¿Qué significado tienen los apellidos que terminan en -ez?

Los apellidos tienen una gran carga histórica y un significado que no solemos conocer en la mayoría de las ocasiones. En concreto, los apellidos que terminan en -ez están relacionados directamente con los antepasados más lejanos

Los apellidos españoles comenzaron a desarrollarse la Edad Media a causa de la evolución del comercio.

Los apellidos tienen una gran carga histórica y un significado que no solemos conocer en la mayoría de las ocasiones. En concreto, los apellidos que terminan en -ez están relacionados directamente con los antepasados más lejanos. Se trata de identificaciones que han llegado a definir identidades, linajes y conexiones históricas. Pero antes de conocer el significado de los apellidos acabados en -ez…

¿Cómo surgen los apellidos en España?

En la Edad Media, la sociedad española cambió debido al crecimiento de las ciudades y el auge del comercio. Este complejo entramado social demandaba un sistema más eficaz para distinguir a las personas, se necesitaba un segundo nombre. Así surgieron los apellidos, inicialmente como identificadores temporales basados en características físicas, oficios, origen geográfico o ascendencia. No obstante, estos primeros apellidos no eran heredados de generación en generación, sino que cambiaban según las circunstancias personales o sociales.

Con el tiempo, la necesidad de mantener la continuidad familiar llevó a la herencia de apellidos. Este cambio reflejaba un orden social más estructurado, donde el linaje y la pertenencia a una familia específica se volvieron elementos cruciales de la identidad personal. A lo largo de los siglos, la práctica se consolidó en el siglo XIX se aprobó la Ley del Registro Civil en España. Esta ley estipulaba que los apellidos debían ser fijos y transmitirse de padres a hijos.

¿Qué significan los apellidos acabados en -ez?

Curiosamente, este apellido hace referencia al linaje, pues significa “hijo de”. Esta terminación añadía información sobre la filiación de una persona, por lo que era mucho más fácil de identificar. Por ejemplo, si un individuo se llamaba Juan y su padre se llamaba Pedro, su apellido sería Pérez, denotando “Juan, hijo de Pedro”. Esta forma de segundo nombre nació y se popularizó en Castilla, aunque al ser tan eficaz, rápidamente se extendió por toda la península. Se trataba de una sociedad que valoraba profundamente los lazos familiares y la herencia de apellidos. Además, era clave para identificar a las personas.  Así otros ejemplos serían Rodríguez (hijo de Rodrigo), Benítez (hijo de Benito), Martínez (hijo de Martín), o Fernández (Hijo de Fernando).

En la actualidad, este sistema de apellidos ha servido para mantener registros claros de los linajes. Los apellidos, por tanto, no son solo etiquetas identificativas; son reflejos de la historia, la cultura y la estructura social que han evolucionado con la sociedad a lo largo de los siglos. Además, es la herencia que tenemos de nuestros antepasados. Investigar sobre nuestros apellidos puede darnos incluso respuestas que no imaginábamos.

Otro tipo de apellidos

También son comunes los apellidos conocidos como toponímicos, que se derivan de lugares geográficos. Por ejemplo, los apellidos Zamora, Navarro, León o Sevilla son también muy reconocidos. Indican el origen geográfic de los antepasados de esa persona. En la Edad Media resultaban muy útiles para cuando los comerciantes viajaban por diferentes tierras.

Por otro lado, destacan los apellidos derivados de oficios o características físicas o personales. Estos son apellidos como Zapatero, Molinero, Escudero, Sacristán o Herrero. En cuanto a los rasgos, destacan apellidos como Moreno, Rubio o Delgado. Estos apellidos eran esenciales para poder distinguir  las personas o a los comerciantes dentro de una comunidad.

De este modo se fueron creando los apellidos y progresaron hasta la actualidad, dando lugar a una infinidad de segundos nombres. Desde apellidos muy comunes como García hasta apellidos muy poco oídos como Zuxunaga. Lo curioso es que cada apellido tiene un significado diferente ya que cuenta con una historia y evolución distinta. Investigar sobre tus apellidos es una gran idea si te interesa conocer más sobre tus orígenes y tus antepasados.

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