Reivindicar a las mujeres que hicieron historia: una mirada a ‘Guerreras’ y ‘Faraonas’

En un mundo donde las narrativas históricas han sido dominadas por figuras masculinas, emergen obras que iluminan las vidas de mujeres que dejaron una huella indeleble en la historia. Los libros Guerreras y Faraonas, publicados por la editorial Almuzara, se...

Figuras femeninas claves de la historia, como Juana de Arco, Tomoe Gozen, Hatshepsut y Cleopatra VII
Figuras femeninas claves de la historia, como Juana de Arco, Tomoe Gozen, Hatshepsut y Cleopatra VII

En un mundo donde las narrativas históricas han sido dominadas por figuras masculinas, emergen obras que iluminan las vidas de mujeres que dejaron una huella indeleble en la historia. Los libros Guerreras y Faraonas, publicados por la editorial Almuzara, se erigen como faros que nos guían hacia el reconocimiento y la celebración de estas figuras femeninas olvidadas.

Guerreras: redescubriendo a las heroínas del pasado

A lo largo de la historia, el campo de batalla ha sido tradicionalmente un territorio dominado por los hombres. Sin embargo, en momentos de crisis, cuando la supervivencia de sus hogares y familias dependía de ello, muchas mujeres rompieron las barreras impuestas por la sociedad y empuñaron las armas. El libro Guerreras. Españolas que empuñaron las armas (Almuzara), escrito por María Pilar Queralt, Carolina Molina y Ana Morilla, recupera la memoria de estas heroínas, quienes no lucharon por la gloria ni el reconocimiento, sino por una necesidad urgente: proteger lo que más querían.

Entre estas figuras destaca a, convertida en emblema de la resistencia durante la Guerra de la Independencia. Su imagen disparando un cañón en la defensa de Zaragoza es una de las más icónicas de la historia de España. “Agustina no era militar, ni buscaba la batalla, pero en el momento clave se convirtió en el alma de la resistencia”, explica Pilar Queralt. Como ella, muchas otras mujeres fueron forzadas a la lucha, ya sea en el campo de batalla o desde la retaguardia, asumiendo roles cruciales en los conflictos que marcaron la historia del país.

La militar Agustina de Aragón

Agustina de Aragón

Pero no solo aquellas que empuñaron un arma deben ser recordadas. En las sombras de la guerra, en hospitales de campaña o en labores de espionaje, miles de mujeres desempeñaron funciones esenciales. Enfermeras, espías, periodistas de guerra y mensajeras arriesgaron sus vidas sin reconocimiento. Queralt menciona el caso de Aída Lafuente, conocida como “la rosa roja de Asturias”, y Lina Ódena, quienes, a pesar de no tener formación militar, se lanzaron a la defensa de sus ideales con determinación férrea.

El libro también rescata la historia de mujeres que, más allá del combate directo, influyeron en el devenir de las guerras. Manuela Malasaña, cuya muerte se convirtió en símbolo de resistencia, o María Pacheco, quien lideró la revuelta comunera tras la ejecución de su esposo, son ejemplos de cómo la determinación y el coraje pueden cambiar la historia, porque las guerreras no solo combatieron a los enemigos en el campo de batalla, sino también a las estructuras sociales que las querían relegadas a la obediencia.

Las armas que usaron estas mujeres fueron tan variadas como sus historias: cañones y fusiles en manos de Agustina de Aragón o Casta Álvarez, pero también elementos más improvisados como agua hirviendo, piedras o incluso palabras que encendieron la resistencia en los corazones de sus compatriotas. La guerra no era su destino, pero cuando la historia llamó a sus puertas, respondieron sin vacilación. Hubo guerreras en la península ibérica, se forjaron leyendas como las de la Armengola y Ximena Blázquez, nacieron las luchadoras Inés Suárez y María Estrada (soldado en la Nueva España), llegó María La Bailaora, la arcabucera de la batalla de Lepanto…

El libro continúa repasando figuras históricas, como la de Catalina de Erauso, una monja vestida de alférez, o la de María Pita, adentrándose en la historia de España hasta llegar a la guerra civil, en un capítulo titulado “centinelas en la retaguardia”.

Hoy, la figura de la mujer en el ámbito militar ha cambiado drásticamente. Las “guerreras” del siglo XXI son las mujeres que forman parte del ejército con plena formación, las que desempeñan funciones estratégicas en conflictos internacionales o aquellas que, sin uniforme, luchan cada día en contextos hostiles. Lo que no ha cambiado es la esencia de su valentía: una mezcla de instinto de supervivencia, protección de los suyos y una inquebrantable voluntad de justicia.

Faraonas: el poder femenino en el antiguo Egipto

Por otro lado, Faraonas nos transporta al místico mundo del antiguo Egipto, donde algunas mujeres no solo compartieron el poder con los hombres, sino que también gobernaron con autoridad y sabiduría. El libro Faraonas. Misterios y curiosidades de las grandes damas del Nilo, escrito por Rubén Villalobos, explora las vidas de reinas y faraonas que, a pesar de los desafíos, dejaron un legado imborrable en la civilización egipcia. Al destacar sus contribuciones, la obra desmonta la noción de que el liderazgo femenino es un fenómeno moderno, demostrando que, desde tiempos ancestrales, las mujeres han sido pilares fundamentales en la construcción de sociedades.

Lejos de ser meras consortes o regentes temporales, muchas faraonas asumieron el liderazgo absoluto de Egipto, enfrentándose a conspiraciones, crisis dinásticas y desafíos propios de un sistema gobernado tradicionalmente por hombres. A través de este libro, Villalobos nos sumerge en la vida y el legado de figuras como Hatshepsut, Cleopatra VII o Sobekneferu, quienes, a pesar de los obstáculos, lograron consolidar su poder y dejar una impronta indeleble en la historia.

La reina Hatshepsut, "la elegida por los dioses"

La reina Hatshepsut, “la elegida por los dioses”

El autor presenta un recorrido biográfico por las faraonas más destacadas, además de desvelar algunos de los enigmas y curiosidades que rodean su gobierno. Por ejemplo, se adentra en la manera en que Hatshepsut, una de las soberanas más influyentes, recurrió a estrategias propagandísticas para cimentar su reinado, incluyendo la adopción de atributos tradicionalmente masculinos, como la barba postiza y las representaciones escultóricas que la mostraban como un faraón varón.

Otro de los puntos más intrigantes de Faraonas es el análisis de Cleopatra VII, probablemente la gobernante femenina más célebre del Antiguo Egipto. Villalobos desmonta la imagen de femme fatale que la tradición occidental ha construido en torno a la última reina de Egipto, mostrando su astucia política y diplomática, así como su habilidad para consolidar alianzas estratégicas en un momento de gran inestabilidad para su país.

El libro también rescata figuras menos conocidas pero igualmente fascinantes, como la mencionada Sobekneferu, la primera mujer en ostentar formalmente el título de faraón en solitario, o Tausert, quien gobernó en una época convulsa y cuyo reinado marcó el fin de la dinastía XIX. Además, el autor examina las complejas estrategias utilizadas por estas mujeres para acceder al trono y mantenerse en él, desde matrimonios estratégicos hasta el uso de la religión como herramienta de legitimación.

Cleopatra VII, una de las pocas mujeres que gobernaron el antiguo Egipto, estaba destinada a ser la última de su dinastía

Cleopatra VII, una de las pocas mujeres que gobernaron el antiguo Egipto, estaba destinada a ser la última de su dinastía

Más allá del relato histórico, Villalobos consigue dotar a su obra de un enfoque accesible y ameno, combinando rigor académico con una narrativa envolvente que atrapa al lector desde la primera página. Faraonas ofrece un repaso por la historia de estas mujeres excepcionales, planteando una reflexión sobre el papel del género en el poder y la forma en que la historia ha tratado a sus protagonistas femeninas.

La urgencia de reivindicar figuras femeninas históricas

La publicación de Guerreras y Faraonas llega en un momento crucial, donde la sociedad busca reequilibrar las narrativas históricas para incluir a aquellas figuras femeninas que fueron injustamente invisibilizadas. Durante siglos, la historiografía tradicional ha minimizado o ignorado las contribuciones de las mujeres, creando una percepción sesgada del pasado. Esta omisión no solo es una injusticia hacia las mujeres que hicieron historia, sino que también priva a las nuevas generaciones de referentes femeninos que podrían inspirarles.

TAGS DE ESTA NOTICIA