En el dinámico mundo de la moda, pocas tendencias han capturado la atención tan rápidamente como el corpcore. Inspirado en los estilos de oficina de los años 80 y 90, este look busca proyectar una imagen de éxito y profesionalismo, volviendo a poner de moda prendas clásicas como los trajes estructurados, las camisas de corte limpio y los zapatos de tacón bajo.
El corpcore no es solo una tendencia pasajera. Se trata de una respuesta a las necesidades de la sociedad actual, donde la imagen profesional y el éxito van de la mano. Esta estética, que mezcla elementos del power dressing de hace unas décadas con un toque moderno, ha encontrado un terreno fértil entre quienes buscan una moda que les permita destacar en el entorno laboral sin sacrificar el estilo.
El auge del corpcore puede entenderse como una reacción a las modas más relajadas que dominaron durante la pandemia. Después de meses de ropa cómoda y casual, muchos sienten la necesidad de retomar una vestimenta más estructurada y formal, que no solo representa éxito, sino que también ayuda a crear una imagen de autoridad y competencia.
Más allá de las oficinas: el reinado del ‘corpcore’ fuera de ellas
Sin embargo, esta tendencia no solo se limita a las oficinas. Cada vez más, el corpcore se está extendiendo a otros contextos. Es el caso de las salidas informales o las reuniones sociales. La versatilidad de las prendas que componen este estilo permite combinaciones que van más allá del entorno laboral. De hecho, se adaptan a diferentes momentos del día.
Los diseñadores de moda han sabido capturar este resurgimiento del estilo corporativo y lo han adaptado a las necesidades contemporáneas. Marcas de lujo y minoristas asequibles por igual están lanzando colecciones que reinterpretan los clásicos trajes de oficina con un toque moderno, incorporando detalles como telas sostenibles, cortes más ajustados y colores neutros.
El poder de este look reside en su capacidad para transmitir un mensaje claro: “Estoy aquí para triunfar”. La confianza que emana de un atuendo bien elegido puede tener un impacto significativo no solo en la percepción que los demás tienen de nosotros, sino también en nuestra propia autoestima. Vestirse para el éxito, que es lo que propone el corpcore, no es simplemente una cuestión de apariencia. Es una forma de prepararse para los retos del día a día con seguridad y determinación.
El componente nostálgico que vende bien en nuestra época
Además, el corpcore tiene un componente nostálgico que lo hace especialmente atractivo para quienes crecieron en las décadas de los 80 y 90. O a quienes les gusta ese rollo, claro. Al adoptar este estilo, no solo se proyecta una imagen de profesionalismo, también se rinde homenaje a una era en la que el poder y la moda estaban estrechamente entrelazados.
No obstante, es importante señalar que el corpcore no se trata de adoptar ciegamente las modas del pasado. La clave para llevar este estilo con éxito radica en la capacidad de adaptarlo a las sensibilidades modernas. Esto significa optar por trajes que se ajusten a la silueta de hoy en día, elegir colores que reflejen las tendencias actuales y, sobre todo, asegurarse de que el look final se sienta auténtico y personal.