El que fuera director deportivo de la Selección Masculina de Fútbol de la RFEF e imputado por coacciones en el Caso Rubiales, Albert Luque, ha querido pronunciarse por primera vez desde que todo ocurrió en agosto de 2023. Una vez conocida la sentencia (que ha sido recurrida por la defensa de Jenni Hermoso y por la Fiscalía) en donde el juez Fernández- Prieto le declaraba inocente, Luque rompió su silencio en los micrófonos de la Cadena Ser de el Programa El Larguero.
En el mismo día en el que Marta Durántez solicitaba la nulidad del juicio, Luque confesaba “me sorprendió que Jenni me interpusiese una denuncia. Pero también que no me recibiese en Ibiza. Yo sólo fui a brindarle mi apoyo, que si necesitaba algo que ahí estaba”. “Si hubiese sido otra jugadora como Aitana la que hubiese recibido el beso, yo no hubiese aparecido en Ibiza”.
Tras el episodio de Ibiza, por el que Albert Luque fue acusado del delito de coacciones, no volvieron a hablar “con la magnitud que cogió todo, no volvimos a hablar más, se podía malentender todo. Ya no podríamos volver a ser amigos”. ¿Volverías a hacer lo mismo?, le preguntaba Manu Carreño, “yo tengo la conciencia muy tranquila. A veces no he dormido noches por el sufrimiento de mis seres queridos. Hacía años que no lloraba, la última vez fue con la sentencia de este juez, porque sabía que les quitaba mucho de encima a mi mujer, mi padre, mi madre, mis hijos”, comentaba Luque. “Jenni es la persona que más daño me ha hecho en mi vida”, explicaba el ex director deportivo.
“Mis hijos me preguntaban, Papá ¿vas a ir a la cárcel?, yo les veía muy preocupados”. “Cuando salió la sentencia fui a buscar al colegio a mis hijos y les di un abrazo a mis tres hijos”. “¿Por qué me tengo que esconder, a nivel deportivo los números son inmejorables y a nivel de juicio hay un juez que nos ha dado la razón”.
Su peor error, según su propia opinión, fueron esos mensajes que se intercambió con Ana Ecube, la amiga de Jenni. “Soy de sangre caliente” se disculpaba Luque sobre los famosos whatsapps.
Sobre el beso no consentido
Albert Luque siguió apoyando a Luis Rubiales como “un gran gestor”. Sobre el beso no consentido declarado por el juez como agresión sexual, Luque está en desacuerdo con la sentencia.
“Cuando vi el beso me sorprendí. Luis fue un grandísimo presidente para la Federación. “El presidente se fue desde el primer día a Sídney y estuvo 24 horas con ellas. Hablaban todos los días. Fue un momento de efusividad, está mal, no debe hacerlo un presidente, pero no era un beso que viniese de la nada.