La habitación de al lado

¿Qué mujer hay detrás de la película de Almodóvar?

En su primera película rodada en inglés con reparto internacional, Almodóvar adapta una novela de la escritora de moda: Sigrid Nunez

Tilda Swinton y Julianne Moore posan junto a Pedro Almodóvar en la alfombra del Festival de Venecia
Tilda Swinton y Julianne Moore posan junto a Pedro Almodóvar en la alfombra del Festival de Venecia EFE

Se pueden decir sin duda muchas cosas sobre Pedro Almodóvar: buenas, malas y regulares. Pero nadie puede negar su buen ojo para la literatura moderna y contemporánea. Si bien sus adaptaciones son a menudo tan peculiares como personales —lo que desde luego no tiene por qué ser un defecto, antes bien al contrario—, y pese a que abundan más guiones propios e historias originales, a lo largo de su extensa carrera el director manchego se ha atrevido con Dorothy Parker (La flor de mi secreto, 1995), Ruth Rendell (Carne trémula, 1997), Thierry Jonquet (La piel que habito, 2011), Alice Munro (Julieta, 2016) y Jean Cocteau (La voz humana, 2020). Una lista tirando a exquisita, donde las escritoras ganan por la mano a los autores.

Ahora, demostrando una vez más su instinto lector y seguimiento del catálogo de Anagrama, se ha lanzado sobre una de las escritoras estadounidenses más valoradas y elogiadas de las últimas décadas: Sigrid Nunez. La que fuera un día secretaria de Susan Sontag en sus años de recuperación, es hoy autora de más de media docena de novelas, numerosos relatos y colaboradora habitual del New York Times, The Paris Review, Harper´s o The Wall Street Journal entre otras prestigiosas publicaciones. Con algo más de setenta años, 2024 promete ser su año: su novela El amigo (2018), galardonada con el National Book Award, ha sido llevada a la pantalla por Scott McGehee y David Siegel, protagonizada por Naomi Watts y Bill Murray… Y Pedro Almodóvar ha adaptado a su vez Cuál es tu tormento (2020) con el apropiado y evocador título de La habitación de al lado. En cierto modo, Sigrid Nunez hace historia del cine: es la primera vez que Almodóvar rueda un largometraje en inglés con estrellas internacionales.

Julianne Moore, Pedro Almodóvar y Tilda Swinton.

Lo cierto es que Cuál es tu tormento ofrece un material almodovariano de primera: la historia de una amistad femenina íntima recuperada a las puertas mismas de la muerte, entre dos mujeres maduras, ambas intelectuales, con el trasfondo de la relación rota entre madre e hija de una de ellas, y la presencia ambigua de la ex pareja de la otra, también escritor atormentado (trasunto masculino de Susan Sontag en cierta medida), por no hablar de la ominosa omnipresencia del tema de la vejez, la muerte y la cuestión de la eutanasia. ¿Cómo podía resistirse a ella el director de Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) o Los abrazos rotos (2009)?

Por supuesto, lo que hemos visto y leído permite adivinar el complejo trabajo que Almodóvar ha debido llevar a cabo para convertir una novela en gran medida discursiva, donde lo mejor son las digresiones y reflexiones de la narradora, abundando también las citas y referencias literarias (del título original tomado de Simone Weil a Henry James, Kafka, Scott Fitzgerald, Ford Madox Ford, Foster Wallace…) o cinematográficas (John Waters, Chantal Ackerman, Elaine May…), para trasladarla a su universo personal.

Un universo en el que, pese a su singular estilo narrativo, encaja a la perfección. Algo que se hace evidente en la segunda parte del libro, donde la convivencia entre las protagonistas, voluntariamente aisladas en una casa rural, está llena de momentos y diálogos cuyo sentido y sensibilidad, cinefilia y emoción, son fáciles imaginar traducidos al estilo intimista, sentimental y visualmente elaborado del melodrama almodovariano (¡esa nevada crepuscular de copos color rosa!). Quizá lo único que puede haberse perdido, aunque habrá que esperar al estreno del filme el próximo 18 de octubre para comprobarlo, es el humor e ironía típicamente neoyorquinos de Nunez, que no son el fuerte de Almodóvar.

Lo cierto es que, ahora que la ya fallecida Alice Munro ha perdido (aunque sea por motivos espurios) su trono de favorita de los modernos progresistas e ilustrados, Sigrid Nunez parece su justa y necesaria sucesora. Una Virginia Woolf neoyorquina del siglo XXI, toda ella gatos y perros, preocupación medioambiental, feminismo sin fanatismo y humanismo sin excesos sensibleros. Y Almodóvar —más sabe el diablo por manchego que por diablo— ha sabido también elegir un reparto idóneo, que no puede, sino, satisfacer a la autora.

La ubicua Tilda Swinton, que ya trabajara como diva absoluta a las órdenes de Almodóvar en La voz humana, da vida (chiste no intencionado) a Martha, la escritora víctima de un cáncer terminal o, como diría ella, fatal. Para un porcentaje muy elevado de público cinéfilo, su sola presencia ya lo justifica todo. Alguien que ha hecho de ángel, demonio, hombre, fantasma, doctor, bruja, madre y transexual, entre otras cosas, no habrá encontrado problema alguna en habitar la piel de una mujer al borde de la muerte, enfrentada a la decisión final.

A su lado, literalmente, Julianne Moore pasa como Ingrid a ser nueva mujer Almodóvar (olvidemos ya lo de “chica”), evolución más que apropiada tras haber ejercido como musa del pionero del queer cinema Todd Haynes, con quien trabajara en Safe (1995), Lejos del cielo (2002), I´m Not There (2007), Wonderstruck (2017) y Secretos de un escándalo (2023). Director con el que Almodóvar manifiesta ciertas afinidades electivas, como su común amor por el maestro del melodrama clásico: Douglas Sirk, con su espléndida paleta de colores emocionales y fotográficos.

Junto a ellas, el veterano John Turturro es de suponer encarnará con la propiedad que le es habitual, y a riesgo de equivocarme sin haber visto aún la película, el personaje del exmarido de Ingrid, moderno profeta del juicio final medioambiental y la condena de la humanidad por el calentamiento global. Del resto del reparto, donde Almodóvar, fiel a sus principios, ha encontrado hueco para atractivos jóvenes como Anton Antoniadis o el “vikingo” Alex Høg Andersen, para maduros interesantes como Alessandro Nivola, Juan Diego Botto y Raúl Arévalo, así como para actrices no menos atractivas e interesantes como Melina Matthews, Victoria Luengo o Sarah Demeestere, poco sabemos en cuanto a sus personajes.

Al fin y al cabo, lo que promete La habitación de al lado es un duelo al sol, por citar otra favorita del director, entre dos grandes divas en el más genuino estilo Almodóvar. Un esperado regreso a lo grande, donde el director ha asumido el riesgo calculado de ampliar definitivamente su espectro multicolor al ámbito internacional, no como embajador de su país, sino como cineasta universal. Porque, guste más o guste menos, Almodóvar es un autor por derecho propio, creador de estilo y tendencia, capaz de “almodovarizar” y atraer a su propia esfera como artista el mundo de escritoras tan veneradas y características como Dorothy Parker, Alice Munro… o Sigrid Nunez.

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