Todo comienza en las Olimpiadas de Tokio 2020: “Siempre he tenido muy buena intuición. Soy un poco ‘friki’. Nunca lo digo, pero puedo anticipar cosas que van a suceder antes de que sucedan. Y desafortunadamente, me sentí así en las Olimpiadas”. La campeona olímpica Simone Biles se retiró a media competición en Japón: con todos los focos puestos en ella, “la mejor gimnasta de la historia”, su salud mental se resquebrajó y decidió abandonar los Juegos Olímpicos.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 la jovencísima atleta estadounidense, con tan solo 19 años, brilló con cuatro oros y una medalla de bronce. Era ya una estrella en ciernes. “Durante mi carrera, había estado ignorando los avisos que me daba mi cuerpo. Pero tu cuerpo solo puede seguir funcionando durante un tiempo antes de que se te salten los fusibles”. Simone Biles era incapaz de sincronizar su cuerpo y su mente para enfrentarse a una competición: “Nunca pensé que volvería a competir, porque las voces de mi cabeza no me dejaban”.
“Simone Biles vuelve a volar”
El momento del “abandono” de Simone Biles en Tokio y todo lo que supuso para ella, su familia, amigos y profesionales atletas, se recoge ahora en una nueva docuserie de Netflix. Simone Biles. Rising again (Simone Biles vuelve a volar) cuenta el camino de la atleta desde Tokio hasta París a escasos días del inicio de los Juegos Olímpicos de 2024.
La nueva docuserie de Netflix ha estrenado dos de los cuatro capítulos en los que se puede ver a la atleta caer, llorar, levantarse, reír… La nueva producción revela desde los primeros momentos de Tokio, marcados por la incertidumbre y las críticas destructivas que Simone Biles recibió en las redes sociales cuando decidió parar, hasta su preparación para la nueva cita olímpica en los Juegos de París.
El inicio del documental se centra en el momento en el que Simone Biles se enfrenta a la final de salto, y en lugar de hacer lo que se esperaba de ella, realiza un ejercicio a medias. Se produce un silencio atronador en el estadio. Abrumada por no cumplir las expectativas, en ese momento decidió no seguir compitiendo. Nada más se producía esta decisión, la gimnasta llamaba a su madre para confesarle que “no podía seguir”. Era demasiada la presión que soportaba sobre sus hombros en relación a los oros que iba a conseguir.
De vuelta a las Olimpiadas
“¡Voy a competir en otras Olimpiadas! Muchos de los que estamos en la gimnasia hemos demostrado que puedes ser mayor y alargar tu carrera”, afirma una Simone Biles de 27 años en el primer capítulo del documental. Muchos de sus compañeros atletas, preparadores físicos e incluso competidores hablan de ella como la mejor gimnasta de todos los tiempos. “La diferencia entre los mejores y los mejores de la historia como Simone es que cambian su deporte”, afirma la periodista de Time Alice Park.
La docuserie se centra en la historia de su regreso, pero combinándola con su vida personal y profesional. Habla incluso su marido, Jonathan Owens, jugador de la NFL y uno de sus mayores apoyos. “Simone no podía soportar todas las expectativas que se habían cargado sobre sus hombros”, afirma, a la vez que varios periodistas hacen autocrítica sobre la presión que ejercen los medios de comunicación.
Desde Tokio, los episodios avanzan por el camino de preparación de Simone Biles hacia París 2024 para después centrarse en su infancia, su trayectoria y otras historias personales. A través de los testimonios de la propia gimnasta, de otras compañeras de profesión como Dominque Dawes y otras gimnastas de la selección actual de Estados Unidos, las dos horas de los dos primeros capítulos establecen el marco para entender la historia de la atleta de Ohio.
En el primer capítulo aparecen los “twisties”, esa desconexión entre cuerpo y mente que sufren en ocasiones los gimnastas. Según los expertos, no tiene tanto que ver con una condición física como con una psicológica. El vídeo de Simone Biles aterrizando sobre el cuerpo durante un ejercicio se filtró a los medios de comunicación, que crearon una sensación de alarma en cuanto a su estado físico. La medallista Betty Okino llega a decir que puede suponer la muerte de un atleta: “Puedes aterrizar de cabeza y morir”.
“‘La mejor’ se raja”
“La única forma de curarlo es darse un respiro y entender lo que pasa, y muchas veces no tiene que ver con la gimnasia”, continúa su entrenador. Las críticas en redes sociales se multiplicaron. “Se oía mucho más a la gente que decía cosas malas que a la que me apoyaba. Fue una gran decepción”, confiesa la propia Simone Biles, que en todo momento es honesta con su proceso. Incluso mirando a cámara lee algunos de los comentarios que recibía: “‘La mejor’ se raja”, “Ha dejado tiradas a sus compañeras”, “La lección del deporte es seguir cuando las cosas se complican, no abandonar”.
El documental afronta también la dificultad de las Olimpiadas de 2020, en plena pandemia de coronavirus, cuando los atletas carecían de apoyo familiar y se encontraban solos y aislados en la villa olímpica. Simone Biles echó mucho de menos a su marido y a sus padres, que en realidad son sus abuelos, que ganaron su custodia tras rescatarla de pequeña de un centro de acogida en el que entró por los problemas de su madre biológica con el alcohol. Una familia que, según se puede observar en la serie, fue el mayor apoyo de la gimnasta una vez se retiró de Tokio. “Solo veía fantasmas. Me daba miedo todo. Quité los comentarios de Instagram por consejo de mi terapeuta y borré Twitter dos veces. Parece que la gente solo piensa en destruirte cuando estás en la cima y yo no quiero estar en un pedestal, solo quiero ser humana”, asegura la de Ohio en la serie de Netflix.
El documental no rehúye temas polémicos como el racismo o los abusos sexuales. De hecho, recorre la historia de otras gimnastas negras como Simone Biles, que se hicieron un hueco en un mundo destinado a figuras femeninas blancas. Se pone el foco sobre las denuncias que Biles y otras gimnastas del equipo nacional estadounidense pusieron sobre el médico de USA Gymnastics, Larry Nassar, que se encuentra actualmente en prisión por agresiones sexuales sobre ellas.
El foco: la salud mental
La serie, aclamada internacionalmente, habla también de los cánones estéticos racistas y de la presión que se pone no sólo por la condición física, sino por la apariencia de las gimnastas, especialmente las mujeres. De igual forma, al tratar el tema de la salud mental en general y en el deporte en particular, la serie se convierte en un documento de denuncia de las severas condiciones a las que se somete a los competidores. La historia de Simone Biles se completa con testimonios y experiencias de otras y otros deportistas profesionales que ponen de manifiesto la falta de humanidad en la élite del deporte.
Por todo ello, Simone Biles se ha convertido también en la gran estrella de estas olimpiadas, que han marcado su regreso por la puerta grande tras retirarse en Tokio. Si bien consiguió llegar a las finales de barra y suelo con tres medallas de oro y siendo la favorita para sumar alguna más, se cayó en el ejercicio de barra y se salió del tapiz en el suelo. Así, las gimnastas Simone Biles y Jordan Chiles dieron un ejemplo de espíritu olímpico y sororidad al arrodillarse en el podio de finalistas ante la ganadora del oro, Rebeca Andrade, en un gesto que ha dado la vuelta al mundo.