El pigmento conocido como Verde París fue un colorante muy popular durante el siglo XIX, pero también extremadamente venenoso. Este pigmento, también conocido como “verde de Schweinfurt” o “verde esmeralda”, estaba compuesto por acetoarsenito de cobre, una combinación de arsénico y cobre que resultaba altamente tóxica.
La historia del Verde París: origen, desarrollo y expansión
El Verde París fue sintetizado por primera vez en 1814 y rápidamente se convirtió en uno de los pigmentos más utilizados debido a su vibrante color y durabilidad. Se empleaba en una variedad de productos, incluyendo pinturas, textiles, papeles pintados, juguetes y hasta en productos de consumo como dulces y cosméticos. Su uso se extendió a lo largo de Europa y América, convirtiéndose en un símbolo de moda y elegancia.
Sin embargo, el pigmento contenía arsénico, un elemento altamente tóxico que podía causar envenenamiento por inhalación, ingestión o contacto con la piel. Los efectos del arsénico incluyen síntomas como dolor abdominal, vómitos, diarrea y, en casos severos, la muerte. A pesar de estos riesgos, el Verde París continuó siendo popular debido a la falta de regulaciones y al desconocimiento generalizado sobre su peligrosidad.
Alerta en las universidades europeas y bibliotecas, ¿por qué es peligroso?
Recientemente, se ha generado una alerta en las universidades europeas y bibliotecas debido al redescubrimiento de objetos y obras de arte que contienen este pigmento. Investigadores y conservadores han encontrado que muchos libros antiguos, pinturas y textiles en colecciones universitarias y museos todavía contienen Verde de París, lo que representa un riesgo significativo para la salud de quienes manejan estos objetos.
El principal riesgo asociado con el Verde de París es el arsénico, que puede liberarse en forma de polvo cuando los objetos que lo contienen se deterioran o son manipulados incorrectamente. Este polvo puede ser inhalado o ingerido accidentalmente, poniendo en peligro a estudiantes, investigadores y personal de conservación.
Cómo evitar los riesgos del pigmento Verde París
Para mitigar estos riesgos del pigmento Verde París, las universidades, bibliotecas y museos han implementado varias medidas de seguridad:
- Identificación y etiquetado: Se están realizando auditorías exhaustivas para identificar objetos que contengan Verde de París y etiquetarlos adecuadamente para alertar al personal sobre su peligrosidad.
- Capacitación y equipos de protección: El personal que maneja estos objetos recibe capacitación sobre los riesgos asociados y cómo manejarlos de manera segura. Se utilizan equipos de protección personal (EPP) como guantes y mascarillas para reducir la exposición.
- Condiciones de almacenamiento: Los objetos que contienen Verde de París se almacenan en condiciones controladas para minimizar la liberación de arsénico. Esto incluye el uso de vitrinas selladas y sistemas de filtración de aire.
- Investigación continua: Las universidades están llevando a cabo investigaciones sobre métodos seguros para la conservación y el manejo de estos objetos, así como sobre técnicas para la neutralización del arsénico en las obras de arte y otros materiales históricos.