En un momento donde las tensiones sociales en torno a la clase y el privilegio ocupan un lugar destacado en las conversaciones públicas, Raquel Peláez irrumpe con su incisivo y mordaz libro Quiero y no puedo. Una historia de los pijos de España. Con su estilo irónico y satírico, Peláez analiza las idiosincrasias de los “pijos” españoles: esa clase alta que, entre el esnobismo y la eterna aspiración, configura una identidad que, como indica el título, se debate entre el “quiero” de sus deseos y el “no puedo” de sus inseguridades.
La autora, conocida por sus colaboraciones en medios como El País y Vanity Fair, tiene un don especial para la sátira social, y en este libro se zambulle de lleno en las contradicciones de los sectores más privilegiados de la sociedad. Quiero y no puedo no es una simple radiografía de la vida de los “pijos”, sino una exploración más profunda de sus inseguridades y su impacto en la sociedad española actual.
Los pijos: ¿el eslabón perdido entre el privilegio y la frustración?
En Quiero y no puedo, Peláez realiza un recorrido desde la transición democrática hasta el presente, mostrando cómo la figura del pijo ha evolucionado, pero sin perder su esencia aspiracional y contradictoria. En uno de los pasajes más reveladores del libro, la autora escribe: “El pijo no busca, por definición, la novedad; su objetivo es ser lo suficientemente diferente para destacar, pero no tanto como para sobresalir más allá de su círculo”.
El título del libro, que juega con una expresión coloquial que mezcla el deseo y la frustración, sintetiza a la perfección el espíritu que Peláez disecciona: una clase que, aunque rica en capital económico, muchas veces siente que no alcanza las expectativas que la sociedad les ha impuesto o que ellos mismos se han construido.
En una reciente entrevista con El País, Peláez afirmaba: “Mi idea no era simplemente hacer una caricatura de los pijos, sino mostrar cómo los clichés que asociamos a esta clase son, en realidad, más complejos de lo que parecen. Ser pijo en España tiene mucho de querer pertenecer, de querer demostrar, pero también de una profunda inseguridad ante el miedo de no ser suficiente”. Esta reflexión añade una capa más de profundidad a un análisis que podría haber sido puramente superficial en manos de otro autor, pero que, en su caso, se convierte en un comentario sobre la fragilidad de las élites.
A lo largo del libro, la autora pone el foco en la relación entre el “pijismo” y las aspiraciones sociales de las clases medias, apuntando cómo muchas veces esas aspiraciones son una suerte de espejismo inalcanzable. En una de las observaciones más certeras del libro, Peláez afirma: “El verdadero drama del pijo es que vive atrapado en una ilusión de autenticidad que nunca puede alcanzar por completo, porque siempre está condicionado por lo que los demás esperan de él”.
Las contradicciones del privilegio
La obsesión por las marcas, el conservadurismo, la defensa de ciertos valores (aunque solo sea como fachada) y su peculiar obsesión con el poder y la política: según Peláez, los pijos están llenos de contradicciones. Sin embargo, lo que hace que el libro resuene en el lector es la capacidad de la autora para relacionar esas observaciones con las estructuras de clase más amplias que aún persisten en España. “El poder del pijo no reside tanto en lo que tiene, sino en la capacidad de hacer que otros deseen lo que él posee, aunque ni siquiera él sepa por qué lo quiere”.
“Entender a los pijos es también entender muchas de las dinámicas que rigen la sociedad española”, disecciona la autora. En sus páginas, Peláez no solo ofrece una mirada aguda sobre los códigos de la clase alta, sino también sobre cómo el deseo de pertenencia y el miedo al fracaso configuran la vida moderna en todas las capas sociales. “Es posible que en algún momento te des cuenta de que, en mayor o menor medida, todos hemos tenido un momento pijo, ya sea por aspiración, por imitación o por simple presión social. Y eso, en sí mismo, dice mucho sobre quiénes somos como sociedad”.
Quiero y no puedo de Raquel Peláez encuentra compañía en otras obras que abordan la clase y el privilegio con inteligencia y mordacidad. Los ricos vamos ganando, de Rubén Amón, ofrece una mirada irónica y cáustica sobre las élites y el poder en España, mientras que Ricos y poderosos, de Cristina Martín Jiménez, profundiza en las dinámicas globales del poder y las fortunas ocultas de los más privilegiados. En el ámbito internacional, La teoría de la clase ociosa, de Thorstein Veblen, sigue siendo un clásico imprescindible para comprender los comportamientos de las clases altas, mientras que el reciente éxito de Lucy Foley, Los invitados al matrimonio, explora los secretos y tensiones entre los invitados a una boda de alta sociedad, retratando con precisión la superficialidad y la opulencia.