hora de la verdad
Sin duda, la atleta gallega, aspira a colgarse una medalla en los Juegos Olímpicos de París, revalidando la que ya obtuvo en Tokio 2020. Fue por ese motivo por el que no quiso utilizar sus otros dos saltos restantes. Sabiendo que valía, para que arriesgar para la gran final, esta vez con 24 horas de diferencia y no en 48h como en otras ocasiones. “Suficiente, hoy no se necesitaba nada más. Deberes hechos”, dijo Peleteiro.
“No estamos acostumbrados a eso, es la primera vez en la historia. Yo creo que es porque Yulimar quería doblar porque si no, no tiene ningún sentido. Es todo un reto. Iván sabe lo que es hacer eso. Hoy lo hemos superado muy bien. Nos hemos arriesgado un poco a la hora de ver qué día hacíamos las pesas, lo hemos estudiado mucho y ha salido bien. Mañana creo que me encontraré incluso mejor”, concluyó. Sin duda, en las quinielas de todos Ana Peleteiro está en el podio parisino.
El tenis sueña en bronce
Las doblistas Sara Sorribes y Cristina Bucsa perdieron frente a las jovencísimas rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider (atletas que integran el equipo neutral), pero aún así queda opción de pelear por el bronce el domingo. Cayeron en dos sets en su primera derrota como pareja tenística, tras ocho victorias consecutivas, esta vez por un contundente 6-1 y 6-2 en donde no encontraron sus mejores sensaciones en ningún momento.
Pero el bronce aún está al alcance de la mano. Para ello tendrán que vencer a la pareja checa formada por Karolina Muchova y Linda Noskova.“Esto es lo bonito del tenis que hoy puedes perder pero mañana tienes otro torneo, otro partido y tenemos otra oportunidad el domingo y vamos a luchar a tope”, añadió la cántabra de origen moldavo que visualiza el momento de subir al podio. Un sueño. “La subida al podio ya lo he visualizado bastante pero se puede hacer realidad”, confesó Bucsa tras acabar su partido. Sorribes, un poco más prudente, “yo también lo visualizo pero no quiero. Intento parar porque es peligroso. La cabeza se va lejos, es un momento complicado y en cuanto a mantener la calma y estar en el momento y momento y ojalá acabe todo bien”, apuntaba la castellonense.