El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha presentado hoy el Primer Plan de Igualdad en la Cultura 2024-2026, una iniciativa histórica destinada a garantizar la igualdad de género en todas las áreas del sector cultural. En un acto realizado en Madrid junto a Jazmín Beirak, directora general de Derechos Culturales, Urtasun ha destacado que este plan “afirma una mirada interseccional y feminista” y busca convertir la cultura en un espacio más equitativo y seguro para mujeres y colectivos históricamente marginados.
Este plan se articula en cuatro ejes principales: igualdad de oportunidades, visibilidad y reconocimiento, formación y conocimiento, y la prevención de violencias machistas. Su implementación responde a un diagnóstico detallado realizado por el Observatorio de Igualdad de Género, que identificó problemáticas como la precariedad laboral, la brecha salarial y la invisibilización de mujeres artistas, especialmente aquellas migrantes y racializadas.
Urtasun ha asegurado: “No se trata solo de visibilizar a las mujeres; este plan establece medidas concretas para transformar la realidad estructural del sector cultural”.
Medidas concretas y objetivos clave
Entre las 46 acciones contempladas, destacan la incorporación de la perspectiva de género en las subvenciones, la creación de una guía educativa para promover a creadoras en las aulas, y la mejora de los protocolos contra el acoso sexual en instituciones culturales. Además, se reforzará la Unidad de Prevención de Violencias Machistas, una colaboración entre el Ministerio y la Academia de Cine, para garantizar espacios culturales libres de violencia.
Uno de los objetivos principales es reducir la precariedad económica que afecta a las trabajadoras culturales. Para ello, se habilitarán líneas específicas de asesoramiento sobre derechos laborales y ayudas, y se fomentará la contratación equitativa en proyectos financiados por el Estado. Asimismo, el plan busca aumentar la visibilidad de las mujeres artistas en sectores como la música, el cine y el cómic, y promover su participación en festivales y eventos.
Según datos del Observatorio de Igualdad de Género, solo un 28 % de las exposiciones individuales en museos nacionales son realizadas por mujeres, y las películas dirigidas por cineastas femeninas representan menos del 20 % del total de producciones anuales. Estos números evidencian la urgencia de implementar políticas que garanticen una representación más justa.
“La igualdad en la cultura no es solo una cuestión de justicia social, es también una oportunidad para enriquecer la diversidad creativa de nuestro país”, ha subrayado Urtasun. “Las mujeres representan menos del 20 % de las direcciones artísticas y curatoriales en nuestro país. Este plan establece objetivos claros para revertir esa tendencia”. Por su parte, Beirak ha añadido: “Queremos que esta sea una herramienta práctica que cierre las brechas existentes y haga del ámbito cultural un espacio donde todas las voces tengan cabida”.
Elaborado en colaboración con asociaciones como Clásicas y Modernas, Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), y Mujeres de las Artes Visuales (MAV), el plan es fruto de un proceso participativo que incluyó análisis sectoriales y grupos de trabajo especializados. Beirak ha explicado: “Queríamos asegurarnos de que las medidas respondieran a las realidades diversas de todos los sectores culturales. Desde las artes escénicas hasta los videojuegos, este plan recoge una visión integradora y ambiciosa”.
El documento no solo se limita a diagnosticar los problemas, sino que ofrece herramientas como el programa formativo “Cultura x Igualdad”, que capacitará a 2.000 profesionales en competencias digitales y perspectiva de género.
Desafíos y críticas
Aunque el plan ha sido bien recibido en general, algunos sectores cuestionan la falta de un presupuesto más ambicioso para garantizar la implementación de todas las medidas. Además, hay voces que piden mayor concreción en los plazos de algunas acciones, especialmente las relacionadas con la representación paritaria en instituciones y festivales.
En respuesta a estas críticas, Urtasun ha señalado que es “un plan vivo, diseñado para adaptarse y evolucionar”: “La igualdad de género es una tarea compleja, pero estamos comprometidos a supervisar y ajustar nuestras acciones en función de los resultados”.
El Plan de Igualdad en la Cultura será supervisado anualmente por el Observatorio de Igualdad de Género, que publicará informes sobre su implementación y efectividad. Urtasun ha concluido su intervención con un mensaje de optimismo: “Estamos construyendo una cultura que respete y valore a todas las personas. Este plan no es el final, sino el comienzo de un camino hacia una verdadera transformación”.