Tina Fey es un icono actual dentro del género de la comedia, y su nuevo proyecto como protagonista de la próxima miniserie de Netflix, The Four Seasons, demuestra que se ha ganado el título a pulso.
Al frente de su primera serie desde 30 Rock, la creadora y protagonista de The Four Seasons habla con Artículo14 sobre los motivos que la llevaron a recrear la cinta de Alan Alda de 1981 y convertirla en una miniserie. Su nueva apuesta televisiva se centra en la mediana edad. Tina Fey y sus compañeros guionistas de 30 Rock, Tracey Wigfield y Lang Fisher, han adaptado la cinta ochentera sobre la generación del baby boom en plena crisis de la mediana edad. La actriz y guionista protagoniza la serie junto a Steve Carell, Colman Domingo y Will Forte, lo que supone su primer papel regular en televisión desde que 30 Rock terminó en 2013.
Enfrentando un difícil equilibrio entre vida laboral y personal como madre y esposa, Fey admite que prefiere considerarse guionista antes que directora o actriz.
La miniserie de ocho episodios sigue una trama similar a la de la comedia romántica original y muestra a cuatro amigos disfrutando de unas vacaciones juntos en invierno, primavera, verano y otoño. Mientras las tres parejas se van de vacaciones, una de ellas anuncia su infelicidad y planea separarse. En realidad, la nueva serie de Tina Fey, Lang Fisher y Tracey Wigfield es una divertida y emotiva carta de amor a los matrimonios largos y las viejas amistades.
Tina, sin duda está de moda hablar de las relaciones y conexiones personales en vacaciones. ¿Por qué le interesaba explorar el matrimonio, el romance y la amistad?
A mí me gusta mucho la película original y era algo que yo quería mantener. Me encantó la cinta de 1981, escrita y dirigida por el gran Alan Alda. Me emocionaba la posibilidad de escribir una historia como esta junto a Tracey y Lang porque nos conocemos desde hace muchos años. Todos trabajamos juntos en 30 Rock y también reunimos una fantástica sala de guionistas, amigos desde hace unos 20 años. Muchos guionistas han estado casados durante décadas y fueron muy generosos al compartir sus experiencias y sentimientos reales sobre sus propias relaciones. Eso ha dado lugar a que la serie se sienta muy auténtica.
La maternidad la ha tenido muy ocupada, hacía tiempo que no trabajaba.
He aprendido a medir mi tiempo. La maternidad te obliga a seguir adelante y a parar cuando es necesario. Tienes que demostrar a tus hijos tu enorme capacidad profesional sin perder su espacio. Gracias a ellos soy mejor persona. Esta serie me ha permitido explorar esta etapa de mi vida a través de los personajes. No siempre se puede profundizar en las conexiones que haces con tus compañeros de profesión, y lo he logrado.
¿Cree que las relaciones son más difíciles ahora que las redes aíslan a las personas, o en 1981, cuando se estrenó la película original?
No tengo idea de si es más difícil ahora que antes. No lo sé. Es interesante. Creo que tengo 10 años más que los personajes de la película original. Así que diré que creo que los 55 son los nuevos 45. Las relaciones son siempre difíciles y creo que para mantenerlas es importante no olvidar el sentido del humor.
¿Se atrevió a incorporar alguna de sus experiencias personales al personaje?
Algo de algún viaje que he hecho. Hay una escena donde llega un huracán y todos huimos a la habitación de hotel de Anne. Algo parecido viví con todos los actores de la película rodando la serie; digamos que la realidad acabó imitando a la ficción.
Hay una pareja en la serie que no deja de pelear. ¿Lo considera necesario?
Es parte de la terapia de pareja. Una de las pocas líneas de la película original que se repite en la serie es la de Kate diciendo: “¿No pueden simplemente pelear?”, refiriéndose a Nick y Anne. Siempre me pareció muy interesante la forma en que Alan escribió originalmente a Jack y Kate: una pareja que sabe cómo pelear, que sabe que va a discutir, pero que en el fondo sabe que son estables. A lo largo de esta serie de ocho episodios los vamos poniendo en un estado de inestabilidad, pero ellos saben superarlo. Desde mi punto de vista, Alan es un guionista que sabe escribir bien sobre mujeres, que sabe crear personajes tridimensionales que nosotros, el resto de los escritores, queremos emular.
¿Puede contarnos el proceso de rodaje de la serie?
Claro. Todos estábamos encantados de volver a reunirnos. Steve Carell y yo queríamos volver a trabajar juntos y esta serie fue una alegría para los dos, pero además nos ha permitido juntarnos con otros seis o siete compañeros con quienes queríamos trabajar. Todas las piezas encajaron en el puzzle, lo cual fue muy emocionante porque no tuvimos que vernos obligados a descartar a nadie. Ha sido un rodaje íntimo y muy eficiente. Todos sabíamos lo que hacíamos y por qué estábamos allí. Somos una gran familia. Otro momento de la serie que me encanta es cuando estamos de fiesta en Puerto Rico y vemos a Danny meterse cocaína, y le digo: “Sí, sabes que tienes problemas de salud. No es el momento de que pruebes la cocaína por primera vez”. Y los dos me miran como diciendo: “Ay, cariño”. (Se ríe) Ese es uno de mis momentos favoritos.
La serie está estructurada con dos episodios por temporada: primavera, verano, otoño e invierno.
Sí.
¿Cómo llegó a ese tipo de estructura de ocho episodios?
Cuando Tracey, Lang y yo estuvimos hablando de cómo presentar la adaptación a serie, pensamos que debería tener una duración de cuatro horas. Y mi agente, Richard Weitz, me dijo: “Son ocho horas. Ocho medias horas”. Y yo le dije: “Vale, gracias, Richard”. Lo único que hice fue escuchar a mi talentoso agente.