Ana Carrascosa, ex olímpica española de judo, ofrece para Artículo 14 una visión fascinante de su experiencia en la Villa Olímpica. Para ella, el ambiente de los Juegos Olímpicos es una “experiencia única”, intensificada por la convivencia con atletas de todo el mundo y la variedad de instalaciones disponibles. Carrascosa comparte sus recuerdos y reflexiona sobre cómo ha cambiado la experiencia olímpica a lo largo de los años, especialmente en los Juegos de París 2024, que alberga hasta una guardería para los hijos de las atletas.
Ana Carrascosa
Su mirada se centra ahora mismo en el tenista más laureado de todos los tiempos: Rafael Nadal, de quien guarda un recuerdo imborrable cuando le conoció en los Juegos de Pekín 2008 y se interesó por ella tras lesionarse en competición y no poder obtener el bronce olímpico. En estos momentos piensa “mucho en él” por haber perdido su partido individual contra Djokovic y su partido de dobles con su pareja, Carlos Alcaraz, que le ha apeado del sueño olímpico.
Alba Torrens, Ana Carrascosa, Marta Xargay y Laia Palau
P: ¿Cómo describirías tu experiencia viviendo en la Villa Olímpica durante tus Juegos Olímpicos? ¿Hubo algo que te sorprendió o destacó en particular?
R: “En Juegos todo se magnifica. Es asombrosa la convivencia en la Villa con otros deportistas de otras disciplinas y de otros países. Cuando compites en otros eventos, siempre estás con personas que son de tu mismo deporte y vivir en la Villa con todos los deportistas de todos los deportes, lo hace más especial. Me sorprendieron los comedores y las instalaciones; es como una ciudad donde tienes de todo”.
P: ¿Tienes alguna anécdota memorable que te gustaría compartir?
R: “En Pekín, sufrí una luxación de hombro con una rotura del pectoral mayor y del tendón del bíceps en el combate para la medalla de bronce. En el vestíbulo de los apartamentos, Rafa Nadal pasó y se interesó por mí. Me dio ánimos durante la competición y me preguntó cómo estaba. Se me quedó grabado de por vida”.
P: ¿Cómo se organizaban tus rutinas diarias y entrenamientos dentro de la Villa Olímpica? ¿Encontraste algún desafío particular relacionado con el entorno?
R: “Los entrenamientos estaban bien organizados; cuando tenía que bajar de peso por los combates, tenía a mi disposición cintas de correr para quemar calorías y cualquier necesidad que tenía, estaba cubierta. Era importante llegar con una gran preparación. Sentirse cómoda y ganar confianza era clave, aunque en cuanto a entrenar, era más bien mantener la forma, ya que allí tenías todo lo que necesitabas”.
P: ¿Cómo influyó tu participación en los Juegos Olímpicos en tu carrera deportiva y en tu vida personal? ¿Hay alguna lección o experiencia específica que todavía te impacte hoy en día?
R: “Para mí, los Juegos han significado mucho en lo personal. Mi experiencia en Pekín fue agridulce; siendo número 1 del mundo y campeona de Europa, sufrí una lesión que me hizo pensar que nunca volvería a pisar un tatami olímpico. Sin embargo, en la ambulancia dije que iba a luchar por cuatro años más. A pesar de la lesión, conseguí dos medallas del mundo y dos de Europa más, y llegué a Londres 2012, aunque caí en primera ronda. Siempre hay que levantarse con ilusión y fuerza, y eso es lo que hago en mi día a día”.
P: Desde tu participación en los Juegos Olímpicos, ¿cómo crees que ha evolucionado la experiencia para los deportistas en términos de instalaciones, apoyo y tecnología? ¿Qué esperas ver en la Villa Olímpica de París 2024?
R: “Ha evolucionado mucho. Por ejemplo, tener una guardería dentro de la Villa Olímpica es un gran avance. Estoy segura de que Francia lo hará fenomenal y serán unos grandes Juegos Olímpicos. He vivido cuatro años en Francia y lo hacen de maravilla. Ojalá nuestros deportistas traigan muchos éxitos para España”.