Para casi todos, la adolescencia es algo traumático, en buena medida porque es al alcanzarla que empezamos a preguntarnos por la persona que queremos ser, y a sufrir el dolor que la búsqueda de respuestas conlleva. Y la violencia de la que ese proceso puede llegar a verse envuelto queda en evidencia de forma especialmente devastadora en la miniserie Under The Bridge: El asesinato de Reena Virk, ya disponible en Disney+.
Compuesta de ocho episodios, dramatiza un crimen brutal ocurrido en una pequeña localidad canadiense en otoño de 1997, y que sumió a todo un país en la confusión y la paranoia. El 14 de noviembre, una muchacha de 14 años salió de casa de sus padres a la hora de la cena para asistir a una fiesta al aire libre a la que había sido invitada por sus amigas, y nunca regresó. Era una joven de origen indio, de piel oscura, y con sobrepeso, y había sufrido bullying sistemático. Siete adolescentes, seis chicas y un chico, fueron detenidos poco después como responsables de la muerte.
Chloe Guidry, Izzy G., Vritika Gupta and Aiyana Goodfellow en “Under the Bridge”
Mientras recrea tanto los acontecimientos que condujeron al crimen como aquellos en los que desembocó, basándose para ello en la novela de no-ficción publicada en 2005 por Rebecca Godfrey, la serie funciona a la vez como intriga policial y como investigación sociológica de una maraña de circunstancias y motivaciones desarrollada a través de diferentes puntos de vista.
Uno de ellos es el de Cam Bentland, una agente de policía determinada a resolver el caso, encarnada por Lily Gladstone –nominada al Oscar gracias a Los asesinos de la luna (2023)–; otro, el del grupo de adolescentes del que Reena trataba desesperadamente de formar parte, liderado por la abeja reina del instituto; y, por supuesto, también se nos presenta la perspectiva de los padres de la víctima, testigos de Jehová que ya habían empezado a perder a su hija mucho antes de su desaparición, cuando la niña empezó a rebelarse contra las férreas normas imperantes en el hogar.
De escritora omnisciente a protagonista
Asimismo, buena parte de Under the Bridge se centra en Rebecca, una escritora que creció en la localidad pero que no la había visitado durante años (la trágica muerte de su hermano sin duda tuvo que ver en ello), y que a su regreso decide documentarse sobre el asesinato de Reena. El personaje, encarnado por Riley Keough, es un trasunto evidente de la propia Godfrey, y su presencia en la serie requiere una explicación. La escritora, fallecida en 2022, escribió su libro centrándose en los adolescentes y los investigadores involucrados en el caso, y manteniéndose a sí misma fuera de la trama. La adaptación a la pantalla de su relato, en cambio, la convierte en protagonista esencial, y lo cierto es que su presencia no llega a encontrar un acomodo convincente en el conjunto argumental.
De entrada, el uso que la serie hace de ella como ‘voz en off’ tan solo sirve para redundar en información ya ofrecida por otros medios; además, la sucesión de escenas en las que la vemos susurrar a su grabadora párrafos enteros de prosa florida resultan algo sonrojantes; y, por último, la complicada relación que mantiene con Cam en ningún momento es convenientemente explorada.
Under the bridge: el asesinato de Reena Virk, en Disney+, nafrra la desaparición real de Reena Virk
Todo eso, en cualquier caso, queda compensado por el admirable empeño de Under the Bridge en buscarle el sentido a aquel terrible suceso, y en tratar de interpretar las razones por las que tuvo lugar. Traza un retrato profundamente matizado no solo de la víctima sino también de los perpetradores y de la gente que rodea a una y a otros. Su creadora, Quinn Sheppard, presta especial atención a las interacciones entre diferentes grupos sociales y a los condicionantes sociales y económicos que influyen en ellas con el fin de ilustrar la idea de que tanto el asesinato de Reena Virk como las tóxicas dinámicas de poder en la vida adolescente y los prejuicios de clase y raza evidenciados por él no son sino producto de impulsos depravados individuales y aislados sino el resultado de fallas sociales estructurales. Y la eficacia con la que lo hace otorga a la serie buena parte de su capacidad de impacto.
Pese a que la acción de Under the Bridge transcurre hace casi tres décadas, al verla es inevitable pensar en 2024, y reconocer que esas deficiencias sistémicas permanecen. Pero también lo es llegar a la conclusión de que, de haber vivido en un mundo con acceso a las redes sociales –un entorno que, es cierto, por un lado amplifica el alcance del bullying–, podría haber encontrado una comunidad a la que pertenecer, y no verse obligada a acercarse a personas que obviamente la despreciaban pero a quienes veía como las únicas dispuestas a aceptarla, aunque fuera para humillarla.