CHAMPIONS LEAGUE

Aitana Bonmatí: “Esto es histórico. Me siento una privilegiada”

El FC Barcelona conquista la Champions League y el cuarto título de la temporada en un póker histórico

Las jugadoras del FC Barcelona celebran con el trofeo la victoria tras la final de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Olympique de Lyon este sábado en el estadio de San Mamés, en Bilbao. EFE/LUIS TEJIDO

Pitaba Rebecca Welch el final del partido y se desataba la locura en el Nuevo San Mamés. El abrazo de Alexia Putellas, quien tuvo en sus botas el segundo gol para cerrar la final con Cata Coll que firmó una final perfecta, las lágrimas de Irene Paredes, los cánticos de Claudia Pina, la despedida de Sandra Paños o la sonrisa de Mapi León con su bandera ondeando y dedicando el triunfo a la grada, en su primera vez vestida de corto tras su durísima lesión.

Y Alexia al cielo, con el brazalete de capitana y recién renovada, levantaba al cielo de Bilbao la tercera Champions League femenina para el FC Barcelona. El cuarto título de una temporada en la que tan sólo han perdido un partido y para la que se acaban los calificativos.

Atendía la MVP de la final, Aitana Bonmatí al micrófono de DAZN temblando “Es la primera vez que vencemos al Lyon, estoy muy orgullosa del equipo, sabíamos que no podíamos fallar y no lo hemos hecho, encima en casa y contra el Lyon que más se podía pedir”. Una Aitana visiblemente emocionada que no era aún consciente de lo que está viviendo este FC Barcelona y la autora del primer gol. “No sé ni yo lo que he pensado cuando he metido el gol. Soy una privilegiada de por estar viviendo esto con el club de mi vida” reconocía la centrocampista.

La dos veces Balón de Oro tuvo también palabras de agradecimiento para todos los aficionados que arroparon cada minuto de los 97 que duró la final en San Mamés. “Ver este desplazamiento masivo, histórico, eso me hace sentir realmente orgullosa, se puede ganar, se puede perder, pero esto es histórico. Gracias culés, os quiero mucho”, acabó concluyendo Bonmatí. “Esto no lo cambio por nada”.

Cuando llegaba el turno de Alexia, tampoco escondió su emoción: “El año pasado cuando ganamos dijimos que queríamos estar en Bilbao. Esta afición se lo merece todo y esta copa se va aquí cerquita a Barcelona. Cuando he marcado me he vuelto loca, no he sido capaz de pensar nada”. Putellas se quitaba importancia al hecho de haber sido ella quien marcase el segundo “Lo importante era ganar, cada una en su rol. Lo importante era darlo todo por toda la gente que ha hecho esto mágico”.

Irene Paredes le dedicaba el título a su hijo Mateo a quien calificó como “taslismán”. “Ganar mi segunda Champions en Bilbao que es mi casa, con mi familia en la grada, ante el equipo ante quien más veces he perdido” reflexionaba la defensa en mitad de la celebración de la orejona.

Las jugadoras del FC Barcelona celebran con el trofeo la victoria tras la final de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Olympique de Lyon este sábado en el estadio de San Mamés, en Bilbao. EFE/Miguel Tona

Las dos caras del fútbol, de la euforia a las lágrimas de algunas jugadoras francesas, mientras las jugadoras de Sonia Bompastor  hacían un círculo en el campo para hacer piña ante la derrota. Algunas quitándose la medalla de plata, en claro gesto de impotencia por no haber conseguido tumbar al Barça, como sí había ocurrido en las dos ocasiones anteriores y cosechar la novena Champions League.

Faltaba aún que todos los azulgranas a voz en grito, entonasen el himno del Barça además de la vuelta de reconocimiento que servía también de despedida para Jonatan Giráldez, quien anunció el pasado diciembre su salida del club para recalar en la liga norteamericana. “Es un día muy especial. Hemos sido muy superiores, merecemos esta victoria. Ahora es el momento de disfrutarlo. Cuando hablan las emociones es mejor no decir nada. Lo que hemos vivido aquí con la afición ha sido espectacular, han sido sin duda la jugadora número 12” declaraba el entrenador.

Las veteranas con las más jóvenes, los iconos del vestuario junto a las estrellas incipientes, todas en comunión para cerrar una tarde perfecta.