La mayor referencia del atletismo español, sobre todo en categoría femenina, y tanto a nivel social como deportivo, es la triplista Ana Peleteiro, actual campeona de Europa, bronce olímpico en Tokio y eso sí, con un pequeño varapalo reciente a cuestas tras haber sido sexta en los Juegos Olímpicos de París, donde aspiraba a todo. Pero ahora, con el inicio del próximo ciclo olímpico, ha decidido dar un grandísimo giro a vida, quizá por el golpe del mal resultado o quizá por la necesidad de cambiar. Y es que la gallega ha abandonado el grupo de entrenamiento de Iván Pedroso en Guadalajara, donde lleva desde 2018, para volar por su cuenta.
La atleta gallega, de 28 años, ha logrado ser campeona continental, bronce olímpica y doble bronce mundial, pero decidió virar, y así lo publicó un mensaje en sus redes. En ellas afirmó que “la vida son ciclos; que empiezan y acaban” y que “hay épocas en la vida que se disfrutan al 100%, que viene acompañadas de aprendizajes, experiencias, éxitos y derrotas.
Pero sobre todo “vienen acompañadas de personas que marcan un antes y un después y estos últimos 8 años han sido una de esas épocas”. Peleteiro asegura que “estos años han sido de los más increíbles y surrealistas” de su vida, pero que se encuentra “muy emocionada” porque cierra una etapa.
El artífice, Iván Pedroso
El hombre encargado de llevarla a donde está es el saltador cubano Iván Pedroso, sin duda uno de los mejores de siempre y que está forjando auténticas joyas en Guadalajara, donde además de Ana Peleteiro, se entrenan Jordan Díaz, el campeón olímpico y poseedor de la tercera mejore marca de la historia en el Europeo de Roma. Además de la mejor triplista de la historia, Yulimar Rojas, poseedora del récord del mundo, aunque ahora está recuperándose de una rotura del tendón de aquiles.
“Hoy quiero darte las gracias públicamente Iván. Gracias por darme la mano en un momento en el que casi todos me daban la espalda. Gracias por ser mi cómplice y mi amigo, tanto dentro como fuera de la pista. Gracias por creer en nosotros, por ayudarme a sacar lo mejor de mí y por entenderme siempre. Y sobre todo, gracias por apoyarme en esta decisión”, publicó la de Ribeira..
“Han sido unos años brutales y hoy cerramos este libro como solo nosotros sabemos hacerlo: FELICES, ABRAZADOS Y UNIDOS”, confesó Peleteiro, quien ha ganado, eso sí, “un amigo para toda la vida y miles de enseñanzas” que continuará poniendo en práctica hasta el final.
Un nuevo proyecto
A la española ahora le toca apostar por otro proyecto, para tal y como dice “buscar nuevas motivaciones, nuevos aprendizajes y continuar creciendo profesionalmente, pero desde otro lugar“. Y aunque aún no lo ha hecho público, según desvelan varios medios y expertos, casi con total seguridad va a pasar a entrenarse con su pareja, el también triplista francés Ben Compaoré, quien se ha retirado tras los Juegos Olímpicos de París.
Todo apunta a que el nuevo binomio va a compaginar la vida en París y en Riberia, donde a la triplista le construyeron un módulo cubierto para entrenar, y así van a preparar el nuevo ciclo olímpico, que es muy probable que sea el último de Peleteiro. Pero en todo caso falta por ver como se adapta a este cambio, y sobre todo a dejar atrás al preparador de sus mejores años.