El director R.J. Cutler estrena este mes dos salaces documentales para estimular el placer de la audiencia. En Netflix nos deja Martha, la historia de la empresaria de estilo de vida Martha Stewart, y en Disney estrena Elton John: Never Too Late, que dirige junto al marido de Elton John, David Furnish. Cutler se especializa en cintas biográficas de personajes inmortales de todos los ámbitos, desde la política como Dick Cheney, a la música como Billie Eilish o Elton John. Es bastante sorprendente descubrir cómo Cutler rasca bajo el brillo dorado de la fama en busca de los seres humanos. “Todos mis documentales hablan sobre seres humanos. La fama es un subproducto que refleja los valores de la cultura, nada más. Es una coincidencia. Sin duda, proporciona un conjunto de circunstancias únicas para el ser humano que la recibe. Pero estoy más interesado en Elton John como persona, en la humanidad de Martha Stewart o Billie Eilish o de Dick Cheney. Supongo que su éxito influye en mi enfoque personal”.
Martha es una mirada reveladora a la difícil educación de Stewart, su polémico matrimonio con el editor Andy Stewart, su breve pero transformador período en prisión y su exitoso cambio de perfil como una inteligente influencer octogenaria y colaboradora de Snoop Dogg. Un filme que nada tiene que ver con el de Elton John. “A Martha le hice muchas preguntas sobre quién es ella, cómo te preguntaría a ti si nos conociéramos y habláramos. En otros trabajos que he hecho, eso no es así. No todas mis películas tienen la misma estructura, depende de cómo el personaje impulse mi curiosidad. Ese es el punto de partida”.
Comparando a ambos personajes, el realizador destaca que son dos historias completamente diferentes. “Cada película es única. Puede que en ambos casos se den temas superpuestos y algunos elementos de la vida en los que coinciden, pero yo no contribuyo a contarlos de la misma manera. Cada uno de mis documentales es un filme único en sí mismo. Es una película con temas, personajes y estructura. Y la pregunta que me hago siempre es: ¿cuál es la mejor manera de estructurar la narrativa? Mi experiencia en el teatro, donde siempre trabajé con ficción y, a menudo, musicales, me ayuda a la hora de desarrollar mi trabajo de no ficción”.
Martha Stewart víctima de los hombres
En Los Angeles, vía zoom, Cutler confiesa a Artículo 14 que Martha fue maltratada por ser mujer. “Sí. Es muy importante dejar claro ese punto. La de Martha Stewart fue una persecución selectiva. Mi película argumenta y plantea un punto persuasivo de que Martha perdió muchísimo cuando fue procesada, condenada y enviada a prisión, pero nosotros también perdimos muchísimo como cultura y sociedad. Esa es la premisa de mi película”. Martha ofrece una versión matizada del viaje existencial de Stewart, mostrando cómo superó sus orígenes humildes para crear una empresa de estilo de vida multimedia valorada en miles de millones, como ella dijo una vez, “celebrando algo que se ha dejado de lado durante mucho tiempo”.
Su éxito empresarial también la convirtió en objetivo. Su imperio comenzó a desmoronarse en 2004, cuando fue declarada culpable de obstrucción de la justicia en un juicio muy publicitado –llamado “caza de puta”– donde parecía que se la juzgaba por su personalidad y no por sus acciones contra el código penal. “La película indica claramente que fue procesada selectivamente por el fiscal general de Nueva York y por el fiscal federal, James Comey. No tenían que perseguirla y no conozco a muchos hombres que sean juzgados por vete a saber cuál es el equivalente, tal vez por ser idiotas. Los hombres son hombres y son famosos por ser idiotas. Por eso vamos a perseguirlos. No. Hay que cometer un crimen para ser perseguido y ella no lo cometió. Hay cosas mucho peores que mentir sobre un crimen que no cometiste” apunta Cutler.
El cineasta presenta una entrevista inquisitiva con Stewart, quien a la vez es cautelosa y honesta. También incluye fotografías íntimas, anotaciones en el diario y cartas del archivo personal de Stewart. Por momentos, el documental se convierte en un combate de lucha libre entre el realizador y la protagonista. Stewart da la sensación de soportar el escrutinio porque espera que su historia se cuente a una nueva generación y que su legado sea reconsiderado por los Baby Boomers y la Generación X que la convirtieron en una superestrella.
Cutler difícilmente podría haber elegido un momento más oportuno para examinar el ascenso, la caída y el ascenso de nuevo de una poderosa mujer estadounidense. “Aprendí de esta experiencia que fue tan significativa para mí. He visto en primera persona cómo los eventos cambian con el tiempo y cómo la perspectiva impacta y cómo el futuro puede impactar el presente”.
Orgulloso del resultado general de su trabajo, Cutler reconoce que al único protagonista de sus trabajos que realmente ha admirado es a Elton John. “Es un sentimiento bastante raro. La mayoría de las películas que he hecho tratan sobre sujetos con los que no estoy muy familiarizado. Conocí a Billie Elish cuando tenía 16 años y no sabía mucho sobre su música cuando nos conocimos. Por supuesto que aprendí como ella. Luego pasé un par de años junto a Martha Stewart. Yo, por supuesto, conocía los aspectos generales de su carrera y su vida, pero desconocía los detalles. Elton fue extraño para mí en ese aspecto. Sabía mucho sobre él porque fue una figura muy importante en mi vida. Fue uno de mis primeros héroes de la música pop y, de hecho, hay una parte importante de la película de Elton: el concierto de Acción de Gracias de 1974 en el Madison Square Garden, donde John Lennon sale y actúa con Elton. Yo, con 13 años, estaba entre el público de ese espectáculo, y era el primer concierto al que iba en mi vida. Obviamente, tuvo un impacto enorme en mi sentido estético, en mi búsqueda de la interpretación y mi pasión por el espectáculo. Fue un momento histórico, porque no solo fue una actuación increíble que dio John Lennon sino que fue trascendental porque fue su actuación final. Todo eso era importante para mí”.
Las imágenes de la estrella de rock junto a Lennon en el documental Elton John: Never Too Late, que David Furnish dirigió junto al veterano documentalista RJ Cutler, son absolutamente icónicas. “Soy fan de todas las personas cuyo trabajo exploro. Hice una película sobre Dick Cheney y no tengo ninguna relación con el mundo de la política, pero con Cheney comparto una admiración firme por la democracia. Creo que en el clima actual es necesario mencionar ese documental. Es importante señalar que comparto su capacidad de lucha, de determinación para conquistar el poder, creo que hizo muchas cosas en su vida antes de convertirse en vicepresidente” terminó el realizador.