Ripley, en Netflix
Una de las series más esperadas de la temporada llega a Netflix, y lo hace con el actor del momento: Andrew Scott. Ripley ha aterrizado en la plataforma y se ha convertido, casi al instante, en una de sus propuestas más interesantes: rodada por entero en blanco y negro, con la costa amalfitana como un personaje más y con una apuesta estética desbordante, se encuentra ya entre las series más vistas de la semana.
Podría parecer una simple (y burda) nueva adaptación a la pantalla de El talento de Mr. Ripley, el libro que en 1955 publicó Patricia Highsmith. Sin embargo, ha conseguido superar el mito. De hecho, desde su nacimiento hace siete décadas, el personaje de Tom Ripley ha sido el centro de casi una docena de películas –la más popular, El talento de Mr. Ripley, de 1995, protagonizada por Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow–, pero esta es la primera serie que se centra en el estiloso estafador.
A Andrew Scott se unen Johnny Flynn como Dickie y Dakota Fanning como Marge. Como en la novela, entre los tres se establece un vínculo absolutamente disfuncional, orquestado por el siempre fascinante asesino. Ripley es apuesto y pobre, y su ambición la mueve un intenso odio de clase que le lleva a desear los privilegios que le han sido negados. Al igual que su autora, que desde los 12 años se sintió como un chico encerrado en el cuerpo de una chica y que llevó su condición de lesbiana (también tuvo relaciones torturadas con hombres) con culpabilidad, Ripley es contradictorio, voluble y explosivo: esconde sus sentimientos y asesina sin premeditación o remordimientos.
The Regime, en HBO
En Artículo14 no sólo hemos entrevistado a la incomparable Kate Winslet, protagonista de esta serie irreverente y original, sino que nos hemos enganchados a las intrigas palaciegas del sistema monárquico que ella gobierna. Tras la madre soltera que busca el cariño de sus hijas en Mildred Pierce y la detective local de Mare of Easttown que intenta resolver varios asesinatos, una de las mejores actrices de su generación encarna ahora a una canciller paranoica, poderosa y muy sexual que expresa su deseo sin miedo.
A partir de una retorcida narrativa, la ficción aprovecha para criticar de forma mordaz a la clase política y desenmarañar los dramas personales de su protagonista, una mujer con una enfermedad imaginaria que hace mella en su sistema autoritario. En este atípico retrato de una dictadora desafiante, la extraña relación que Elena (Kate Winslet) mantiene con su más fiel servidor será a la vez piedra de toque y salvación para un sistema político que se desmorona por los desvaríos de su gobernante.
Los responsables del guion de otras propuestas como la sangrienta película El menú o la incomparable Succession, una de las mejores series de la última década, capitanean la nueva serie de HBO Max.
Benjamin Franklin, en Apple TV+
El mismo día que llega a las plataformas de la historia de Golda Maier, la primera ministra israelí (en un momento de máxima tensión en Gaza), lo hace también el retrato de otro personaje histórico: Benjamin Franklin. Si hace unas semanas se estrenaba Manhunt para radiografiar el asesinato de Abraham Lincoln, en esta ocasión disfrutamos de un placentero biopic mezcla aventura, diplomacia y espionaje en los primeros meses de la Guerra de Independencia.
La miniserie sigue al padre fundador de Estados Unidos mientras busca apoyos en la Francia prerrevolucionaria, convirtiendo la miniserie de Apple TV+ en una suerte de cálculos diplomáticos y enrevesadas reuniones. ¿Y dónde quedaban las mujeres en una época en la que ni siquiera podían votar? En el papel al que han sido relegadas: el de amantes. La seducción (no solo como analogía de la diplomacia) de las cortesanas y nobles francesas mientras navegan en un mundo intrincado y traicionero es la vía de escape de los protagonistas: Michael Douglas en el papel de Franklin y Noah Jupe en el de su nieto Temple.
Fallout, en Amazon Prime Video
Los responsables de Westworld han reinventado el universo de los videojuegos de Fallout para imaginar una nueva historia que mezcla bien acción, humor, enigmas y buenos personajes. Eso sí, la protagonista es una mujer valiente y empoderada: Lucy (Ella Purnell) tiene que hacer frente a sus mayores miedos, aunque después de haber vivido toda su vida entre algodones.
La serie nos sitúa en una realidad alternativa en la que después de la Segunda Guerra Mundial el mundo sufrió una guerra nuclear que forzó a la Humanidad a recluirse en búnkeres, pero lo hace agarrándose a la emotividad de uno de sus personajes, un vaquero conocido como El Necrógafo. Los descendientes de los ricos que pudieron acceder a estos búnkeres, llamados bóvedas, esperan a que la radioactividad del exterior baje y puedan salir a repoblar y refundar Estados Unidos tal y como era… y una de ellos es Lucy.
Con coraje, fuerza y valentía, Ella Purnell da vida a esta aventurera postapocalíptica con la que el espectador empatiza en seguida: con ella y con su montaña rusa de emociones en una superproducción de Amazon Prime Video con un universo propio muy característico en el que todo está muy cuidado. Visualmente, se nota que no les ha faltado ni un dólar a sus responsables, algo que aplica a todos los niveles.
Such Brave Girls, en Filmin
Esta sitcom británica producida por A24 airea los traumas de una familia disfuncional mediante el uso de un humor muy, muy, corrosivo. Para su primera serie, Kat Sadler (quien además interpreta a una de sus protagonistas) rompe con todo tipo de miedos y tabúes y aborda temas sensibles, como la salud mental o el aborto, desde la comedia menos correcta y desprejuiciada.
Muy al estilo Fleabag e incluso como la Girls de la década de los 20, Such Brave Girls entronca precisamente con esa herencia: la de mujeres (Phoebe Waller Bridge, Lena Dunham y ahora, Kat Sadler) que quieren contar su historia sin importar a quién incomode, recibiendo un aluvión de críticas por parte de cierto sector masculino y, a su vez, la alabanza de toda una generación de mujeres que se sienten, por fin, representadas. Sólo podemos darles las gracias.