Desde que se estrenó Juego de Tronos en 2011, se ha analizado y evaluado cómo se retrataba a las mujeres en la serie. Las críticas se acrecentaron con las imágenes de sexo y los desnudos, completos siempre cuando se trataba de mujeres, parciales cuando se enfocaba en los hombres. Ahora acaba de estrenarse la segunda temporada de su precuela, La Casa del Dragón, con todas las miradas puestas en su forma de tratar la diferencia de géneros.
Y lo han conseguido. La serie logra tener poner el foco de forma significativa en cómo las mujeres en posiciones privilegiadas buscan poder en esta sociedad profundamente patriarcal. “Aunque es fantasía y una especie de escala épica y desconocida, en realidad de lo que se trata, el meollo de la cuestión, son cosas que son intensamente pertinentes y resonantes con lo que todos estamos pasando en este momento”, declaró en la rueda de prensa la actriz Eve Best, quien interpreta a Rhaenys Targaryen. “En particular, el surgimiento de la presencia femenina en posiciones de liderazgo y el gobierno, y el comienzo de entender cómo nos afecta a todos”.
“Durante muchos miles de años, la idea de una mujer gobernante ha sido inexistente. ¿Cuál es esa forma de liderazgo femenino? ¿Qué características tiene? ¿Cuál es la diferencia entre el gobierno de un hombre de una mujer? Se trata no de que haya mujeres ‘haciendo el trabajo de hombres’, sino que sean puestos igualitarios. ¿Cómo definimos el liderazgo verdaderamente femenino, que no es necesariamente específico de género, sino el principio energético de lo femenino?”, continuó, convirtiéndose en portavoz de una nueva forma de entender los roles, especialmente dentro de lo audiovisual.
La centralidad de lo femenino
“Son humanos, con problemas, personas complicadas, pero no hay ni buenos ni malos. En esta temporada lo único que hacemos es resolver los problemas que abrimos en la primera temporada. Hay más juego, se abre el universo y todo es más amplio. Por eso va a haber más conflicto, más guerra, más dragones y más sangre”, remarca el creador, Ryan Condal, en una entrevista con EFE.
También confirmó que las mujeres iban a tener un “papel esencial” en esta temporada. “Vamos a ver a personajes evolucionar como el de Haelena (Phia Saban) que apenas se habían desarrollado en la primera temporada y aquí adquieren un carácter importante”, avanza. “El liderazgo parece fundamentalmente diferente a una forma masculina de liderazgo, y eso es algo muy pertinente para una de las cosas más importantes a las que nos enfrentamos en nuestro mundo”.
El coprotagonista de Eve Best, Steve Toussaint, que interpreta al marido de Rhaenys, Corlys Velaryon, añadió que cualquier proyecto en el que trabajen los actores y los equipos creativos “refleja la época en la que se hizo”, independientemente del periodo en el que esté ambientada la película o la serie de televisión.
“Si nos fijamos en las dos primeras temporadas de Juego de Tronos, fueron anteriores al #MeToo“, dijo Toussaint. “He oído a Emilia Clarke hablar de una época no muy agradable en el plató, en cuanto a los desnudos y demás, y a otras mujeres. Nuestra serie se hizo después del #MeToo, así que hasta donde yo sé no hemos tenido ese problema, porque nos hemos vuelto más conscientes.”
“Parece una locura decir que en la década de los 2000 nos hemos vuelto más conscientes de que las mujeres tienen sus propios sentimientos”, sentenció.
LLa forma en que han cambiado los roles y el liderazgo es evidente en el personaje de Olivia Cooke, Alicent Hightower, que se encuentra en la cima de su poder cuando la primera temporada de La casa del dragón llegó a su fin, poniendo a su hijo en el trono y ahora en el papel de reina viuda. “Con eso, su hijo se ha alejado de ella y ya no busca su consejo, y Aemond no lo ha hecho durante mucho tiempo”, destacó Cooke. “Ella deambula por el castillo mientras todas esas fichas se le van cayendo, y creo que de ahí surge una extraña sensación de liberación”.
“Aunque era la reina, estaba atada por el deber y adoctrinada por su padre, y estaba allí para servir y ser una pieza de ajedrez en el ‘juego de tronos’… Especialmente fue evidente para mí rodando esas pequeñas escenas del consejo en las que físicamente me están hablando todo el tiempo y estoy intentando opinar y exponer mi punto de vista, que es más comedido y más inteligente. No me dejo llevar por las hormonas, el impulso o la espontaneidad. Alicent es capaz de alejarse, y también de acercarse y mirar a sus hijos y realmente saber que, mierda, ha tomado la decisión equivocada”.