El motociclismo es un deporte eminentemente masculino, y es que los héroes que siempre hemos tenido, tanto en el pasado como en el presente, son hombres. Puede ser por la violencia y peligrosidad del mismo, que hizo que las mujeres en tiempos pasados se encontraran con restricciones, mayormente sociales, de cara a montarse en máquinas competición, pero eso ya es historia, y cada vez vemos a más competir. Es cierto que ahora lo tienen más fácil con la disputa del WorldWCR, el primer Mundial femenino, que está encuadrado dentro del Campeonato del Mundo de Superbikes, y que es uno de los eventos que cuando tiene lugar es de los atractivos del fin de semana. Pero antes no había nada especifico para ellas, pero aún así, hubo pioneras que se lanzaron a competir contra hombres, e incluso ganaron, como Ana Carrasco.
Ella es el gran nombre, pues fue la primera mujer en convertirse en campeona del mundo de una categoría de motociclismo, y lo hizo en 2018 en Supersport 300, también englobada dentro de Superbikes, y que es la cilindrada pequeña de ese campeonato. Pero si algo tiene es que es una jungla, y una de las categorías más complicadas de todo el motociclismo. Hay muchos pilotos, todos con prácticamente la misma moto y con hambre, mucha hambre de ganar, ya que son jóvenes que buscan una oportunidad de demostrar que merecen una oportunidad en el mundo de las dos ruedas. Pero la vida de Ana Carrasco ha ido siempre de eso, de buscar oportunidades y ser pionera.
Elena Rossell rompió la puerta, Ana Carrasco hizo el camino
Si hablamos del pináculo de las motos, es casi imposible no pensar en el Mundial de MotoGP. En este certamen, además de los Jorge Martín, Marc Márquez, Pecco Bagnaia o Pedro Acosta hay mucho más, y es que la estructura tiene dos categorías menores, la intermedia, Moto2; y la más pequeña, Moto3. Y en todas ellas están los mejores de cada edad, ya que lo normal es ir ascendiendo. Pues allí apenas ha habido mujeres, y menos españolas. De hecho, la primera fue en 2011, Elena Rossell, que estuvo dos años en Moto3. Pero la mejor ha sido sin duda Ana Carrasco.
Y es que la murciana llegó en 2013 a Moto3, a las filas del Calvo Team, y lo hizo tras unos años brillando en el Campeonato de España de la cilindrada, y desde el principio se notó que estaba por méritos propios allí. Ese año fue duro, pero hizo un hito, y es que fue la primera española en puntuar, tras conseguir un punto en el GP de Malasia. Sin embargo, dejó lo mejor para el final, y en el último Gran Premio en Valencia, acabó en una muy destacada 8ª posición, su mejor puesto de siempre.
Un paso atrás para dar dos hacia delante
En Moto3 estuvo hasta 2015, pero no volvió a terminar en los puntos, lo que hizo que se apartara de las motos hasta 2017, cuando llegó a Supersport 300 y allí triunfó en 2018, pero desde su llegada ya fue de las mejores. Allí estuvo hasta 2021, aunque no volvió a coronarse, pese a quedarse cerca en 2019 (3ª). Y en 2022, volvió a Moto3, donde en las filas del BOE Motorsport corrió dos años, pese estuvieron marcados por caídas y lesiones y no tuvo apenas continuidad, hasta que lo dejó, pero llegó a su vida el WorldWCR.
Y en el Mundial femenino ha demostrado de nuevo su nivel, y a falta de dos citas es líder, aunque está viviendo una pelea durísima con otra pionera como María Herrera. Tan intensa, que solo las separan 9 puntos, por lo que todo podría pasar, pero la de Cehegín es favorita para convertirse en la primera campeona de la historia del Mundial femenino.