Aauri Bokesa, ex olímpica de atletismo, ofrece a Artículo 14 una visión profunda de su experiencia en la Villa Olímpica, revelando tanto los detalles más íntimos como los aspectos sorprendentes de vivir en este icónico espacio. Desde las interacciones con atletas de todo el mundo hasta las curiosidades de cada edición olímpica, Bokesa comparte su visión sobre cómo estas experiencias han marcado su carrera y su vida personal. Su perspectiva abarca desde las rutinas diarias hasta la evolución de las instalaciones a lo largo de los años.
P: ¿Cómo describirías tu experiencia viviendo en la Villa Olímpica durante tus Juegos Olímpicos? ¿Hubo algo que te sorprendió o destacó en particular?
R: Poder estar en una villa con deportistas que admiras desde pequeña y compartir el comedor con ellos es increíble. Pequeñas cosas como ir a la peluquería o hacerte las uñas se vuelven especiales durante tu estancia. En Tokio, aunque no podíamos salir, la Villa se convertía en el centro de reunión. Me sorprendió la variedad de servicios disponibles, desde dentistas que te regalaban cepillos de dientes eléctricos hasta nuevas técnicas de fisioterapia. También, ver al equipo de rugby de Nueva Zelanda hacer una haka o los deportistas de boxeo acercándose a saludarnos fue realmente memorable.
P: ¿Cómo fue la convivencia con otros deportistas de diferentes disciplinas y países? ¿Tienes alguna anécdota memorable que te gustaría compartir?
R: Vivir con deportistas de otros países es muy enriquecedor. Aunque los atletas a menudo estamos concentrados en nuestra burbuja, compartir experiencias con deportistas de otras disciplinas abre nuevas perspectivas. Recuerdo especialmente cómo, en Atenas 2004, pude compartir momentos con atletas de diferentes deportes, lo que hizo la experiencia aún más valiosa.
P: ¿Cómo se organizaban tus rutinas diarias y entrenamientos dentro de la Villa Olímpica? ¿Encontraste algún desafío particular relacionado con el entorno?
R: Mi rutina diaria consistía en despertarme, desayunar, entrenar y luego regresar para comer y descansar. En Londres, no recuerdo exactamente dónde entrenábamos, pero en Río y Tokio íbamos a entrenar fuera de la Villa. La logística, como encontrar la parada de autobús correcta, podía ser un desafío. En Río, el tráfico era un problema constante, y en Tokio, el COVID hizo que la experiencia fuera diferente y única.
P: ¿Cómo influyó tu participación en los Juegos Olímpicos en tu carrera deportiva y en tu vida personal? ¿Hay alguna lección o experiencia específica que todavía te impacte hoy en día?
R: Participar en los Juegos Olímpicos es algo que cambia tu perspectiva como deportista. Sentirte parte del movimiento olímpico es un orgullo enorme. Recuerdo cuando era joven y veía los Juegos en la televisión; ahora, haber vivido esa experiencia en tres ocasiones es algo brutal. Es emocionante saber que el mundo se detiene para dar paso a los Juegos y estar en el centro de esa celebración.
P: Desde tu participación en los Juegos Olímpicos, ¿cómo crees que ha evolucionado la experiencia para los deportistas en términos de instalaciones, apoyo y tecnología? ¿Qué esperas ver en la Villa Olímpica de París 2024?
R: La experiencia para los deportistas ha mejorado considerablemente en todos los niveles. Cada vez se ofrecen más facilidades y apoyo. Tokio, por ejemplo, estaba muy preparado en cuanto a instalaciones y tecnología. Los detalles móviles, regalos del comité organizador y del comité olímpico son innovaciones notables. Espero que en París 2024 mis compañeros puedan disfrutar de estas mejoras y llevarse recuerdos tan especiales como el edredón de la villa olímpica, que es uno de los mejores regalos que puedes recibir.