Alejandra y Silvia, dos `titanas´ de una de las carreras más duras que existen

Artículo14 charla con dos mujeres que consiguieron superar una de las carreras ciclistas más extremas del mundo: la Titan Desert

Alejandra Lizama durante una etapa en la Titan Desert, parte del documental `El propósito´

Pedalear durante seis días 600km a través del desierto de Marruecos, llevando el cuerpo al límite de sus fuerzas para llegar a cruzar una meta reservada sólo para unos pocos. Es lo que propone la aventura extrema de la carrera Skoda Titan Desert. Alejandra Lizana y Silvia González Sanz (Chile, 1989) participante en ha querido compartir una experiencia que la marcará de por vida.

Alejandra aceptó el desafío cuando apenas había montado en bici. Ella es una de las protagonistas de `El propósito´, el documental que se ha grabado para mostrar todo lo que no se ve en los titulares de una de las carreras más duras del mundo. Este jueves se estrenó en pantalla grande en Madrid en el Cine Fuencarral.

Cuando aparecen los demonios

“Hay gente que me pregunta para qué hago esto, no lo entienden” nos cuenta. Y a veces es normal que se lo planteen porque como ella bien explica, “la vida no sucede fácilmente en un desierto”. “En las subidas más duras es cuando aparecen los demonios, te empiezas a plantear si soy capaz, si no, si podré”.”Cuando te caes, tienes moretones, te duele la espalda, los pies, los hombros pero aún así no pienso que haya sufrido nada grave. La cabeza tiene que ganarle a tu cuerpo”.

Y sin duda esa victoria mental es con la que se queda “en el que te das cuenta de que no tienes límite y cuando sabes superar momentos de dolor y angustias y cuando ves que tu cuerpo está mucho más fuerte”. Esa fortaleza es la que la mantuvo “nunca se me pasó por la cabeza abandonar, creo que hubiese tenido que estar inconsciente. Para mí lo importante no era acabar sino el cuando”.

Tras no haber podido disputar la Titan en dos ediciones la 2024 era doblemente especial, “cuando crucé la meta fue muy emocionante tras dos años de no haberlo podido hacer, fue materializar un sueño”, confiesa.

La superación como máximo exponente

Silvia González Sanz (1971) protagonizó una de las historias de mayor superación que se recuerdan. Para ella, enamorada del ciclismo, la Titan Desert siempre había sido un sueño por cumplir. Lo que no imaginaba es que lo haría en medio de una recuperación de un cáncer que le cogió por sorpresa. Junto a su equipo, buscaron la ayuda de un patrocinador Aural Audiciones, y se pusieron en marcha.

“Al principio no podía entrenar, sólo caminar, luego poco a poco fui cogiendo la bici”, a partir de ahí 14 horas semanales de entreno le hicieron llegar en condiciones óptimas para la carrera.

La ilusión de cumplir con el desafío significaba tanto, que la dureza de las condiciones no le parecieron tan adversas, sobre todo teniendo a importantes figuras del ciclismo como Abel Antón en la expedición. “Yo pensaba, esto lo has elegido tú, el cáncer no”. Ese mensaje tuvo que repetírselo especialmente en el momento más duro.

Silvia González durante la pasada Titan Desert

“Era la cuarta etapa, tenía gastroenteritis por haber ingerido tantos geles y barritas energéticas, no podía comer nada y a cinco kilómetros de la meta con un viento en contra brutal que no me dejaba avanzar, me dio un bajón enorme. Pero pensé en todo lo que había pasado hasta llegar allí y acabé. Yo la supervivencia la tenía normalizada”.

Terminó esa etapa y cruzó la meta, cuando lo recuerda para Artículo14 se emociona. “Se me ponen los pelos de punta al acordarme. Ese momento debería vivirlo todo el mundo al menos una vez en la vida”, confiesa mientras reflexiona sobre los que no llegan en los mejores tiempos. “Los verdaderos titanes somos los que llegamos los últimos, que nos pasamos diez horas subidos en la bici”. 

Condiciones extremas

En la Titan Desert de 2024 se vivieron las condiciones extremas tanto de frío como de calor. “Creo que fue casi peor el frío del Atlas donde la máxima era 8 grados que los 39 del desierto, que como eran con aire no me pareció tanto. Para el frío no iba tan bien preparada”, recuerda. Aunque también cree que una vez vivido todo ello “el cuerpo de lo malo se olvida rápido”.

Los médicos prácticamente no podían creer que Silvia hubiese conseguido acabar. “No sabes lo que has hecho, no sabes cómo estaba tu cuerpo” le aseguraban los hematólogos que le ayudaron en todo el proceso.

Ahora, quiere juntar a diez corredoras para que se unan al reto de las 100 mujeres en la Titan Desert del 2025. Para todas las que lo estén pensando, ella tiene un mensaje: “que vayan. Mi lema en la vida es que te arrepientas de lo que has hecho. A las mujeres nos da miedo por pensar que no vamos a ser capaces, pero somos de mucho más de lo que creemos. Somos sufridoras por naturaleza”, asegura Silvia.

Para Alejandra el animar a otras mujeres tiene que ver con “conectar con su cuerpo, con su alma” empujándolas a tener con lo más básico “para conectar con la esencia, con lo que uno es, pero es como volver a ser una niña. Yo lo recomiendo al mil por ciento”. 

Más de una década

Basándose en la filosofía del Dakar, la Titan Desert fue concebida en el año 2006 por Juan Porcar a imagen y semejanza de la mítica carrera pero con la variable de la mountain bike en lugar del motor. Las similitudes aparecen en la importancia de la navegación y la orientación en unas condiciones extremas y adversas que el desierto propone. Recorridos poco señalizados, etapas muy largas y superficies donde las dunas dan también paso a las rocas.

En estos casi veinte años algunos rostros conocidos han querido atreverse con esta prueba extrema. Nombres como el de Miguel Induráin, el cocinero Paco Roncero, el ex piloto Jaime Alguersuari o el `hermano mayor´ Pedro García Aguado, han sido algunos de los que han participado en anteriores ediciones, la mayoría para contribuir con una causa solidaria.

 

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