En la España de los años cincuenta, una época dominada por normativas conservadoras y un ambiente patriarcal fuertemente arraigado, la figura de Mercedes Formica se convirtió un faro de esperanza y cambio. Al menos, para las mujeres feministas. Esta abogada y activista, en pleno régimen franquista, inició una cruzada por la igualdad de derechos en el Derecho Matrimonial. Esto supuso un hito en la historia del feminismo español. Su campaña desafió tanto las estructuras legales de la época, pero también influyó en la percepción de la mujer en la sociedad española. Esta es la historia de la denominada ‘reformica‘ de los 50.
El origen de la ‘reformica’
Mercedes Formica comenzó su batalla legal inspirada por casos trágicos de injusticia contra las mujeres. Por ejemplo, el de Antonia Pernia Obrador. Antonio fue una mujer que sobrevivió a un intento de asesinato por parte de su marido. Bajo la legislación de la época, las mujeres que se separaban perdían todo. Hogar, hijos, seguridad económica… Todo. El artículo 44 de la Ley de Divorcio de 1932 y los artículos subsiguientes del Código Civil perpetuaban esta situación, al considerar a la mujer como parte de la propiedad del marido. Este artículo relegaba a la mujer a un estado de subordinación total.
Una fotografía de archivo de Mercedes Formica (EFE)
El artículo de Mercedes Formica, titulado “El domicilio conyugal” y publicado en el periódico ABC el 7 de noviembre de 1953, fue un punto de inflexión. Después de luchar contra la censura y enfrentarse a la oposición de la Sección Femenina, la inspiradora de la ‘reformica’ logró exponer las profundas injusticias enfrentadas por las mujeres en España. Sus palabras no se quedaron solo en nuestro país. También llegaron al ámbito internacional, y provocaron un debate que sacudió los cimientos de la sociedad española.
¿Qué pasó tras la lucha de Mercedes Formica?
La respuesta a su campaña fue mixta. Mientras que la prensa internacional la alababa, comparándola con movimientos feministas modernos y exponiendo la retrógrada situación española, en España tenía con resistencia. Algunos juristas y medios de comunicación respaldaron sus propuestas. Reconocieron la necesidad de un cambio. Sin embargo, otros, imbuidos en la ideología del régimen franquista, la criticaron y ridiculizaron.
El esfuerzo incansable de Mercedes Formica culminó en la reforma del Código Civil el 24 de abril de 1958. Esta reforma, conocida coloquialmente como la ‘reformica’, alteró significativamente la legislación matrimonial en España. Por primera vez, el “depósito de la mujer” fue abolido, el domicilio conyugal fue redefinido y las mujeres obtuvieron derechos que antes les eran completamente negados, como la capacidad para actuar como testigos en los testamentos y administrar sus propios bienes.
A pesar de sus logros, la figura de Mercedes Formica ha sido a menudo olvidada o malinterpretada en la historiografía española. Aunque en algunos círculos se le critica por su asociación temprana con la Falange, su contribución al avance de los derechos de las mujeres es indiscutible. La retirada de su busto en Cádiz y las controversias sobre su legado son el reflejo de una memoria histórica aún dividida.