Te Invito a Cenar

“Siempre hay motivos para festejar”: mil personas vulnerables celebran la Navidad

Esta cena solidaria consigue récord de comensales: más de mil personas en riesgo de exclusión social se reúnen bajo el paraguas caritativo de varias asociaciones que trabajan especialmente con mujeres, adolescentes y niñas

“Fui madre muy joven. Tenía una pareja que abusaba de mí, y cuando supo que estaba embarazada, me abandonó”. “Salí huyendo de mi país y llegué aquí sin nada, pero ahora tengo una nueva familia”. “Yo soy Keana y esta es mi niña Naydelin, y gracias a Familias para la Acogida hemos podido empezar de nuevo”.

Los testimonios son emotivos; algunos desgarradores, otros contienen esperanza, pero todos son verdaderos, de personas que atraviesan algunas de las dificultades más grandes que hay en la vida. Esta noche, sin embargo, los problemas, sin quedar atrás, son acogidos, como lo son a lo largo del año: hoy mil personas vulnerables, en riesgo o en exclusión social se sientan a cien mesas para recibir una cena solidaria de Navidad por duodécimo año consecutivo. “Porque siempre tenemos motivos para celebrar”, afirma Evelin, una de los casi 700 voluntarios que preparan, organizan y sirven esta cena.

“Es una cena que hacemos para amigos con los que estamos todo el año”, explica Charo Jiménez, una de las organizadoras (también voluntaria) de Te Invito a Cenar desde su primera edición. “Asociaciones, obras, ONG, gente que se junta para ayudar… Celebramos la Navidad con ellos y por eso cenamos con ellos”, relata. Es decir, a lo largo del año, miles de voluntarios se implican en obras de caridad que van desde el Banco de Solidaridad a la Asociación Caritativa Bocatas, que lleva alimento y abrazos a la Cañada Real; desde visitas a los internos de dos cárceles de Madrid a la labor con migrantes y refugiados que realizan en la ONG Cesal; de las madres vulnerables con niños de hasta tres años del Proyecto Miriam hasta núcleos familiares que necesitan compañía en Familias para la Acogida o en la Fundación Acogida.

Más de 18 iniciativas de caridad son las beneficiarias de Te Invito a Cenar

Más de 18 iniciativas de caridad son las beneficiarias de Te Invito a Cenar

Así, hasta 18 iniciativas de voluntariado, acogidas bajo el paraguas común de la Compañía de las Obras. Los testimonios se acumulan, el milagro de la compañía se multiplica en una noche como esta. La cena de Te Invito a Cenar consigue lo que parecería imposible a ojos del mundo, y uno ya no sabe quién es voluntario y quién beneficiario. Porque, de hecho, en muchos casos ambos papeles se complementan, se intercambian o conviven.

Madres, migrantes y víctimas de violencia

“Nosotros atendemos a chicas jóvenes, embarazadas o con hijos a su cargo, con alojamiento y programas de apoyo a la maternidad. Hemos venido con 20 chicas, en su mayoría inmigrantes y víctimas de violencia. Por eso esta es una cita obligada cada año: ellas se ponen sus mejores galas y celebramos juntos, y felices, la Navidad”, reconoce Belén Cabello, de la Fundación Acogida, a Artículo14. Lo mismo destaca Carolina Mónaco, directora de la escuela restaurante La Quinta Cocina: este es un lugar para que todos celebremos la Navidad. “Nosotros formamos a chicos y chicas de entre 18 y 23 años en riesgo de exclusión social. Nuestro objetivo es la inserción sociolaboral de los chicos más vulnerables. Hay personas de Senegal, de Marruecos… y esto es una gran oportunidad para que se inserten también en nuestra cultura”.

“Queremos celebrar la Navidad con ellos, que son nuestros amigos. Nos acompañamos mutuamente durante todo el año, y celebramos la novedad radical que se anuncia en estas fechas. Ponemos delante lo que somos y lo que hacemos. Habrá gente que lo haga por generosidad, por puro altruismo y porque se siente bien entregándose. Yo lo veo como el fruto de un trabajo de todo el año, no como un hecho aislado”, recalca Pablo Llano, de la ONG Cesal y uno de los organizadores del evento, que este año celebra su duodécima edición sin parones: ni siquiera durante la pandemia la suspendieron, sino que cocinaron y llevaron la cena, una por una, a todas las familias necesitadas.

El CEPI de Tetuán está gestionado precisamente por la ONG Cesal. Allí, cada día acompañan a jóvenes, familias y personas vulnerables, con acompañamiento, apoyo escolar y propuestas de ocio, como narra Pilar García Prieto, una de sus educadoras, que se sienta a la mesa con sus “chavales”, entre los que se encuentran Ariana y Tobías. “Me siento acogida, bien y tranquila”, dice ella. A su lado, Javier Gardón, director de Familia e Infancia del Ayuntamiento de Madrid, no deja de sorprenderse por lo que aquí se vive: “Nosotros trabajamos y colaboramos con muchas entidades y asociaciones de las que están aquí, y que hacen una labor extraordinaria y excepcional. Es una iniciativa preciosa que nos agrada muchísimo: hay que apoyar todas estas iniciativas”.

Pilar García Prieto, educadora de la ONG Cesal, con Ariana y Tobías, beneficiarios del CEPI de Tetuán

Pilar García Prieto, educadora de la ONG Cesal, con Ariana y Tobías, beneficiarios del CEPI de Tetuán

En esta iniciativa solidaria, con cerca de 700 voluntarios se entregaron, con pasión e ilusión, durante tres días, para que este gesto fuera posible, consagrándose como una de las iniciativas solidarias con más impacto de toda España. Muchas de las personas que ayudaron llenaron las cocinas del Mirador de Cuatro Vientos, capitaneadas por veinte chefs, para preparar los platos principales y las más de 2.400 tapas que fueron servidos la noche del 22 de diciembre, movidos por el deseo de darse a los demás.

A las 20:00 comienzan a llegar los comensales. Personas sin hogar, familias, enfermos, niños cantando villancicos… incluso presos que han obtenido permiso para acudir a esta cena navideña acompañados por los voluntarios que acuden cada sábado a realizar talleres con ellos en la cárcel. En sus ojos brilla una novedad: la de sentirse protagonistas, queridos, esperados, preferidos. Se distribuyen en las casi cien mesas preparadas para ellos junto a los voluntarios, y comienza el festín, preparado por una veintena de chefs: quiche de setas con chutney de remolacha y salsa de verduras, pularda guisada con cebollitas caramelizadas y arroz oriental y mousse de chocolate con coulis de frutos rojos y almendras escarchadas.

Durante la cena no cesan las sorpresas: los Magos de la Chistera recorren las mesas haciendo sus trucos, el periodista Fernando Martín ameniza la velada desde el escenario e incluso hay una tómbola en la que se reparten buenos y abundantes premios. La hermana Evelin, de la Asociación Línea 10, que sostiene a las familias en sus necesidades a través de actividades sencillas, cotidianas y repetidas en el tiempo, lo tiene claro: “A nosotros ya nos tocó la lotería hace tiempo”. Y a nosotros, los que cada año somos testigos de que hay una forma diferente de amar, vivir y servir, también.

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