El silencio de Françoise Hardy

La muerte anunciada de la gran diva del pop francés Françoise Hardy, víctima del cáncer, pone de manifiesto que no todas las estrellas brillan por igual en nuestros medios de comunicación

Françoise Hardy, en una de las últimas imágenes antes de su muerte
Françoise Hardy, en una de las últimas imágenes antes de su muerte

El mundo actual es muy injusto. Hubo un tiempo en el que la Muerte igualaba a todos: ricos y pobres, famosos y anónimos, hermosos y feos… En el siglo XXI ya ni eso. Han muerto dos referentes artísticos generacionales: Donald Sutherland y Françoise Hardy. El primero estuvo en boca de todos y llenó decenas de páginas virtuales e impresas de blogs, periódicos, webs y redes (aunque a veces fuera destacado solo como el actor de Los juegos del hambre. Sin comentarios).

La segunda ha pasado casi sin pena ni gloria, en cierto modo olvidada y, me temo, desconocida por muchos. Media página en los grandes periódicos, apenas unas palabras en televisión y poco más. Ni una portada, ni un reportaje extenso –con alguna honrosa excepción como la de Javier Memba en Zenda–, ni un programa especial. No hablemos de recuperar alguna de sus películas o un concierto homenaje. Ni siquiera recordar aquellos singles y EP en vinilo de comienzos de los años sesenta donde Françoise Hardy canta en español. Porque sí, la memoria es frágil en estos tiempos pero hubo otros, no tan lejanos, en los que la Hardy era una auténtica estrella también en nuestro país, donde la canción francesa, tanto la clásica como la moderna, triunfaba.

Cuando Françoise Hardy era un estrella en España

Cuando Françoise Hardy era un estrella en España

Su pecado: distanciarse del feminismo

Cantante, modelo, actriz, compositora, escritora, tarotista y astróloga, figura fundamental del pop francés y europeo, adorada por su esposo Jacques Dutronc y por genios como Serge Gainsbourg, rostro de la heroína de la bande dessinée (historieta francesa) Pravda de Guy Pellaert, auténtica gigante del arte del siglo XX cometió un pecado imperdonable: distanciarse del feminismo y alinearse con la llamada “nueva derecha francesa”.

Desde los años ochenta hasta su muerte manifestó su desconfianza de la izquierda, criticando sus sentimientos antifranceses y oponiéndose públicamente a las políticas sociales de Hollande, viendo también muchas veces cómo sus opiniones eran ridiculizadas y descontextualizadas por la prensa. Pese a ello, su autobiografía, La desesperación de los simios… y otras bagatelas, publicada en España por la independiente Expediciones polares en 2017, fue todo un best-seller en Francia. También su libro de ensayos Avis non autorisés (2015) resultó un éxito de ventas en su país, que su editor original quería titular Políticamente incorrecto. En él se despachaba a gusto con la izquierda, la marginación de los ancianos, las falsas terapias alternativas y el feminismo.

La polémica autobiografía de la artista Françoise Hardy

La polémica autobiografía de la artista Françoise Hardy

Y es que, aunque defensora a ultranza del derecho al aborto y a la eutanasia (que intentó sin éxito le fuera autorizada para poner fin a su larga enfermedad), dedicó estas palabras a las feministas: “Las encuentro hoscas, feas, nada femeninas. Nunca he sido capaz de identificarme en nada con las feministas”. Por supuesto, más allá de declaraciones lapidarias, Hardy siempre matizó en sus entrevistas: “No es la lucha feminista la que me disgusta, sino cierta radicalidad y extremismo que existen en todo movimiento social”. Lo que no evitó que recogiera ácidas críticas por parte de las propias feministas francesas –algunas bien justificadas, por cierto– que la consideraban exponente de la “misoginia a la antigua”.

¿Es quizá por ello que una de las artistas más originales y creativas, icono gay, admirada por David Bowie, Mick Jagger, Bob Dylan, Morrissey, y protagonista de un poema de Vázquez Montalbán, apenas ha merecido en España unas líneas mal contadas y ha sido poco menos que invisibilizada en la hora de su muerte? ¿No es suficientemente feminista respetar y discutir las ideas de una mujer inteligente, aunque sean distintas e incluso opuestas a la narrativa dominante?

Françoise Hardy, heroína de tebeo francés

Françoise Hardy, heroína de tebeo francés

En Francia, las opiniones de Hardy provocaron siempre debate y polémica públicos, rechazo por parte del feminismo en general y defensa por parte de otros y otras intelectuales de la derecha y el centro-derecha. Paradójica e individualista, se identificaba con librepensadores y francotiradores tan individualistas y paradójicos como ella. Exponente de esa corriente de mujeres francesas liberales y conservadoras al tiempo, que tantas iras despertaron con su manifiesto “contra” el #MeToo, ignorarla, silenciar su discurso, ocultarlo, falsearlo como hicieron la mayor parte de medios de este país a la hora de su fallecimiento, es mostrar qué poca madurez y cuánto temor tiene todavía cierto establishment español frente a una fémina disidente, poderosa y opuesta al feminismo “preceptivo”.

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